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ALERTA

Tragedia de Spanair complica a la sueca SAS

La compañí­a pretendí­a desprenderse de la española, que vení­a operando a pérdida aún antes del mortal accidente. La situación ahora frena cualquier traspaso
22/08/2008 - 14:28hs
Tragedia de Spanair complica a la sueca SAS

Mientras se inicia la lenta investigación sobre el accidente aéreo que involucró a un avión de la compañí­a Spanair poco después del despegue en el aeropuerto de Barajas, la segunda lí­nea aérea española sigue concentrada en la tragedia humana en la que murieron 153 de las 172 personas a bordo del avión.

Pero este accidente, que es el peor desastre aéreo que se produce en España desde 1983, también tendrá serias repercusiones para Spanair, una empresa cuya viabilidad económica ya estaba cuestionada mucho antes de que el vuelo a las Islas Canarias tuviera un final trágico.

La empresas escandinava SAS, que es propietaria de la firma española, abandonó en junio la idea de vender esta subsidiaria, que está trabajando a pérdida, porque no recibió ninguna oferta satisfactoria.

Según Mats Jansson, CEO de SAS, las valuaciones para el negocio comenzaron a declinar a medida que se desaceleraba el crecimiento económico español y trepaba el precio del petróleo, que tiene un impacto enorme sobre los costos de las lí­neas aéreas.

De acuerdo al Financial Times, la mejor oferta hubiera dejado a la empresa matriz con una amortización de entre 2.000 millones y 3.000 millones de coronas suecas (u$s320 millones y u$s475 millones) sobre su inversión original.

Además, por si el alto precio del combustible y el debilitamiento de la demanda no fueran suficientes para dificultar el negocio, la lí­nea aérea española también debió enfrentar el hecho de que en abril se inaugurara un servicio de ferrocarril de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, que es una de las rutas domésticas de más movimiento en el mundo y una fuente clave de facturación para Spanair.

La respuesta de la compañí­a a todas estas adversidades ha sido un "plan de viabilidad" anunciado el mes pasado, que tení­a previsto recortar un tercio de su fuerza laboral de alrededor de 3.500 empleados, y reducir en una cuarta parte su flota de 63 aviones.