iProfesionaliProfesional

El Estado vuelve al negocio telefónico después de más de dos décadas

Arsat tendría un rol de operador mayorista, y adjudicaría en las cooperativas de telecomunicaciones la función de un operador virtual móvil
06/09/2012 - 10:34hs
El Estado vuelve al negocio telefónico después de más de dos décadas

Casi 22 años después de la privatización de Entel, el Estado volverá al negocio de la telefonía.

Luego de varias marchas y contramarchas en el último año y medio, el Gobierno nacional resolvió no licitar una parte del espectro que dejó libre Movistar luego de la fusión de Movicom con Unifón en 2005 y se lo entregará a la empresa estatal Arsat, que se convertirá en un nuevo operador en el mayor mercado de las tecnologías de la comunicación, con casi 58 millones de líneas. 

De los anunciados realizados por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, no queda claro el lugar que tendrá Arsat, acrónimo de Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima.

Esta compañía es una especie de “Anses tecnológico” que comenzó siendo un fabricante y lanzador de satélites para luego sumarse al plan de conectividad Argentina Conectada y al de Televisión Digital Terrestre como proveedor de infraestructura.

De acuerdo a las fuentes consultadas por iProfesional.com, Arsat tendría un rol de operador mayorista, y adjudicaría en las cooperativas de telecomunicaciones la función de un operador virtual móvil (OMV).

Esta figura define a un proveedor de telecomunicaciones que ofrece servicios montado sobre la infraestructura de otro.

Las frecuencias que usará la compañía estatal permitirán al Estado también llevar conectividad a Internet a través de la telefonía móvil en lugares del país donde se reparten algunas de las 3 millones de netbooks previstas del programa Conectar Igualdad pero que carecen de vínculos de banda ancha a la red de redes.

Tampoco hubo definiciones sobre el origen de los fondos y recursos que Arsat necesita para montar la infraestructura necesaria para aprovechar las frecuencias que recibirá del Estado.

El mayor perjudicado de los anuncios oficiales fue Nextel, que aspiraba a conseguir una parte de las frecuencias que se licitaban para ofrecer nuevos servicios.

En cambio, Claro y Personal, que también pujaban en esa licitación, podrán seguir operando aunque con redes que en algunos puntos de los grandes centros urbanos se encuentran saturadas.

Lo concreto que es el Estado completó un círculo iniciado el 9 de noviembre de 1990, cuando el gobierno de Carlos Menem concretó su primera gran privatización, la de Entel, que prestaba el servicio al 95% de la población del país, y que fue transferida ese día a Telefónica y Telecom. 

http://www.youtube.com/watch?v=HN-affiwj6o

Licitación con idas y vueltasEn mayo de 2011, el Ministerio de Planificación Federal hizo el llamado a concurso público por las frecuencias que en 2005 comenzó a devolver Movistar, luego de comprar a su competidora Movicom.

Por un lado, respondía a las expectativas de los operadores que esperaban su llegada para ampliar la oferta de sus servicios, y por el otro, porque el Ejecutivo iba a recibir, en consecuencia, fondos.

Según los planes oficiales de ese entonces, en los próximos años habría inversiones por más de u$s2.500 M y se emplearán a unas 4.000 personas.

En ese escenario, el Ministerio de Planificación Federal esperaba recaudar un mínimo de u$s209 M, en la subasta de las dos bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico para servicios móviles.  Las frecuencias a subastar se subdividieron en tres áreas que cubren todo el país, y se ubican en las frecuencias de 1.900 y 800 MHz.

El comunicado oficial de mayo de 2011 apuntaba que la subasta generaría la posibilidad de "nivelar la competencia entre los prestadores existentes, las que pugnarán por igualar las disponibilidades de espectro y el ingreso de nuevos competidores".

Pero este miércoles 5 de septiembre, De Vido dejó sin efecto la licitación. “Vamos a definir de qué manera vamos a llevar adelante la explotación de estas frecuencias cuya rentabilidad va a quedar para todos los argentinos a través de Arsat”, dijo el funcionario en un acto en su cartera.

