Córdoba: la industria roza el colapso y se perderían 10.000 puestos de trabajo
Metalmecánicas, automotrices y metalúrgicas. Maquinaria agrícola, plásticos y alimenticias. No hay sector de la industria cordobesa que logre escapar a los alcances de una desaceleración económica sin tope aparente. Más de 120 empresas que solicitaron el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) certifican la existencia de un crac que excede al rótulo de "profecía autocumplida" enarbolado por algunos economistas a principio de año.
Pero hay otro indicador, otra certeza, que explicita la expansión de la crisis: entre recortes de jornadas laborales y suspensiones hay casi 10.000 puestos de trabajo en peligro, y desde entidades como la Unión Industrial de Córdoba aseguran que la mayoría se perderían en el transcurso del primer semestre de 2009.
La producción en la provincia mediterránea presenta una freno en casi todas las áreas productivas. Así, madereras, frigoríficos, cementeras, constructoras, tambos y fabricantes de calzados procuran hacer pie en un escenario en el que espacios como el sector alimenticio evidenciaron una caída del 10% sólo en febrero. O del 40%, como es el caso de la producción de bienes de uso.
"En Córdoba no hay sector industrial que no esté afectado por la crisis. La caída en la fabricación se ha sentido con fuerza, en principio, en todo lo que es maquinaria agrícola y automotrices. Pero lamentablemente ese golpe inicial rápidamente se extendió al consumo y ahí comenzaron a flaquear el resto de los segmentos", explicó a iProfesional.com Fernando Scibila, director ejecutivo de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
El representante sostuvo que la mayoría de las empresas en peligro, más allá de sus respectivos espacios de producción, corresponden al estamento Pyme de la provincia. "Hoy son los emprendimientos más afectados. Y los que deben hacer mayor fuerza para sostener el nivel de personal. Entre las compañías cordobesas ya hay más de 120 que pidieron el Procedimiento Preventivo de Crisis para hacerse con la ayuda que está ofreciendo el gobierno provincial", indicó.
La solicitud de los Procedimientos Preventivos de Crisis pavimenta el camino para que las empresas reciban, de parte del Estado provincial, una serie de partidas orientadas a cubrir los gastos inherentes al personal.
Así, y en búsqueda de cubrir parte del salario de los empleados suspendidos, el gobierno cordobés entrega a las firmas cuyos procedimientos de crisis ya han sido aprobados hasta $400 mensuales por operario.

Con el fin de afrontar estos salvatajes, la administración que lidera Juan Schiaretti destinó $4 millones para la puesta en marcha de un programa de asistencia. La iniciativa llevaba liquidados hasta el mes pasado $181.880, que tuvieron como fin de asegurar los sueldos de 677 empleados de un grupo de siete empresas.
En días posteriores el Estado provincial liberó otros $52.500 para salvar parte de los salarios de 350 personas vinculadas laboralmente a cuatro empresas.
Peligro laboral
"El tema laboral es donde más se está sintiendo el golpe de la crisis. Entre suspensiones y ajustes de jornada laborales hay casi 10.000 empleos con complicaciones. Son puestos que de una manera u otra se han resentido, y que de no cambiar el panorama se perderán en su mayoría", aseguró Scibila.
El entrevistado señaló que a nivel despidos "la situación en Córdoba todavía no es crítica", pero alertó: "Eso sí, si no se instrumentan medidas correctas, que aumenten la confianza y despejen la incertidumbre, que ayuden a las empresas de alguna forma, entonces mantener la estabilidad laboral estará realmente complicada".
"Se necesita financiación, que se trabaje sobre la paridad monetaria y cambiaria –siguió–, y para delinear medidas en esa dirección estamos impulsando un comité de crisis. En eso trabajamos junto al gobierno de la provincia, más ahora que se inicia un segundo trimestre muy complicado".
La postura de Scibila guarda relación directa con un comunicado emitido esta semana por la Unión Industrial cordobesa. En ese documento las empresas del sector pidieron que las medidas que se adopten a nivel nacional contribuyan a "contribuir a recrear expectativas favorables y despejar la mayor cantidad de incertidumbres posibles para que el sector productivo pueda desarrollar sus actividades con un horizonte de mayor previsibilidad".
Y se pronunciaron en contra de una mayor injerencia del Estado nacional en la esfera económica: "Los dichos referidos a una cada vez mayor intervención del Estado en actividades privadas no es una buena señal que genere confianza en los distintos actores económicos".
"Los mercados deben funcionar en forma transparente, con las debidas regulaciones y de manera consensuada con los sectores involucrados", puntualiza el texto.

Scibila comentó que los requerimientos de las compañías con asiento en Córdoba coinciden, hasta el momento, con los planteos promovidos desde el sector gremial. "Avanzamos hacia una mesa conjunta en la que estamos analizando todas las problemáticas. Necesitamos generar condiciones que nos permitan disminuir cualquier potencial conflicto laboral", dijo.
Freno de mano
La potencial pérdida de puestos de trabajo en Córdoba sumó un nuevo capítulo esta semana al conocerse que Volkswagen pondrá en marcha un programa de suspensiones y reducción salarial que afectará a 250 trabajadores.
Directos y representantes del gremio de los mecánicos (SMATA) rubricaron este plan el martes, tras una reunión que se realizó en la sede de la Secretaría de Trabajo provincial y que duró más de cuatro horas.
El acuerdo establece que aplicarán suspensiones rotativas para todo el personal de la planta cordobesa, y se reducirán los salarios hasta el 75 por ciento.

De esta manera, la firma automotriz se comprometió a no eliminar empleos en medio de la caída de la demanda que provoca la crisis financiera internacional.
Otro de los puntos establecidos es que se conformará una mesa de diálogo para realizar un seguimiento sobre la situación.
Por otro lado, se estima que Volkswagen pondrá en marcha, en los próximos días, un programa de jubilaciones anticipadas para sus trabajadores.
Patricio Eleisegui
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