La experta tecnológica Ana María Andrada analizó en esta entrevista de iProfesional la herencia tecnológica que dejarán las administraciones kirchneristas al próximo Gobierno que asumirá el 10 de diciembre.

Directora del Centro Blas Pascal, de Investigación y Desarrollo en Educación Tecnológica, Andrada (en la foto inferior) es profesora titular e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA). 

Escritora de libros transmedia científico-tecnológicos (PAwS, Public Awareness of Sciences), es vicepresidenta para América latina de EdistoPress Consulting & Publishing (NASA). 

-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las TIC?-Desde mi experiencia en distintas gestiones a través de los años, creo que en el período 2003 hasta la actualidad las TIC se priorizaron en varios niveles: Ley de Industria y Promoción de Software con su correspondiente reglamentación, el Programa Conectar Igualdad, la continuidad en la informatización del Estado, con casos destacables como Anses, AFIP y Ministerio de Economía, Argentina Conectada, Argentina Digital/AFTIC, TDA (Televisión Digital Abierta).

Las acciones y resultados no son homogéneos, como tampoco lo son los avances estratégicos, pero es indudable que las TIC se consideraron una política de Estado, con acciones en consecuencia, a nivel económico, político y social, que marcan un hito positivo comparado con gestiones anteriores.

Es importante señalar que la agenda digital fue consensuada con actores públicos y privados: funcionarios, empresarios, académicos, expertos en el tema y miembros destacados del sector. 

Se generaron en este período organizaciones como la Fundación Clementina, que tienen claramente identificado lo hecho y lo que se debe hacer en el futuro.

-¿Cuáles son las materias y retos pendientes en cuanto a las TIC que recibirá como herencia el próximo Gobierno?-Es diferente según el ámbito específico: si se trata del programa Conectar Igualdad, que fue un poderoso motor para promover el acceso masivo a las TIC, enfrenta ahora qué hacer con la brecha de uso. 

Todos acceden pero es necesario generar capacitación para promover usos mucho más productivos e inteligentes de las TIC en la educación. 

Cuando se gestó el proyecto, los expertos fuimos convocados y escuchados, eso fue muy bueno.

Luego Intel hizo un estudio minucioso sobre el software para "vestir" a las netbooks (fui country manager de Intel Brasil para completar esa etapa): con conectividad o sin ella las máquinas podían ser usadas significativamente. 

La próxima etapa es mejorar ostensiblemente la conectividad y profundizar la capacitación para crear un hilo de sentido que achique la brecha de uso. Eso es estratégico para este programa.

En cuanto a la informatización del Estado y su correlato en la construcción de ciudadanía digital, creo que el avance sostenido en este sentido es un modo estratégico de desmontar burocracia y aportar transparencia a la gestión gubernamental.

Hay que seguir trabajando en la jerarquización del CONICET, la repatriación de científicos que se ubicaron en la Argentina en proyectos de innovación estratégicos (cuando escribí mi libro Nanotecnología, descubriendo lo invisible, descubrí que gran parte de los proyectos de nanotecnología en la Argentina eran desarrollados por científicos del Plan Raíces), profundizar la gestión del Mincyt (Ministerio de Ciencia y Tecnología, creado en esta gestión).

Desde ya, resolver los problemas subsistentes en materia de telecomunicaciones, para estar definitivamente a la altura de la era digital, en las cuales las TIC atraviesan a todas las áreas de la actividad humana. 

Como digo en el prólogo de mi libro Tecnologías de la Información, la Comunicación y la Conectividad: "el futuro está aquí y es digital".

-¿Qué consecuencias tecnológicas y económicas genera la falta de resolución de estos temas pendientes?-En un tiempo donde lo único permanente es el cambio, se puede pensar con qué y cómo se hacen las cosas, no si se hacen o no.

El "para qué" se hacen tiene una respuesta simple de enunciar: para hacerse cargo de la inclusión en el mundo, pensando a la globalización como el proceso más complejo que el hombre jamás haya enfrentado, desde los inicios de la historia de la humanidad.

En cuanto a las consecuencias económicas, no destinar recursos estratégicos a hacerse cargo de un escenario complejo de economías intangibles, basada en objetos de información, con su propia dinámica y sus propias leyes, es claramente demencial.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélite Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación a las TIC registradas en esta última década?La Argentina es un país espacial, así como Brasil, EE. UU. y Canadá dentro del contexto de las tres Américas. 

Eso significa que tiene programa espacial, que lleva adelante la Conae (Comisión Nacional de Actividades Espaciales). 

La construcción de satélites de observación de la Tierra (Serie SAC, con el SAC-D actualmente en órbita en un proyecto conjunto con la NASA, el Aquarius - SAC-D), la ha colocado en una posición de gran consideración en el escenario aeroespacial mundial. 

Trabajo para la NASA hace mucho tiempo desarrollando materiales científico-tecnológicos de aprendizaje para los cuatro programas espaciales de las Américas y en mis viajes periódicos y permanentes observo la importancia que le da la NASA a todo lo que hace con la Argentina en este momento. 

Está presente en sus carpetas institucionales que se entregan en los museos aeroespaciales, por ejemplo, como asimismo en el merchandising que producen como material de difusión de sus acciones y programas. 

También ha premiado recientemente a los equipos de trabajo argentinos de Invap.

La serie Arsat forma parte de este desarrollo satelital desarrollado por Invap en Bariloche.

Invap es uno de los ocho lugares en el mundo que producen sus propios satélites geoestacionarios.

Debido a su crecimiento en áreas de desarrollo y proyectos, en los últimos años multiplicó sus científicos en una relación de 1 a 4. Sería muy importante continuar esta obra.

-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?-Este programa hizo migrar a la Argentina de la brecha de acceso a la brecha de uso. No hay que caer en el error de pensar que el buen uso solo depende del acceso a la información vía Internet. 

Es necesario revisar el software instalado en las netbooks a la luz de las necesidades actuales, profundizar en los proyectos de programación de computadoras y la robótica, para hacerse cargo del paradigma STEM (Science, Technology, Engineering & Math), en los cuales estamos trabajando en conjunto con EE. UU. desde el centro que dirijo (Centro Blas Pascal I+DTE), para hacer de la apropiación científico-tecnológica por parte de los niños y adolescentes un factor clave de inclusión social. 

Una ciencia y una tecnología que ya no más están reservadas para los "dotados", sino potencialmente para todos aquellos que avancen en sus estudios dentro de un escenario "minds on, hands on" o, para que se entienda, de "pensar y hacer". 

Comprometer a los docentes en una mayor capacitación, crucial para ellos mismos y para hacerse cargo de su labor docente. Y promover programas de trabajo directamente con los alumnos, para no dilatar estos procesos, que hoy son perentorios y dilemáticos.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?-Revisar el programa integralmente y avanzar sobre la fabricación de componentes y no solo el ensamblaje de dispositivos digitales. Hoy se piensa en las tecnologías como cadenas de valor en sí mismas. 

Pensar que lo que fue un avance en otra etapa del desarrollo tecnológico del país, necesita en el este momento de un repensar sobre todo los objetivos en un escenario dominado por las economías intangibles, complejo y sensible a cambios vertiginosos en el tiempo.