Pichot, otra celebridad que se suma al boom inmobiliario
El capitán de Los Pumas se acercó a un grupo de inversores franceses para un complejo de viviendas de lujo a realizarse en Puerto Madryn, Chubut. Agustín Pichot ya era una celebrity cercana al reelecto gobernador Mario Das Neves.
Según fuentes del entorno del jugador, a Pichot -que también tiene una marca de dulce de leche, aceite de oliva y aceto balsámico-"le está yendo muy bien como entrepreneur inmobiliario".
El boom de las propiedades seduce a las estrellas deportivas por varios motivos. Además del buen momento para el sector, el aumento de la oferta de viviendas de lujo está generando un problema de falta de diferenciación, y ahí es donde entran las celebrities para asociar su fama a la marca del emprendimiento.
"Todo proyecto inmobiliario necesita personalidad, y el aporte de una figura conocida es fundamental", declaró, a un matutino porteño, Paco Sabio, de Remolino, una agencia especializada en marketing inmobiliario.
En el 2004, Savio contrató al nadador José Meolans para promover el complejo Tronador, en Nuñez.
Los casos abundan. Maradona prestó (a cambio de un millón de dólares) su imagen para el proyecto Tivoli de Boca Raton, un complejo que, con una inversión de u$s83 millones, lanzaron Linette Guerra (amiga de Claudia Villafañe) y el abogado multimillonario Tom Farrell.
Más involucrada en el negocio, Gabriela Sabatini invirtió parte de sus ahorros en un barrio privado de Pilar. Se sumó a Clodinet, un grupo que encabeza el ex banquero Enrique Ruete, para un proyecto de u$s85 millones que cuenta con otros dos deportistas: el polista Marcos Heguy (de asesor) y el golfista Jack Nicklaus.
El deportista argentino que más dinero gana en la actualidad, Manu Ginóbili, también forma parte del club. En Las Grutas, está construyendo "Costa Patagonia", con 200 departamentos.
Pero el alto perfil también genera riesgos. La "marca Ginóbili", muy trabajada desde el costado de la responsabilidad social, sufrió un costo alto el año pasado, cuando tierras que compró a orillas del lago Correntoso fueron reclamadas por comunidades mapuches, lo cual originó una fuerte controversia.