El Gobierno y Marsans definen el futuro de Aerolíneas
Los últimos días que tiene el Gobierno hasta el 23 de noviembre para resolver si subirá del 5% al 20% su participación en Aerolíneas Argentinas no parecen, en realidad, los mejores para tomar una decisión de fondo.
Según parece, están marcados por un clima de tensión extra, registran una profundización de los problemas operativos de la firma y mantienen los ecos de un ultimatum que en pocos días perdió sentido.
El mensaje "sin paz social no traemos los 40 aviones que prometemos para Aerolíneas", lanzado por el grupo Marsans, dueño de la compañía aérea, se diluyó la semana pasada, cuando la propia Fuerza Aérea, y no los pilotos, acusó a la empresa de irregularidades.
Nada menos que uno de los factores a los que se atribuyó la tragedia de LAPA de 1999: la falta de vacaciones de los pilotos. "Ustedes serían cómplices, si no entienden eso, es porque no aprendimos nada", se le escuchó decir a un funcionario de la cartera de Transporte a un militar de alto rango la semana pasada.
Los retrasos en los recesos involucraron a 28 comandantes de un total de 675, quienes se vieron virtualmente compelidos a no volar. Pero las tripulaciones están tan ajustadas que afectaron a todo el cronograma. Y el último fin de semana el clima continuó enrarecido.
Postura
Ariel Basteiro, director de Aerolíneas por el Estado, presentó el jueves ante el Ministerio de Economía –titular del 5% de acciones que hoy tiene el sector público– un panorama crítico de la gestión de la firma.
El mismo día, fue el propio titular de Transporte, Ricardo Jaime, el que anunció oficialmente que la aérea recibiría sanciones. En realidad, era un mensaje para el público: las multas son de rutina y Aerolíneas no las paga porque las recurre legalmente.
De acuerdo a El Cronista Comercial, no hay una decisión tomada sobre la opción de que el Estado suba su participación al 20%.
Aumento
En los últimos meses, el aumento de la cuota accionaria no le quitó el sueño a nadie en el Gobierno, aunque en Transporte aseguraron la semana pasada que permanece en estudio.
Sin embargo, mientras no hubo apuestas firmes para esa posibilidad desde el sector oficial, sí las hubo para lo que se presenta como una alternativa que –como se dice en España– le toca las narices al Grupo Marsans.
Antonio Mata, ex accionista y gerente General de Aerolíneas, mantiene buena llegada en algunos despachos oficiales con su ambicioso proyecto Air Pampas.
Y, junto a ella, se alimentan otras iniciativas para una próxima audiencia pública que asignará rutas aéreas a firmas nóveles.