Sólo queda un tercio de los videoclubes que había en los ‘90
Según datos de la Unión Argentina de Videoeditores (UAV), de los cerca de 9.000 negocios de alquiler de videos que existían en la década del ‘90, hoy apenas sobreviven unos 3.000 en toda la Argentina.
"Es un momento de incertidumbre para el video. El negocio no va a desaparecer pero va a cambiar. Algunos cerrarán, otros se reconvertirán y otros agregarán servicios adicionales", señaló Alejandro Botbol, presidente de la Cámara de Videoclubes de Rosario, en declaraciones a un matutino porteño.
Y destacó algunas zonas donde la situación del negocio es crítica, como la provincia de Misiones, donde prácticamente no existen videoclubes legales, y de Jujuy, Salta, Formosa y Entre Ríos, con niveles de piratería más elevados que en el resto del país.
"Creo que en cinco años, los videoclubes estarán en la disyuntiva de cambiar y llevar su negocio por otros canales. Es un reto comercial", opinó Rubén Gutiérrez, director ejecutivo de la UAV.
Flagelo
Los representantes del sector acusan a la piratería como la principal responsable del mal momento que vive el rubro. Y los números no los desmienten: 7 de cada 10 DVD que se venden o alquilan en el país son truchos y la piratería ya mueve $350 millones al año, la mitad del negocio.
Además, de acuerdo con un estudio de Mora y Araujo, un 22% de los argentinos admite comprar DVD y videos piratas.
También hay otros factores que pueden acelerar el fin del videoclub: el desarrollo de la televisión satelital que ofrece servicios como el video a demanda (VOD) y la descarga –legal o ilegal– de películas por Internet, aunque en la Argentina es una práctica que aún está lejos de ser masiva.
Según una encuesta telefónica de la consultora Carrier y Asociados, sólo un 5% baja contenidos de Internet.
"Hacerlo lleva tiempo y requiere tener ciertos conocimientos", destacó Enrique Carrier, titular de la consultora.
"Por eso, todavía el principal problema que enfrentan los videoclubes sigue siendo la piratería. La gente consume DVD piratas no sólo por el precio, que es similar al de un alquiler, sino por una cuestión de comodidad. Puede verlo cuando quiere sin preocuparse por devolverlo", señaló.
Red
En virtud de este panorama, unos 160 videoclubes de todo el país se unieron y formaron un red denominada "Videoclubes 100% originales", con el apoyo de la UAV y la Cámara Argentina de Videoclubes (CAVIC).
Los integrantes son reconocidos con beneficios como descuentos sobre compras y acciones promocionales para sus socios como sorteos y cursos. "Se comprometen con la legalidad y ganan escala", asegura Gutiérrez.
Pero la crisis no sólo afecta a los pequeños comercios y las grandes cadenas también están en problemas. La multinacional Blockbuster, que tiene más de 7.000 locales en todo el mundo, debió cerrar 519 de ellos durante la primera mitad de este año, mientras que durante el mismo período de 2006 las bajas habían sido 427.
Es más: directamente decidió retirarse de España –el año pasado cerró sus 94 sucursales– y Perú, donde las ventas de la franquicia habían caído 50% en 2005 y 20% más en 2006.
Escena local
En la Argentina, la cadena cerró dos de sus locales más grandes e históricos –el de Honduras al 3900, en Palermo, y el de Virrey del Pino y Moldes, en Belgrano–.
"La compañía nunca trabajó con locales propios y los contratos de alquiler a diez años que firmó en los ‘90 se están venciendo ahora. Los propietarios, que prefieren darle otro uso, les piden sumas imposibles", opinó Rubén Gutiérrez.
"Hoy, la cadena prefiere tener locales más pequeños porque, al eliminar la oferta de películas en VHS, ya no necesita tanto espacio", agregó.
Afectada por los cambios en el negocio del video, Blockbuster salió a comprar Movielink, una compañía de descarga de videos por Internet, propiedad de grandes estudios de Hollywood, entre ellos, Warner, Paramount, Universal y Sony Pictures.