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¿Nuevo cepo?: tras debut del dólar turista, ahora temen por la "cuotificación" de paquetes

Los particulares deberán presentar más papelerío que acredite un viaje y las agencias pedir los billetes verdes a un Banco Central reticentes a entregarlos
25/03/2013 - 09:46hs
¿Nuevo cepo?: tras debut del dólar turista, ahora temen por la "cuotificación" de paquetes

En el sector turístico hay preocupación por los nuevos controles que se están implementando desde hace unos días.

En concreto, desde el BCRA se le está pidiendo a cada agencia un detalle pormenorizado sobre todos los clientes, incluyendo DNI, CUIT, destino, línea aérea y hoteles, entre otros datos.  

Así las cosas, empresarios temen que todo esto sea la antesala de futuras medidas y que haya "nuevas malas" para los argentinos que están planeando sus próximas vacaciones de invierno o, incluso, de verano.

De hecho, las alarmas están volviendo a sonar para los directivos de agencias de viajes.

Es que el Gobierno podría poner primera y avanzar en una medida que, de concretarse, implicaría una durísima estocada para el negocio: la "cuotificación" en la venta de paquetes turísticos.

En efecto: directivos de agencias temen que el Ejecutivo empiece a retacear la entrega de dólares a las operadoras de turismo, vía Banco Central, lo que podría derivar en complicaciones en el giro de divisas, fundamentales para pagar los servicios que éstas contratan en el exterior.

Y este pedido de información a las agencias sobre los argentinos que van a cruzar la frontera por parte de la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont, no hace más que alimentar los rumores. 

Así las cosas, y en una movida que podría implicar una suerte "cepo" al turismo, nadie descarta que el Gobierno pase a jugar su carta más polémica y a la vez más contundente para reducir el número de argentinos que cruzan la frontera y continúan "tarjeteando", pese al recargo del 20%.

De hecho, desde una agencia de viajes con influencia en toda la Zona Norte del Gran Buenos Aires y microcentro, y que maneja tres sucursales y un portal de venta online, confiaron a este medio que "desde el banco con el que operamos nos avisaron que efectivamente se están registrando muchas demoras desde el Central para poder obtener los dólares que necesitamos para realizar los giros a nuestros proveedores".

Si bien por el momento se trata de casos no generalizados, en el sector temen que, así como sucedió con el "cepo" al dólar -que con el pasar de los meses se fue intensificando-, con el tiempo esto se convierta en un mecanismo difundido y orquestado para acotar esta "fuga" de divisas vía agencias de viaje. 

De concretarse, implicaría un duro golpe para los operadores turísticos, ya que, de un sistema que venía funcionando de manera automática -como lo era la obtención de divisas para pagar en dólares los servicios contratados al exterior-, se pasaría a un "torniquete" mediante el cual el Gobierno regularía, según sus necesidades de divisas, a qué agencias habilitarles dólares y en qué cantidad, lo que derivaría en una lisa y llana "cuotificación" del negocio turístico. 

"Es como si a un paciente que está internado, cada tanto le interrumpan el funcionamiento del respirador. Si se avanza en esta decisión vamos a estar en problemas", disparó el gerente general de una empresa de turismo con más de una docena de sucursales en la Argentina.

Para los expertos, un eventual mecanismo que permita regular el flujo de divisas y así impedir que las agencias giren billetes verdes afuera para cancelar compromisos ya asumidos, derivará en numerosos efectos nocivos para la actividad, tales como: 

Falta de previsibilidad: un argentino podría tener que adaptar sus fechas para viajar en función de las posibilidades que tenga la agencia de conseguirle el paquete. 

Suba de tarifas: al haber un sistema de "cuotas" de paquetes, que se irían asignando de acuerdo con las necesidades de dólares del Ejecutivo, en el sector estiman que las agencias podrían comenzar a buscar algún tipo de cobertura ante una inminente escasez de divisas. Y esa cobertura consistiría en un aumento en los precios.

•Problemas para viajar en meses "pico": al contar con el control total de dólares, el Gobierno podría no aprobar ciertas operaciones en coincidencia con los momentos de mayor estacionalidad. 

La "ruta" del dólar turista

Para entender la dinámica del negocio, basta repasar el "circuito" en el que podría intervenir la administración kirchnerista, el cual funciona de la siguiente manera: 

1.La agencia de turismo vende un paquete a un cliente.

2.Luego, deposita pesos en una cuenta que posee en un banco local.

3.Posteriormente, esta entidad bancaria es la que debe gestionar ante el BCRA la conversión de esos pesos a divisas estadounidenses al tipo de cambio oficial.

4.Una vez aprobada la operación, el banco habilita dichos dólares a la agencia de turismo.

5.Finalmente, esta última gira ese monto a una cuenta en el exterior que posea el proveedor del servicio contratado desde la Argentina.

Así las cosas, cualquier demora en el punto 3, es decir, el que rige la entrega de divisas por parte del BCRA, implicaría enormes dificultades para las diferentes agencias. 

