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Cristina pidió no boicotear Pro.Cre.Auto y criticó el esquema exportador: "Las casas matrices nos trasladan sus crisis"

La mandataria señaló que "parece mentira que en un esquema capitalista haya gente que quiera comprar autos y empresarios que no quieran vender".
11/09/2014 - 10:08hs
Cristina pidió no boicotear Pro.Cre.Auto y criticó el esquema exportador: "Las casas matrices nos trasladan sus crisis"

"Procreauto es un instrumento para dinamizar el mercado interno. Si no se boicotea estamos en condiciones de acercarnos al mismo nivel de ventas del año pasado", de medio millón de vehículos, porque "hay mucha gente que quiere comprar su auto", aseguró la jefa del Estado en el discurso central por el Día de la Industria en el predio de Tecnópolis.

Ante un auditorio compuesto por alrededor de 3.000 empresarios, Cristina -en un discurso que se extendió por espacio de 50 minutos- insistió en la importancia de sostener el mercado interno, y tras reseñar los términos de la reunión que mantuvo días atrás con ejecutivos de las automotrices locales, reconoció que no todos los responsables de estas empresas tuvieron "similar comportamiento" en cuanto a los resultados del sector.

"Parece mentira que en una sociedad capitalista haya gente que quiera comprar autos y empresarios que no quieran vender", alertó, tras lo cual instó a los empresarios a que "vendan a quienes los quieran comprar".

Tras considerar la escasa diversificación de las exportaciones de la cadena automotriz, con 86% de los envíos concentrados en Brasil, sostuvo la necesidad de "revisar las políticas de las casas matrices, que son las que determinan ese esquema exportador y que "nos quieren trasladar sus crisis", afirmó.

Al respecto, según consignó la agencia Telam, enfatizó que la concentración de las ventas a Brasil determinó que la menor demanda de ese país impactara más negativamente en la performace de la industria en general.

"Si sacáramos la caída del complejo automotriz hoy la industria crecería 1,2 a 1,5 por ciento", estimó. Y evaluó que la retracción del sector fue "tan brusca" que en su ponderación "arrastra a la totalidad de la industria".

La mandataria, llamó entonces a los empresarios a "apuntalar a las autopartistas" porque son Pymes que "generan trabajo con altísimo valor agregado".

Para ello, marcó la necesidad de revisar los acuerdos de cupos de integración de autopartes nacionales en la producción de vehículos.

Además, pidió a las automotrices que ayuden "al eslabón más débil de la cadena", las Pymes autopartistas, pactando contratos "más largos para que puedan tomar créditos y se pueda crear una industria nacional fuerte".

"Una industria automotriz requiere autopartistas prácticamente pegadas a sus terminales" para que al menos en "un 40 o 50 por ciento" de cada unidad tengaautopartes locales, de manera de que la industria sea "más competitiva con autos más baratos", explicó.

"Si así pasara, como ocurre en Estados Unidos, la gente cambiaría los autos con mayor frecuencia", evaluó e insistió en "sostener fuertemente el mercado interno" ante el escenario de un mundo que "se está recalculando a la baja".

Una previa cargada de conflictosDespués haber atravesado los días más tensos con el Gobierno, los principales directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) intentan recomponer la relación con la Presidenta.

Se calcula que estuvieron presentes unos 3.000 empresarios en Tecnóplis, donde estuvieron dispuestas unas 300 mesas a $1.200 la tarjeta, un 20% más que el año pasado.

La comida obligó cancelar una celebración de los industriales de la provincia de Buenos Aires, dirigidos por Osvaldo Rial y organizada para que Scioli fuese el orador estrella a razón de $500 la tarjeta.

El acercamiento entre la UIA y el Ejecutivo llegó en las últimas horas. Disconforme con las últimas decisiones económicas que todavía no alentaron un repunte de la actividad y con el nuevo proyecto de Ley de Abastecimiento, la entidad conducida por Héctor Méndez estaba decidida a no ir, pero dos llamados y una promesa bastaron para que cambiaran de decisión.

Según trascendió, funcionarios de la Casa Rosada prometieron a los industriales que en el encuentro iban a ser recibidos a solas por la jefa de Estado para que puedan expresar sus reparos a la propuesta de reforma de la ley de Abastecimiento.

Los líderes de la industria, habían disparado artillería pesada contra la iniciativa oficial que permite un control estatal sobre costos, precios y ganancias privadas.

La semana pasada el proyecto avanzó en el Congreso, tras recibir media sanción en el Senado, lo que despertó una mayor preocupación en el empresariado.