El ministro prometió que habrá “participación de cooperativas y pymes del interior, que hasta ahora hubiera sido imposible que siquiera soñaran prestar telefonía celular, que es la parte del negocio que tiene mayor rentabilidad”.

Luego de la evaluación de las ofertas se decidió dejar sin efecto el concurso público “por razones de oportunidad, mérito y conveniencia”.

Mediante la Resolución 71/12 se indicó que las frecuencias fueron asignadas a Arsat “en atención a su rol estratégico en la implementación de las políticas de Estado en materia de telecomunicaciones, radiodifusión e Internet, contando con el asesoramiento técnico de la Comisión Nacional de Comunicaciones".

La empresa estatal tendrá, según De Vido, “prácticamente un 25% de la frecuencia 3G, como sociedad anónima del Estado” y remarcó: "No va a tener una participación testigo sino una participación equilibrante en el mercado".

El ministro aclaró que “la decisión no es contra los grandes prestadores, sino que surge de un análisis de cómo era la situación en el mercado”.

En el concurso público se habían presentado Claro, Multitrunk (Grupo Roggio), Nextel, Personal (Telecom), Viettel y Superphone (del grupo Vila-Manzano), de las cuales se evaluó “la condición financiera y patrimonial que garantizara que iban a estar las inversiones para desarrollar el 25% de una frecuencia como la 3G”.

Claro “era la única con posibilidades patrimoniales y financieras” para obtener la adjudicación, pero que otorgar la frecuencia a un solo oferente “hubiera sido un proceso de concentración que finalmente terminaría en una situación de monopolio”.

El funcionario también volvió a apuntar contra la fusión entre Telefónica y Telecom. “Fue integración monopólica”.

“Los argentinos estamos hartos de los monopolios y no queremos generar situaciones que empresas que hoy tal vez no sean monopolios a la prestación de servicios, transformarlas en condición de tal”, dijo De Vido, quien adelantó que el Estado también participará en la explotación de la tecnología 4G. Y aunque aclaró que aún no está definido de qué manera, adelantó que será “con un esquema similar al del 3G”.

Arsat contaría en el norte del país con el 17% del espectro; en el Área Metropolitana (AMBA), el 22%, con frecuencias en 850 y 1900MHz y en la Sur, con el 20,5%.

La Secretaría de Comunicaciones tendrá 15 días para elaborar un plan junto con Arsat para la implementación de la red que considere a 79 cooperativas y pymes en la prestación del servicio.  

El Gobierno oficializó el cese del concurso para licitar frecuencias de telefonía móvil a través de la resolución 71/2012 publicada este jueves en el Boletín Oficial, "por razones de oportunidad, mérito y conveniencia".

También procedió a la devolución de las garantías de oferta presentadas por los oferentes, y a notificar a los participantes.

CooperativasDe acuerdo a lo expresado por De Vido, las cooperativas serían las grandes beneficiarias de los anuncios oficiales, porque podrían aprovechar las frecuencias que tendrá Arsat para brindar telefonía móvil en sus áreas de influencia.

Las cooperativas de telecomunicaciones quieren diversificar sus ingresos tradicionales, provenientes de la telefonía fija y los accesos a Internet, y apuntan a ofrecer servicios de telefonía móvil y televisión paga.

Mientras que en el caso de la TV están autorizadas por ley a hacerlo, y están dando los pasos para competir a los cable operadores tradicionales, en la telefonía móvil dependen de un vital elemento: las frecuencias radioeléctricas que administra el Estado.

Las cooperativas no pudieron participar en la licitación del espectro que quedó remanente luego de la fusión de Unifón y Movicom que derivó en 2005 en Movistar. 

Hasta el anuncio del ministro de Planificación Federal, estas organizaciones apuntaban a otras frecuencias que el Estado tiene disponibles: las de 1700 y 2100 Mhz, y las que quedarán libres luego del apagón de la TV analógica a fines de esta década.

