La automotriz Chrysler se encamina de modo acelerado hacia la quiebra
El Departamento del Tesoro estadounidense está preparando una solicitud de protección por bancarrota para Chrysler, que podría ser presentada incluso la semana que viene, según informaron fuentes cercanas al diario The New York Times.
El Tesoro tiene un preacuerdo con la Unión de Trabajadores Automovilísticos, cuyos miembros tendrían garantizadas sus pensiones y beneficios sanitarios como condición de la declaración de quiebra, según las fuentes, que pidieron permanecer bajo anonimato.
Chrysler tiene hasta el 30 de abril para cerrar la alianza que negocia con la italiana Fiat y para eso buscan concesiones de los sindicatos y de los acreedores. Pero Fiat podría concluir la alianza con Chrysler mientras la estadounidense se encuentre bajo protección a causa de la quiebra.
Además, el New York Times afirmó que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá están preparados para proveer de ayuda financiera a Chrysler para operar durante el período en que se encuentre bajo protección por bancarrota.
El fondo, del que también se beneficiaría eventualmente General Motors (GM), sería de 40.000 millones de dólares y permitiría superar las primeras fases de suspensión de pagos.
Deudas
Aun así, queda en el aire la cuestión de qué pasará con los prestamistas de la empresa, a quienes debe un total de 6.900 millones de dólares. La misma está en manos de un grupo de instituciones financieras y hasta 40 fondos de inversión encabezados por J.P.Morgan Chase, Morgan Stanley, Goldman Sachs y Citicorp.
La última oferta del Gobierno daría a esos prestamistas 22 centavos por cada dólar, con un presupuesto de 1.500 millones de dólares, y un 5 por ciento de participación cuando se reorganice Chrysler, según Reuters.
Por su parte, un comité de prestamistas propuso a principios de esta semana recibir 65 centavos por dólar, y un 40 por ciento de participación.
Las tres soluciones
En este contexto, mientras los bancos deciden si quieren modificar su postura tras el aviso de la Casa Blanca, el problema de Chrysler sólo tiene tres soluciones, como señalaba el periódico "The Wall Street Journal":
- La primera es que todos los problemas se arreglen de aquí al 1 de mayo, Chrysler reestructure su deuda, reduzca sus costos laborales y llegue a un acuerdo definitivo con Fiat.
- La segunda opción es que los bancos se nieguen a torcer su brazo, lo que provocaría la declaración de suspensión de pagos de Chrysler.
- En este caso, Fiat podría formar una alianza con las partes rentables de Chrysler: la marca Jeep, la unidad de producción de monovolúmenes, la familia de camionetas Dodge Ram y los vehículos de tracción trasera Chrysler 300 y Dodge Charger.
China, ¿el salvavidas?
Recientemente, desde Chrysler comunicaron que planean abrir una planta de fabricación de automóviles en China, aunque no dio una fecha ni adelantó detalles.
Chrysler entiende que para ser "un actor significativo" en el gigante asiático tiene que manufacturar sus vehículos en China.
El vicepresidente de la compañía y director general en Asia y Pacífico, John Kett, reconoció que la capacidad de su empresa para progresar en China se ha visto "retrasada por el plan de viabilidad", aunque sabe que Asia juega un papel clave para compensar el descenso de las ventas de coches en EE.UU..

Otra automotriz en problemas
General Motors fue otra empresa que tuvo un día agitado, ya que anunció que durante los próximos meses planea suspender temporalmente las operaciones en 13 plantas radicadas en EE.UU., con lo cual reduciría la producción en 190,000 vehículos, mientras intenta la acumulación de inventarios.
La automotriz informó además que el cierre la ayudará a protegerse de una paralización no programada que la empresa teme podría producirse por las estancadas negociaciones con la fabricante piezas de autos Delphi Corp. (DPH), que se encuentra acogida a protección por bancarrota.
La decisión se tomó en momentos en que GM batalla por mantenerse a flote con los préstamos del Gobierno y enfrenta el plazo impuesto por el Gobierno del presidente Barack Obama para que la automotriz se someta a una drástica reestructuración o se acoja a la bancarrota para el 1 de junio.
El cese en la producción presionará aún más los ingresos de GM, con miles de millones de dólares en pérdidas en el peor ambiente para las ventas en décadas.
Hasta marzo, las ventas de GM habían caído un 40% respecto del año anterior. Los costos para continuar produciendo autos y camiones serán mayores. La automotriz está agobiada con el exceso de inventarios, los cuales ya han sido sometidos a pronunciados descuentos en los precios, según Expansión.com.
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