En ese contexto, Méndez había señalado que, tal como están dadas las cosas en la Argentina en materia empresarial, sobre todo a partir del avance del proyecto de ley, "no hay nada para festejar".

El líder de la UIA fue más lejos y comparó la disciplina de los legisladores ("una tropa de lealtad incuestionable, que levanta la mano") con "la dictadura y la famosa obediencia debida".

Las declaraciones del capitán de la industria no pasaron inadvertidas para el Gobierno que rápidamente, a través de funcionarios de primera línea, salió a cuestionarlo.

Entre ellos, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó los dichos como "una falta de respeto" y "una acusación temeraria".

En paralelo, la Presidenta acusó a los dirigentes fabriles de "encanutar autos" y de esa manera boicotear el plan de créditos oficiales para la compra de 0Km Pro.Cre.Auto.

En tanto, Cristina los responsabilizó por el fuerte déficit comercial generado por el elevado nivel de importaciones de autopartes.

El sector automotor está en el ojo de la tormenta, con la caída de la demanda y una producción prácticamente paralizada con suspensiones y despidos.

Por otro lado, las restricciones fiscales y cambiarias han hecho que las industrias exportadoras no hayan recibido compensaciones por reintegros durante todo el mes de agosto, mientras que las que necesitan importar insumos no pueden acceder a las divisas en el Banco Central.

Ante un panorama recesivo, el Gobierno inició esta semana un raid de reuniones con los empresarios automotrices.

Luego de que el lunes se viviera la jornada más tensa -la Presidenta les dijo que no soñaran con obtener divisas para importar componentes- los ejecutivos del sector volvieron a dialogar con los ministros de Economía Axel Kicillof y la ministra de Industria Débora Giorgi.

En el encuentro se resolvió que a partir de este viernes el Gobierno comenzará una serie de reuniones bilaterales con las empresas del sector para definir aspectos de la segunda parte del programa Pro.Cre.Auto, que el la Casa Rosada pretende extender hasta fin de año.

De acuerdo con fuentes oficiales el Ejecutivo busca que el plan de financiamiento para la adquisición de autos, cuya primera etapa vence el 24 de septiembre, se prolongue por otros 90 días, aunque admitirán un ajuste en los precios de las unidades ofertadas.

Para definir los detalles y la adhesión al programa, este viernes se iniciará una "ronda empresa por empresa", donde se comenzarían a definir modelos y valores a incorporar.

El plan choca con la inclinación de los consumidores esperar el inicio de 2015 para comprar un auto.

El encuentro que se desarrolló este miércoles fue una continuación de aquel que el lunes encabezar la mandataria en Casa de Gobierno y que terminó a altas horas de la noche, tras reproches entre las partes por la caída de la actividad en el sector y la prolongación de la suspensión de trabajadores.

"Hoy se vivió un clima más distendido y se empezó a hablar de buscar soluciones. Fue diferente a lo del lunes donde la discusión tuvo otro tono", revelaron voceros ministeriales que participaron de la reunión que se realizó en el Salón Belgrano del Ministerio de Economía.

Interna industrialEl martes hubo una tensa reunión del comité directivo de la UIA y se trazó una línea divisoria entre los empresarios que se negaban a asistir, sobre todo tras el impulso oficial a la ley de Abastecimiento que es leída como una ley de control de empresas. Esa línea estuvo encabezada por José Ignacio de Mendiguren.

Del otro lado y liderados por el vicepresidente de la entidad, José Urtubey, estaban los que sostenían que había que marcar presencia.

Sin embargo, Urtubey no acompañará este miércoles a Méndez a Tecnópolis ya que el jueves por la noche se embarcó a Roma para una audiencia privada con el papa Francisco.

Los que plantearon que irían son Juan Carlos Sacco, de los gráficos; Carlos Garrera de Adimra; Miguel Sayed de los industriales bonaerenses; Guillermo Moretti, de Santa Fe, y el presidente de la Fundación ProTejer, Jorge Sorabilla, quien despotricó contra el Gobierno pero anticipó que iría a la cena.

El resto, entre los que se incluyen a Adrián Kaufmann, de Arcor; Daniel Funes de Rioja (COPAL); Luis Betnaza (Techint); el secretario y diputado por el Frente Renovador, José Ignacio de Mendiguren; Miguel Acevedo (AGD y UIC) y Guillermo Padilla, no estarán presentes.

El presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi, criticado vía Twitter por Cristina Kirchner esta semana, había dicho que no asistiría, pero cambió de parecer, luego de una tarde de negociaciones para prorrogar hasta fin de año el plan Procreauto.

Según adelantaron fuentes oficiales, los ajustes de precios de los autos no superarían el 5%.

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