Crece la discusión por el valor de Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas comienza esta semana otra etapa en su compleja historia post-privatización. La semana pasada, el Ministerio de Planificación notificó que quiere subir su participación del 5% al 20%, exactamente el doble de lo que tenía cuando se transfirió al sector privado en 1990.
Lo que se abre ahora es una dura fase de negociación para determinar el aporte del Estado para incrementar su cuota. Y, en el medio, habrá cambios en las oficinas de Bouchard, especialmente en Recursos Humanos, lo que se espera mejore la relación con los sindicatos.
Además, cambiarán el borrador para negociar la paz social, donde quedará por escrito el compromiso de adquirir 40 aviones.
Hay dos caminos para concretar esta transformación societaria. La cesión de acciones por parte del tenedor mayoritario, camino que siguió el año pasado Interinvest –del grupo Marsans–, cuando le entregó a su socio oficial lo que necesitaba para aumentar del 1,39% al 5%.
En situaciones normales, la segunda vía es el aumento de capital, pero el Gobierno está en una situación más cómoda, porque Aerolíneas lo está reduciendo, como resultado de las pérdidas de su último balance. Hoy, su valor de libro es de $400 millones y podría caer a $300 millones si Interinvest no capitaliza rápidamente la compañía.
Pero no se está apurando. De hecho, la reunión de directorio del martes –que tenía ese tema a la cabeza de su orden del día– pasó a cuarto intermedio hasta este jueves. El ingreso estatal sería la forma de capitalizar, sólo que no con activos, sino saldando deudas fiscales y por una base mínima –trascendió– que partiría de $ 60 millones.
Postura
Para Marsans no es el valor contable lo que debe definir el precio del 15% en juego. El grupo asegura que vale mucho más: u$s1.200 millones, cifra que incluye intangibles como imagen de marca o cobertura.
La discusión no será corta, ya que debe decidirse en asamblea, cuya fecha se elegiría este mismo jueves, aunque no cabe esperar que sea para dentro de menos de 30 días, porque debe mediar la convocatoria pública.
El avance del Estado es más un golpe de efecto que una intervención. En la dinámica de las sociedades comerciales, tener un 5% o un 20% no es muy diferente. Es más: en su calidad de autoridad aeronáutica (a través del Ministerio de Planificación) podría haber combatido las irregularidades de la firma.
Sin embargo, desde sectores próximos a la Jefatura de Gabinete aseveran que ahora participarán más en la gestión.
Fortalecimiento
Según El Cronista Comercial, el Gobierno no destinará capital a la firma. Sí, en cambio, fortalecerá la acción de fomento LADE: desde 2004, venía poniendo $13 millones y en 2008 desembolsará $20 millones.
La línea no es una empresa y utiliza tanto pilotos como naves de la Fuerza Aérea, pero ha servido para llenar algunos vacíos. Por ejemplo, llega a un destino rentable como Bariloche, pero con cinco escalas.
De todas formas, la gestión de Néstor Kirchner llega con un activo que puede terminar siendo valiosísimo: su cercanía a los combativos sindicatos que congrega la aérea, pero también a Hugo Moyano, el hombre fuerte del gremialismo.
Un hombre al que tuvieron que ir a visitar hasta los españoles de Marsans la semana pasada, reunión en la que uno de sus socios buscó la empatía con relatos de las negociaciones sindicales que había protagonizado en el trascendental Pacto de la Moncloa.
Asimismo, la conducción de la propia Aerolíneas también tendrá un perfil menos blando del que le daba quien desde el jueves es el ex gerente General, Esteban Maccari.