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Ante problemas en los EEUU, Ford encuentra éxito en Brasil

La ciudad brasileña Camacari, que alberga a una de las plantas más avanzadas del mundo, se convirtió en ejemplo de la destacada recuperación de la compañí­a
28/11/2007 - 10:45hs
Ante problemas en los EEUU, Ford encuentra éxito en Brasil

A primera vista, Camacari se parece a cualquier pueblo rural de Brasil. Las casas son precarias, las calles están en mal estado y la pobreza abunda por todos lados. Sin embargo, este pequeño pueblo en el corazón del trópico también alberga a una de las plantas automotrices más avanzadas y eficientes del mundo, y que se convirtió en ejemplo de la destacada recuperación de Ford Motor Company en Sudamérica.


Hace siete años, Ford en Brasil se parecí­a bastante a lo que es hoy en los Estados Unidos. Estaba perdiendo tanto dinero y participación de mercado que los ejecutivos consideraron seriamente el retirarse de todo América del Sur.

Sin embargo, en la actualidad, Brasil es la mayor historia de éxito de Ford, lo que le ayudó a contrarrestar fuertes pérdidas en América del Norte.

Ford Brasil ha duplicado su participación de mercado a un 12 por ciento, ha anotado 15 ganancias trimestrales consecutivas y ahora se preocupa en mantener la boyante demanda por sus automóviles y camiones.

Cómo Ford logró prevenir un desplome del mayor mercado de América del Sur ofrece algunas lecciones importantes para la automotriz, en momentos en que lucha para salir adelante con un plan crucial para retornar a la rentabilidad y volver a ganar participación de mercado en Estados Unidos.

"Hay varios elementos en el plan de reestructuración de Brasil que realmente funcionan como una inspiración para las cosas que se están haciendo en Estados Unidos", dijo a Reuters Marcos de Oliveira, presidente ejecutivo de las divisiones en Brasil y el Mercosur de Ford.

Ciertamente, varios de los pasos que Ford dio en Brasil están siendo imitados en Estados Unidos. Primero, modernizó su producción, al cerrar las plantas ineficientes, y se deshizo de 3.600 trabajadores, o un 46 por ciento de su plantilla.

En los Estados Unidos, los recortes serán todaví­a más profundos. La firma ha recortado 33.600 empleos desde el 2005 y planea cerrar 10 plantas para el 2012.

Proyecto Amazonas
Mientras la automotriz recortaba sus costos en Brasil, la firma invertí­a fuertemente para diseñar autos que estuvieran en sintoní­a con los gustos locales.

El plan, llamado Proyecto Amazonas, deseaba vender las versiones adaptadas de sus modelos europeos y ofrecer productos originados en Brasil.

El resultado fue el EcoSport, un deportivo utilitario con capacidades todoterreno y a sólo una fracción del precio de un vehí­culo similar en Estados Unidos, una obligación para un paí­s donde el salario mí­nimo apenas supera los 200 dólares por mes.

La apuesta resultó. Desde su lanzamiento en el 2003, Ford vendió más de 446.000 EcoSport, una sorprendente cantidad en un mercado donde sólo una de cada ocho tiene un auto.

El EcoSport también forjó un completo segmento nuevo de vehí­culos supercompactos todoterreno, que ahora se exportan a otros paí­ses de América Latina.

"El vehí­culo ha sido sólo un punto de partida para nosotros", dijo Dom DiMarco, presidente de Ford para América del Sur.

Quizás el punto más audaz del plan de recuperación de Ford en Brasil fue su decisión de construir una planta de bajo costo en el estado de Bahia, en el nordeste del paí­s, una empobrecida región con infraestructura limitada y sin un historial de producción de automóviles.

La planta, de 1.900 millones de dólares, era distinta de cualquier cosa que Ford hubiera hecho antes. En vez de importar las partes de otro lugar, Ford solicitó a 26 proveedores armar una tienda dentro del complejo.

Tener proveedores en el sitio le permití­a mantener los inventarios en un mí­nimo. "Dado que estábamos con el negocio, era tiempo de atrevernos", dijo DiMarco.

La planta Camacari es más flexible que cualquier otra fábrica de Ford, con capacidad para producir cinco plataformas de vehí­culos diferentes simultáneamente en la misma lí­nea.

La planta opera tres turnos, seis dí­as a la semana, 24 horas al dí­a, con lo que produce un vehí­culo cada 80 segundos, o unos 912 por dí­a.

Reactivación económica
Ford también se vio beneficiada por una reactivación económica en Brasil que ayudó a revivir a toda la industria automotriz. Los salarios están aumentando y las tasas de interés se encuentran en mí­nimos históricos, lo que deja a los consumidores con dinero para invertir y a los vendedores con espacio para ofrecer planes de financiamiento de largo plazo nunca antes vistos en Brasil.

Las ventas de vehí­culos en el paí­s están encaminadas a crecer más de un 20 por ciento este año a un nivel récord, con lo que superarí­an todos los pronósticos.

Ford, cuyas ventas han trepado un 19 por ciento en lo que va del año en América del Sur, espera alcanzar un crecimiento de dos dí­gitos nuevamente en el 2008.

Para cumplir con esta demanda, Ford invertirá unos 1.000 millones de dólares en Brasil hasta el 2011. Parte de esto se destinar a construir nuevas capacidades de ingenierí­a para continuar entregando productos atractivos al mercado, principalmente versiones mejoradas de modelos existentes.

Ford también planea desarrollar en enero un nuevo auto supercompacto que será producido en su planta en Sao Bernardo, en las afueras de Sao Paulo.

Algunos rivales de Ford, sin embargo, están desplegando nuevos modelos a un ritmo más rápido. Esto tiene a algunos analistas preguntándose si Ford está siendo demasiado conservador en Brasil ahora que el plan de recuperación ha terminado.

"Todos los otros productores están viendo qué tipos de modelos adicionales pueden llevar al mercado", dijo Guido Vildozo, un analista del sector automotor de la consultora Global Insight, con sede en Estados Unidos. "Ese es el mayor desafí­o para Ford", agregó.