La CEO de Yahoo, Marissa Mayer, decidió prohibir a los empleados del buscador trabajar desde sus casas.

El mensaje lo hizo llegar a través de la directora de Recursos Humanos, Reses Jackie, en una nota que asegura que "la comunicación y la colaboración son fundamentales así que debemos trabajar codo con codo, y por este motivo es crítico que estemos físicamente en la oficina".

Mayer ya mostró en otras ocasiones su preocupación por la colaboración entre equipos, y opina que es difícil reforzar esas conexiones si los colaboradores trabajan de forma remota.

Así que a partir de junio, los empleados tendrán que volver a fichar en las oficinas, por lo que algunos tendrán que reubicarse o incluso renunciar a su puesto.

En noviembre pasado, en su primera entrevista pública después de tomar las riendas de Yahoo, Mayer dejó claras sus tres prioridades: Dios, la familia y Yahoo, en ese orden. Sin embargo, fue muy criticada por regresar a su trabajo quince días después de haber dado a luz a su primogénito.

La prensa económica ha reaccionado rápidamente en distintos artículos de opinión en contra y a favor de esas declaraciones de Marissa Mayer, que afectan directamente a una tendencia que cada vez cobra más protagonismo en el mundo laboral.

Por ejemplo, Inc. dedica una noticia entera a desgranar los beneficios del teletrabajo, y apunta en otro a la inseguridad de Marisa Mayer como causa de la necesidad de tener a sus empleados controlados y sobretodo, cerca.

Además, el sitio describe el teletrabajo como una opción lógica que desmoraliza a la dotación tanto si actualmente trabajaban desde casa como si no lo hacían pero lo contemplaban como una opción de futuro.

En cambio, Market Watch cree que es una opción arriesgada pero necesaria. Como compañía pionera, necesita tener a máximo rendimiento su talento, y aprovechar las sinergias de la colaboración codo con codo. Y justifica el derecho de los managers a tomar esta decisión si creen que los trabajadores se están excediendo en la flexibilidad que ofrece el teletrabajo.