El Gobierno clausuró la refinería de Shell en Dock Sud
El Gobierno clausuró ayer en forma total y de manera preventiva la planta que la compañía Shell posee en la localidad bonaerense de Dock Sud al haber comprobado "filtraciones, pérdidas y derrames en la planta de almacenamiento".
En un comunicado la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable especificó que entre otras cosas, la empresa no tiene autorización para extraer agua del Riachuelo ni del Río de la Plata.
La clausura se concretó luego de un operativo de "13 días de inspección", que fue llevado a cabo por la Dirección Nacional de Control Ambiental (DNCA), en la persona de su titular, Raúl Vidable, en el marco en el Plan Integral de saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo.
La medida "se mantendrá efectiva hasta que la empresa cese la situación de peligro para el ambiente y la integridad física de los habitantes en el ámbito de la Cuenca Matanza - Riachuelo", indicó la repartición conducida por Romina Picolotti.
Del operativo participaron, además de Ambiente y Desarrollo Sustentable, personal de la Prefectura Naval Argentina, la Secretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires y autoridades de la Municipalidad de Avellaneda.
Horas antes, la secretaria de Política Ambiental bonaerense, Silvia Suárez Arocena, había señalado que la cartera a su cargo hizo la certificación de la planta y que "está correctamente habilitada".

Causas
Al término de los controles, la DNCA pudo constatar al menos seis anomalías:
- La planta de SHELL CAPSA "no tiene permiso para extraer del Canal Dock Sud ni del Río de la plata los 18.400.000 litros de agua por hora que realiza, incumpliendo con el Código de Agua de la Provincia de Buenos Aires", al tiempo que aclara que ese volumen es "equivalente a la cantidad de agua utilizada por una ciudad de 1.100.000 habitantes".
- "No posee las habilitaciones y pruebas periódicas de aparatos sometidos a presión conforme a la resolución SPA 231/96, en casi 700 aparatos."
- "Existen pérdidas y derrames constatados. Las pruebas de suelo tomadas acreditan la contaminación."
- "Hay una deficiente gestión de residuos especiales y/o peligrosos en violación a la ley 11.720 de la Provincia de Buenos Aires y 24.051 de Residuos Peligrosos de la Nación."
- "Falta y omisiones formales, entre otras, como por ej. Permisos de Vuelco (al Río de la Plata)."
- "Falta de estudios de Impacto Ambiental". El comunicado añade que otras compañías ubicadas en el Polo Petroquímico de Dock Sud "también han sido objeto de acciones de la DNCA", destacando la clausura preventiva de Petrorío Sea Tank y la adecuación de la operatoria de Meranol SACI, en tanto señala que "Petrobras Energía S.A. está siendo inspeccionada de modo de poder constatar su situación ambiental en forma general". Asimismo, señala que en la Cuenca Matanza-Riachuelo en general ya se acumulan 46 clausuras preventivas.
La clausura preventiva se produjo en el marco de una conflictiva relación del Gobierno con la petrolera anglo-holandesa, al punto que días atrás la empresa debió salir a aclarar que no tenía planeado retirarse del mercado local.
La Secretaría de Comercio Interior denunció a la empresa por supuesta violación de la ley de Abastecimiento, ante lo que SHELL presentó una acción de amparo que fue desestimada por la Justicia.
Discusión
La refinería de Shell trabaja las 24 horas del día durante los 365 días del año, y lo hacía anoche aún con normalidad, mientras sus abogados discutían con técnicos de la secretaría que conduce Romina Picolotti.
En esta ocasión, la Secretaría de Comercio Interior que conduce Guillermo Moreno no tuvo, al menos en el aspecto formal, nada que ver con el pedido de clausura.
Moreno fue, sí, quien participó de otras de las recientes peleas con Shell: las multas por desabastecimiento, el freno al gasoil premium y el pedido de prisión para el presidente de la empresa, Juan José Aranguren.
El otro de los cinco tropiezos que tuvo Shell en menos de un año fue el rechazo de la Justicia a una presentación por discriminación.
Según publica el diario La Nación, desde ayer y a raíz de esta clausura, en el mercado petrolero local proliferaban varios temores. Uno de ellos tenía una clara justificación: proveedores como Pan American Energy o Apache, que le vendían crudo a Shell, deberán buscar nuevos compradores ahora que se concretó la clausura.
Y el pavor a la escasez no es sólo propiedad de las estaciones. Si no opera Shell, razonan en otras refinadoras, muchos de sus clientes huirán en estampida hacia otras marcas, lo que incrementará las quejas de los consumidores por eventuales faltantes.
Es otra de las paradojas del mercado energético argentino: por las diferencias de precio con el exterior, las petroleras se desesperan por no vender aquí el producto que fabrican.
Planta clausurada
La refinería clausurada está emplazada en Dock Sud, aunque las instalaciones reciben el nombre de "Buenos Aires".
Shell empezó a operar la planta el 7 de mayo de 1931, y "Buenos Aires" es la única empresa que tiene en la Argentina.
Anoche, la empresa evaluaba los alcances de la clausura oficial. "Los abogados están analizando las más de 80 carillas de la resolución –dijeron desde la compañía–. Hay que ver qué corresponde hacer. Y, además, una planta como esta no se apaga con una llave de luz, es algo que toma tiempo".
De acuerdo a un matutino porteño, recién hoy tendrían una evaluación del impacto de la medida sobre su producción y el abastecimiento a su red de estaciones de servicio.
En esa refinería la petrolera produce todos los combustibles y las bases de los lubricantes que comercializa en el país.
Actualmente, "Buenos Aires" ocupa 106 hectáreas y tiene una capacidad de almacenamiento de 770.000 metros cúbicos, de los cuales 175.000 metros están destinados a la acumulación de petróleo crudo y el resto para productos intermedios y terminados, listos para la entrega.
La refinería recibe petróleo mayoritariamente de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego por barco, en virtud de que cuenta con puerto propio.
Punto final
La clausura se da en el marco de una dura puja del Gobierno con la petrolera de capital angloholandés.
Las diferencias arrancaron en 2005, cuando la venezolana PDVSA, asociada a la local ENARSA, intentó sin éxito comprar la compañía.
Luego vino el boicot a la empresa convocado por el presidente Néstor Kirchner por una suba de precios. Este año y el anterior, la secretaría de Comercio aplicó a la empresa millonarias multas, y ahora reclaman la prisión de los máximos ejecutivos de la misma.
Ayer, intentando tomar distancia de esa situación, desde la Secretaría de Ambiente señalaron que la refinería "está situada dentro del denominado polo petroquímico, donde se ubican además otras empresas que también han sido objeto de acciones de la DNCA".
"La clausura se mantendrá efectiva hasta que la empresa cese la situación de peligro para el ambiente y la integridad física de los habitantes ", agregaron.