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Con las elecciones ya en la mira, empresas pisan el freno y rediseñan su estrategia de capacitación

La inversión para formar al personal se concentra en aspectos clave del negocio y se abandonan los posgrados como premio para el desarrollo individual
07/06/2013 - 10:10hs
Con las elecciones ya en la mira, empresas pisan el freno y rediseñan su estrategia de capacitación

Bien lo saben las consultoras y expertos en gestión de capital humano: cada cuatro años en al Argentina, la inversión de las compañías en capacitación se vuelve inversamente proporcional a cuán cercana está la fecha de las elecciones.

Así, la incertidumbre respecto a lo que sucederá después de los comicios de octubre mantiene "freezados" varios proyectos, y el área de formación no es la excepción. La estrategia parece ser la de "esperar y ver qué pasa".

Al factor de las urnas, en esta oportunidad se suman las bajas expectativas que las empresas tienen sobre su propio crecimiento y rentabilidad, en un año para el cual los números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) auguran optimistas que el Producto Bruto Interno crecerá un 2,7%, según el informe de mayo. No obstante, algunas consultoras privadas, como la Fundación FIEL, estiman una cifra cercana a la mitad.

Pero a diferencia de lo que sucedió en recesiones anteriores, las empresas no recurrieron al camino más corto, el de las desvinculaciones de personal, sino por el contrario, el de reducir costos lo más posible para evitarlas. Y en este esquema, la capacitación fue una de las primeras víctimas.

El freno parece ser importante y generalizado para casi todas las industrias y sectores. Desde una firma consultada por este medio lo graficaron de la siguiente forma: "El año pasado para esta época dictábamos un promedio de ocho cursos semanales. Este año, con suerte llegamos a dos".

Y el "golpe" llega hasta las compañías líderes: de las 150 grandes empresas que participan de la encuesta mensual de SEL Consultores, en abril un 16% declaró que disminuirá su inversión en capacitación este año. "Es un porcentaje muy importante, y en la mayoría de los casos se debe a la necesidad de realizar recortes de gastos", evaluó su directora ejecutiva, María Laura Calí.

Más aún, "sólo un 23% confirmó que aumentará su presupuesto para esta área en 2013, cuando en 2012 el porcentaje era el doble, un 46%", agregó. En ese marco, según la experta de SEL Consultores, "hay una acentuada expectativa hacia la mantención en el 61% de las empresas".

El impacto llega además a todas las modalidades de enseñanza. Diego Lijavetzky, director general de la consultora Actívica, especializada en soluciones en línea, notó una desaceleración en la puesta en marcha de los planes de formación corporativa y una reorientación de la inversión hacia las áreas o temáticas core de cada organización.

"Puede darse el caso de postergaciones puntuales, sobre todo en aquellas acciones ligadas a una nueva iniciativa o proyecto empresario que también ve frenado su lanzamiento, esperando a que ‘bajen las aguas' y esté más claro el panorama socio-político", indicó el directivo de Actívica, aunque también aseguró que las empresas de e-learning ven incrementada la demanda en escenarios de incertidumbre, debido a que es "mayor la búsqueda de las empresas de soluciones reutilizables y con menores costos operativos".

Mantener la competitividad

El campo de la formación de capital humano parece estar presenciando un cambio de óptica en la Argentina: las compañías están afinando el lápiz para dedicar sus esfuerzos a aquellas temáticas que se relacionan directamente con los objetivos del negocio.

"Lo que está cambiando es que ahora las que contratan programas in company piensan dos veces a qué población dentro de la empresa le va a tocar el beneficio, y se lo dan a la gente con verdadero potencial de crecimiento", contó Mariano Bergman, director de Educación Ejecutiva de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Aunque aclaró que incluso en este escenario, UTDT tuvo récord de inscriptos en el MBA, la Maestría en Finanzas y cursos de educación ejecutiva.

"Las firmas invierten en capacitar pero en algo que la empresa necesita, no en lo que al empleado le gusta. Y así además les sale menos", explicó Bergman.

En el Instituto Madero, dedicado a la formación de mandos medios, reconocen que algunas de las empresas que suelen inscribir cada año a sus profesionales en los cursos para particulares, mantienen suspendido este beneficio hasta después de las elecciones de octubre. "Hay una merma en las inscripciones a los programas abiertos en todo el mercado. Pero nosotros tuvimos un alza en los cursos in company, porque las empresas prefieren armar cursos más globales antes que capacitar a unos pocos empleados", dijo a Campus-iProfesional Pedro Univaso, director del Instituto.

En la misma línea, María Noel Carrizo, directora de TKT Training and Consulting, analizó que "lo que se recortan son más que nada los programas ‘nice to have', como los de coaching u oratoria, y los programas a corto plazo". También, aseguró, se ponen en pausa el financiamiento de posgrados y maestrías como incentivo para los mandos medios y gerenciales.

"La prioridad está en los programas de mediano plazo que sirven para no perder la competitividad, y para eso se enfocan en las capacitaciones vinculadas al core del negocio", añadió Carrizo, quien recomienda no recortar por completo los planes de formación ya que "en el mediano plazo se siente el impacto en la rentabilidad de la compañía".

Creatividad frente a lo incierto

El refrán popular indica que cuando "Dios cierra una puerta, abre una ventana". Así, mientras las empresas dan de baja los premios de capacitación para desarrollo personal, el sector encuentra "una ventana" en los programas más pedidos para sobrellevar este escenario incierto.

Según detalló Bergman, las compañías que están invirtiendo mucho son las que quieren fidelizar a su público y a sus proveedores, ofreciéndoles cursos en lugar de pagar un evento o un viaje. "Las empresas piden más los programas que tienen que ver con innovación, creatividad y el estudio del comportamiento humano, que serán un 70% frente al 30% que pueden representar hoy los de habilidades técnicas o duras", diferenció.

También en TKT denotaron una especie de "resurgir" de lo que se conoce como programas de resilencia, es decir, aquellos que sirven para encontrar soluciones en tiempos de crisis. En etapas como estas, "es clave trabajar la flexibilidad, el manejo de grupos, el liderazgo para situaciones complejas, la creatividad", listó Carrizo.

"En los últimos meses observamos un creciente interés por programas de formación en estrategias comerciales y en cursos sobre normas corporativas y compliance", dijo por su parte Lijavetzky desde Actívica.

Y en Instituto Madero notaron otra tendencia: "Se llenan rápidamente los programas y seminarios más cortos, que además de permitir recortar los costos y no requieren que la gente se aleje mucho tiempo del trabajo", indicó Univaso.

Por último, desde Di Tella aseguran que también son más los particulares que se inscriben por su cuenta en los distintos programas, sin asistencia de la compañía en la que se desempeñan. "Como la plata guardada en el colchón pierde valor y no es tan fácil atesorar en moneda extranjera, así como la gente decide cambiar la casa o el auto, gasta también en su propia formación", aseguró Bergman.

En este sentido, todos los especialistas consultados coincidieron en que el año cerrará de forma positiva y que la merma que se detectó en las inversiones de las empresas no es tan profunda como la del 2001 o 2009. "Este año hay elecciones pero con la coyuntura argentina siempre hay algún problema. Pueden pasar muchas cosas pero siempre lo que más influye en el mercado es el tema económico, y este es un año electoral pero tranquilo en ese sentido", dijo Univaso.