Todas las fuentes consultadas por este medio fueron taxativas en que, fiel al estilo K, de avanzar en esta dirección, no habrá ninguna normativa escrita que respalde esta medida.

En este contexto, el economista Tomás Bulat consideró que retacear divisas al sector turístico "es una medida esperable porque está dentro de la lógica del Gobierno. De hecho, el paralelo se disparó como consecuencia de que el mercado espera más restricciones, nunca menos".

Por su parte, el analista Fausto Spotorno, del Estudio Orlando Ferreres, sostuvo que una directiva de esta índole "no parece ser algo que no pueda llegar a hacer el Gobierno. Como sucedió con el mercado del dólar, que empezó con algunas pequeñas regulaciones y derivó en un esquema en el que nadie tiene certeza sobre si puede acceder o no a las divisas".

En buen romance, para los expertos, el sistema de cupos para la venta de paquetes turísticos, podría pasar a tener una dinámica similar a la que se le viene imprimiendo a la entrega de billetes verdes al tipo de cambio oficial que gestionan aquellos argentinos que desean viajar.

Demás está decir que esta operatoria está plagada de complicaciones: o se otorgan montos menores que los que realmente una persona está en condiciones patrimoniales de adquirir o, de un momento al otro, "sospechosamente" se cae el sistema y no se pueden procesar más solicitudes.

Así, con trabas del tipo "sin querer queriendo", el Gobierno logró desalentar a muchos argentinos a realizar una larga peregrinación para obtener menos de u$s100 por día. 

Y cada vez más expertos aventuran que éste justamente podría llegar a ser el "modus operandi" del BCRA para con los bancos y agencias que pujan por los dólares que deben girar afuera bajo el concepto "turismo": en momentos habrá más divisas, en otros no tanto, y así sucesivamente hasta consolidar un imprevisible sistema de "cuotas" otorgadas a las agencias para la venta de paquetes. 

En este contexto, la avanzada de la AFIP en investigar a una gran cantidad de empresas del sector no hace más que confirmar cómo el Gobierno ha puesto la lupa sobre esta actividad. 

El recargo, otro as bajo la manga

Para los empresarios, la tasa extra del 20% que aplica el Gobierno pasó a ser un "mal menor", dado que la "regla" indica que a muchos argentinos no les preocupa tanto pagar un poco más como sí el temor a no poder acceder a un bien o servicio determinado. 

En este contexto, la irrupción del "dólar turista", no hace más que acrecentar la desconfianza de que el recargo inicialmente aplicado pueda ir incrementándose conforme transcurra el tiempo y según las necesidades de dólares por parte de la administración K. 

Sucede que, en la medida en que se mantenga la enorme brecha entre el blue y el oficial, el interés de los argentinos por viajar permanecerá invariable.

Es que al comparar cotizaciones, no tienden a pensar cuán alto está el dólar turista respecto del oficial sino en cuán bajo se ubica en relación con el paralelo.

El tema ahora está centrado en los "tiempos" que manejará el Gobierno para avanzar con esta medida: hay quienes aseguran que será antes de las vacaciones de invierno, para desalentar la salida de argentinos en una fecha clave y, paralelamente, recaudar más. Otros, en cambio, opinan que las correcciones llegarán post elecciones de octubre, para evitar un efecto negativo en el humor de la sociedad.

En este contexto, Bulat aportó una visión inquietante: "El 15% de recargo duró seis meses. El 20% va a durar dos. Se vienen más ajustes al alza".

Por su parte, el economista Eduardo Levy Yeyati, docente de la universidad Di Tella y ex banquero de inversión, envió un fuerte mensaje a través de su cuenta de twitter: "Anticipo: en los próximos 12 meses el impuesto a la compra en dólares volverá a subir. Después no digan que no avisé".

Otro foco de preocupación es que, paralelamente, el Gobierno también instruya al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para que comience a exigirle a las agencias del viaje el polémico plan "1 a 1", mecanismo por el cual una empresa está obligada a compensar cada dólar girado al exterior en concepto de importación con uno de exportación, de modo de tener una cuenta "superavitaria". 

¿Posible efecto manada? El miedo ante un eventual nuevo ajuste, lógicamente, está calando hondo en el humor de los argentinos.

Si bien hay que evaluar con qué velocidad va a ser asimilado este recargo del 20%, no son pocos los operadores que advierten que, a causa de eventuales futuras medidas, podría sobrevenir un comportamiento tipo "efecto manada", es decir, un creciente número de argentinos buscando acceder a un "dólar turista" a un precio que actualmente es tentador, considerando la disparada del blue. 

El problema es que, ante una mayor demanda de dólares en concepto "turismo", el Gobierno se vería obligado a ser menos flexible en la política de entrega de divisas a las agencias, retroalimentando así un círculo vicioso.

Cuotificación, encarecimiento del "dólar turista", plan "1 a 1", aporte de mayor documentación... son muchas las herramientas que tiene el Gobierno a mano para desalentar la salida de argentinos fuera del país. Esos mismos argentinos que se preguntan si acaso el verano pasado no fue el último en el que pudieron darse ese gustito de gritar, a viva voz, el "deme dos" en un shopping de Miami.