Peugeot ya produce dí­a y noche en su planta de El Palomar

Con el primer minuto de hoy inició sus tareas el turno nocturno en la fábrica de automóviles PSA Peugeot Citroen en la localidad bonaerense de El Palomar, que así­ pasó a producir en forma continua las 24 horas para aumentar su producción.


"Esto significa un salto de producción porque de los 120.000 vehí­culos que fabricaremos este año, en 2008 estaremos en disposición de producir de 170.000 a 180.000", dijo a Télam el director industrial del complejo, Javier Varela Sobrado.

"Volvemos a hacer historia", enfatizó el directivo en la pasada medianoche al cortar las cintas de la nueva etapa, que imprime a la producción una cadencia de 600 unidades por dí­a.

Varela, un español de 46 años que lleva diez meses en su cargo en el Centro de Producción Buenos Aires del grupo PSA Peugeot Citroen, destacó la "ascensión meteórica" del establecimiento en los últimos seis años.

"En 2001 esta planta se encontraba en condiciones difí­ciles y no llegó a producir 18.000 unidades; en 2005 se agregó el segundo turno, y hoy el tercero", historió.

Ese proceso, que acompañó la recuperación económica de la Argentina, fue impulsado por dos tandas de inversiones del grupo: 50 millones de euros en 2002, para la producción del Peugeot 307, y 125 millones de euros en 2004, para el 207 sedan y el Citroen C4, un modelo que sólo se fabrica aquí­.

El nuevo escalón productivo representado por la creación del tercer turno fue financiado con 700 millones de pesos.

El acto inaugural fue realizado en plena lí­nea de montaje, en el ambiente pulcro y bien iluminado sembrado de recomendaciones de seguridad y de instrumentos electrónicos que caracteriza la planta.

La ceremonia convocó a todo el equipo de dirección industrial y a los operarios del nuevo turno, para cuya creación fueron incorporadas 1.100 personas, lo que llevó el plantel total a casi 5.000 operarios.

La nueva camada de trabajadores incluye 88 mujeres, madres algunas de ellas, afirmando una tendencia nueva para un establecimiento que hasta 2004 sólo empleaba varones.

El impacto laboral de esta ampliación se nota también entre los proveedores de insumos y partes, que para atender la nueva demanda del complejo de El Palomar debieron sumar unos 4.000 trabajadores.

"La formación del tercer turno fue un proceso cargado de adrenalina", comentó un encargado del reclutamiento en un video exhibido en el acto inaugural.

Para los mandos intermedios y las tareas especiales, la compañí­a contrató trabajadores con formación previa, pero a los operarios no especializados los formó ella misma en un proceso de capacitación de dos meses.

"La escuelita estuvo muy buena. Al principio fue un poco difí­cil pero después le vas agarrando la mano", dijo en la filmación uno de los nuevos operarios, enfundado en su ropa gris de dos tonos, con vivos azules y rojos.