Brasil evalúa exportar gas propio a la Argentina
El plan de inversiones de Petrobras para el período 2008-2012, que asciende a u$s114.000 millones, contiene un dato central: apuestan a liderar el mercado de gas regional y vender prioritariamente a la Argentina, el mercado externo número uno de la compañía en este sector.
Al parecer, esto se haría a través de un gasoducto a conectar a la red brasileña y de la provisión de gas natural licuado.
Para concretar ese proyecto, la gigantesca estatal brasileña invertirá entre 2008 y 2012 más de 13.000 millones de dólares en la exploración y producción gasífera.
En una reunión con periodistas, el presidente de la empresa, José Gabrieli, anunció ayer que el objetivo de Petrobras es liderar el mercado de gas natural en América del Sur, básicamente a través del desarrollo de grandes yacimientos del sudeste brasileño: en el estado de Espírito Santo, en Santos (San Pablo) y Campos (Río de Janeiro).
A fin de concretar esa meta, la compañía contempla triplicar su actual producción de gas natural de 277 millones de metros cúbicos anuales: deberá subir en 2012 a 637 millones de metros.
Cálculos
Según publica un matutino porteño, los brasileños calculan que para esa fecha tendrán un excedente de producción en relación al consumo interno de al menos 20% en el balance energético total, lo que les permitirá exportar sin riesgo para su demanda interna.
Gabrieli informó que una parte de ese plan de negocios de gas incluye desarrollar la producción en Argentina, Estados Unidos, Venezuela y otros cuatro países de afuera del continente.
Cuando se le preguntó por qué no figura ningún tramo del Gasoducto del Sur en el programa de inversiones presentado oficialmente antes de ayer, Gabrieli respondió: "Esto está muy en pañales."
Ese ducto había sido planificado entre Venezuela, Brasil y Argentina. Debía partir del sur venezolano (Puerto Ordaz), pasar por la Amazonia brasileña y desembocar en Buenos Aires. Y debía traer las enormes reservas a explotar en el sur venezolano, que de acuerdo con el presidente Hugo Chávez alcanzarían para abastecer durante 100 años todas las necesidades regionales.
Pero, a mediano plazo, ese proyecto contrasta con los intereses brasileños que son, precisamente, desarrollar sus propios yacimientos de gas para los que precisa un mercado inmediato.