Para demostrar que está en condiciones de ofrecer estos servicios, la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (Catel) presentó en enero los lineamientos de su proyecto de telefonía móvil basado en un sistema experimental GSM (sigla por Sistema Global para las Comunicaciones Móviles) y realizó una prueba funcional en tiempo real sobre una red de testeo montada en el Hotel Playas en la ciudad bonaerense de Pinamar.  

Puede leer más sobre esta tecnología en esta nota de iProfesional.com.

Se trató de un hecho inédito en el sector de las telecomunicaciones ya que fue la primera vez que se puso a prueba una red GSM cooperativa de telefonía celular.

La demostración, donde estuvo presente iProfesional.com, se realizó con equipos de redes importados especialmente por la cámara y con teléfonos móviles comunes y líneas fijas.

AnálisisDesde el Grupo Convergencia recordaron que el Poder Ejecutivo nacional planeaba contar con su propia red de telefonía celular, “no sólo para intervenir en el mercado móvil, totalmente desregulado, sino para usar como última milla del Plan Argentina Conectada. Siempre se mencionó que se utilizaría con tal fin la banda de 700MHz, pero encontró justificaciones para adelantar su idea”.

Según este análisis, al cual tuvo acceso iProfesional.com, los argumentos oficiales para dejar de lado la licitación es que “ninguna empresa nacional mostró interés o cumplió los requisitos de patrimonio neto suficiente para competir con las trasnacionales, con lo que las frecuencias que devolvió Movistar tras la compra de Movicom quedarían necesariamente en manos de compañías extranjeras”. 

Otro argumento “fueron las fallas en la calidad del servicio que mostraron los operadores privados. En los últimos meses a los ya acostumbrados reclamos de los usuarios se sumaron los cortes en las redes. Los recientes, de Movistar y Claro, fueron los más evidentes”. Pero existieron otros, parciales, en el interior del país de los que los que los medios nacionales, habitualmente, no dan cuentan.

De Vido consideró que Arsat está en condiciones de poner en marcha su telefonía celular 3G. “De esta manera varias provincias tendrán un apoyo importante para universalizar el servicio”, agregó.

El Grupo Convergencia apuntó que el Gobierno “encuentra serias dificultades para conectar rápidamente las escuelas que reciben la las computadoras del Plan Conectar Igualdad. Una red 3G propia podría paliar en algunos casos, provisoriamente, mientras llegan enlaces más robustos, esas  deficiencias que los operadores comerciales no están en condiciones de prestar”.

“No me parece mal, lo que falta es ver cómo se va a implementar”, resumió ante iProfesional.com el analista Enrique Carrier, quien apuntó sus interrogantes sobre cómo se relacionará la red de Arsat con las de Movistar, Personal y Claro.

Para este analista, el esquema más probable es que la empresa estatal fungirá como mayorista y las cooperativas como OMV, la primera con la infraestructura de conexión y las segundas, encargadas de la parte comercial. Con este modelo, las cooperativas podrán ingresar al negocio de la telefonía móvil sin necesidad de realizar inversiones multimillonarias. 

“Lo negativo de todo esto es que se podría haber hecho mucho antes”, afirmó Carrier, quien advirtió que Arsat deberá “partir desde cero” y que por lo menos deberá esperarse “un año y medio” hasta que sean los primeros frutos de estos anuncios.

En cuanto a Personal y Claro, señaló que pueden mejorar sus redes aunque no en la magnitud que pretendían con las frecuencias que se licitaban. “El gran perjudicado es Nextel, que ahora deberá esperar a la licitación de las frecuencias de 4G, para hacer su necesaria migración tecnológica”, afirmó Carrier.

Juan Gnius, consultor de Signals Telecom, atacó los argumentos oficiales sobre la concentración del mercado, porque incluso en el caso de Claro, el único oferente que hubiera pasado la licitación, “no podría haber adquirido más del 50%” de las frecuencias subastadas.

Este analista también descreyó de las posibilidades de los OMV, ya sean cooperativas o jugadores como Virgin, que pidió al Gobierno autorización para operador bajo esa modalidad. “Los OMV en ningún lugar mueven la aguja, no son competencia”.

Temas relacionados