Shell sigue vendiendo sus mejores estaciones de servicio
Shell continúa recortando su presencia en la Argentina en lo que hace a venta de combustibles: la petrolera holando-británica está a punto de desprenderse de dos estaciones de servicio que se sumarán a la lista de bocas de expendio cerradas y convertidas en torres de departamentos, y que no fueron ni serán reemplazadas por otras.
Shell ya vendió una de sus ubicaciones premium, la estación de servicio de Libertador esquina Virrey Loreto, según afirma el diario ímbito Financiero en su edición de hoy.
También estaría cerca de venderse la ubicada en Figueroa Alcorta esquina Juez Tedín -en pleno Barrio Parque-, a pesar de que las dimensiones del terreno no permitirían edificar en altura y cantidad de metros.
Un vocero de Shell afirmó al matutino: "Todavía no está en los planes vender Figueroa Alcorta; estamos cambiándole los tanques, pero por ahora no tenemos interesados".
En cambio, Libertador ya tiene comprador: se trata de un grupo encabezado por el ex IRSA Fernando Barenboim, que dejó la firma de Eduardo Elsztain hace algunos meses para emprender proyectos propios.
Barenboim -que bautizó GES su flamante empresa- también está desarrollando dos proyectos de lofts: uno en Vicente López (en un predio que dejó vacante una fábrica textil) y otro en la ex planta de Revlon en Colegiales.
En Libertador hará 65 unidades y -según dice el propio empresario- "ya tenemos todo vendido; lanzamos un fideicomiso, y se vendieron todos los departamentos en una semana".
En relación con la de Figueroa Alcorta, el mercado le atribuyó la compra a RAGHSA, la desarrolladora que construyó las torres Le Parc en Palermo, Puerto Madero y Punta del Este. Sin embargo, Héctor Salvo, gerente general de la empresa que comanda Moisés Khafif desmintió de plano la posibilidad.
"Ya fue complicado lo de la estación de servicio DAPSA que compramos para levantar Le Parc Figueroa Alcorta. No podíamos dejar de hacerlo porque la fracción que ocupaba era parte del terreno en que se hicieron las torres, pero no tenemos en nuestros planes reincidir, a pesar de que nos ofrecen estaciones de servicio todo el tiempo", dijo el ejecutivo, en declaraciones reproducidas por el matutino mencionado.
Sucede que para poder construir encima de un predio que antes fue ocupado por un local de venta de combustibles hay que encarar un engorroso y caro proceso de curación de la tierra, algo que no todos los desarrolladores están dispuestos a hacer.
No parece haber sido el caso del grupo que construye las torres Mulieris en Juan B. Justo, que le compraron a Shell una de las naves insignia de su red de estaciones, la ubicada en Cerviño y Godoy Cruz, y están en pleno proceso de saneamiento.
También es el caso de Román Goldfarb, el joven empresario ex Grupo Chateau que se quedó con la Shell de Libertador y Olazábal. Tras la demolición, ya comenzaron las tareas de remoción de tierra, y la construcción de la torre (en este caso de oficinas) comenzará en las próximas semanas, detalla Ambito Financiero este jueves.
Una de las primeras Shell en venderse fue la que estaba ubicada en Pampa y Ramsay, frente a los bosques de Palermo. Tras la curación del terreno, los compradores comenzaron la obra hace algunas semanas.
En cambio, Barenboim deberá esperar al menos dos años para demoler la gasolinera de Libertador y Loreto. La escritura -firmada la semana pasada- prevé un comodato a favor de la petrolera para que ésta la explote durante ese lapso.
Antes, Shell ya se había desprendido de las estaciones ubicadas en Santa Fe y Aráoz (Botánico), avenida San Martín y Francisco Beiró (Devoto) y la de Corrientes y Riobamba, comprada por un grupo encabezado por los empresarios Mario Silberstein y Ernesto Lerner, que están levantando un megacomplejo de departamentos y oficinas que abarca el pasaje Enrique Santos Discépolo, ex Rauch.