Cómo es la "versión recargada" del 4G, la banda ancha móvil que ya se despliega en la Argentina

Mientras el Gobierno nacional mete presión a las empresas de telecomunicaciones para que aceleren el paso a la telefonía móvil de cuarta generación (4G), los operadores trabajan en el despliegue del próximo paso en el desarrollo tecnológico: la banda ancha móvil bajo la tecnología LTE Avanzado (LTE-A).

Según la definición del 3GPP (sigla por Proyecto Asociación de Tercera Generación, que integran grupos de asociaciones de telecomunicaciones), es la evolución natural de las redes LTE que actualmente son desplegadas alrededor del mundo. 

La llegada de esta tecnología traerá consigo varios beneficios entre los cuales se puede mencionar que alcanza velocidades pico teóricas de hasta 1,2 Gbps en el enlace de bajada (downlink) y de hasta 568 Mbps en el enlace de subida (uplink).

Aparte de hacer un uso más eficiente del espectro radioeléctrico, habilita la agregación de portadoras (“Carrier Aggregation”, por su nombre en inglés) que permite a los operadores combinar distintos bloques de espectro radioeléctrico para brindar tasas de transferencia mucho más elevadas.

Se obtiene así más flexibilidad para administrar un activo limitado como son las frecuencias de radio, según explicaron a iProfesional desde 5G Américas, una organización compuesta por proveedores de servicios y fabricantes de la industria de las telecomunicaciones. 

Aunque hoy en América sólo existen ocho redes comerciales LTE-A (tres en Canadá, cuatro en Estados Unidos y una en Puerto Rico) en los últimos 12 meses se llevaron a cabo múltiples pruebas de esta tecnología en mercados como la Argentina, Chile y Brasil. 

“Es de esperar que estos mercados junto a Colombia, México y Uruguay lideren el despliegue de LTE-A en América Latina”, destacó 5G Américas. 

Mejoras y 5G
Un adelanto significativo presente de LTE-A tiene que ver con las mejoras realizadas a las capacidades de antena. 

Utilizando técnicas de transmisión MIMO (Multiple-input Multiple-output), esta tecnología es capaz de comunicar las estaciones base con los dispositivos en varias capas, contribuyendo también a brindar velocidades de transmisión más elevadas y un uso más eficiente del espectro. 

Otro aspecto favorable para la rápida adopción es ser compatible con los dispositivos 4G actuales.

También ofrece soporte a redes heterogéneas (HetNet), un concepto fundamental en el despliegue de redes de próxima generación, que combina las macro-celdas de las estaciones base tradicionales con las denominadas “celdas pequeñas” (small cells), incluyendo pico-celdas o metro-celdas y femto-celdas —estaciones base de menores dimensiones y alcance—. 

LTE-A continuará evolucionando a través del denominado LTE-Advanced Pro mientras continúan los trabajos de normalización y pre-estandarización de las tecnologías IMT-2020 (popularmente denominada 5G). 

Se prevé que las tecnologías 5G estandarizadas serán interoperables con las redes LTE-A actuales. 

Argentina
José Otero, director de 5G Américas para América latina y el Caribe, destacó que “la asignación de espectro para servicios móviles fue un catalizador para el increíble crecimiento de LTE" en la región. 

“Un año después de la asignación de nuevo espectro en Argentina, el país está próximo a tener el 10 por ciento de penetración en LTE. El crecimiento se vio impulsado por inversiones importantes de operadores que buscaban expandir su huella y acelerar la adopción masiva de esta tecnología”, resaltó.

Para el consultor Enrique Carrier, “sin dudas, la Argentina llegó tarde a la cuarta generación de telecomunicaciones móviles”.

“Esto fue consecuencia de una significativa demora por parte de las autoridades del área de la gestión anterior en asignar el espectro necesario para su implementación”, explicó.

“Pero una vez que esto ocurrió, a fines de 2014, la aceleración tanto en el despliegue de la red como en la disponibilidad de terminales aptos hizo que en un año la Argentina se ubicara entre los tres primeros países de América latina en cuanto a la adopción de esta tecnología”, dijo Carrier.

Si bien la red es la piedra basal para el desarrollo de 4G, para este analista “los terminales son igualmente importantes, ya que en definitiva son el punto donde termina la red”. 

“Tanto red como terminales son necesarias para que el servicio se materialice”, expresó Carrier, quien elogió “el avance que se produjo en términos de producción en Tierra del Fuego”.

“El 2016 presentará un nuevo salto en la producción de equipos 4G ya que las principales marcas apuntan a que éstos estén presentes en el 100% de su portafolio de productos para el mercado argentino. Adicionalmente, si avanza el plan canje (cuyos detalles se están definiendo en estas semanas), habrá equipos 4G de nivel de entrada más baratos que la oferta actual. Esto podría llevar a que, a fines de este año, aproximadamente el 50% de las líneas en uso sean 4G”, vaticinó.

Quejas
La llegada de la nueva 4G es aguardada por los usuarios para tener mejores servicios, una situación que sólo se resolverá con una mayor inversión de los operadores en investigación y desarrollo  tecnológico. 

Así lo explicó ante iProfesional el director de Marketing y Estrategia de Nokia Networks para América latina, Fernando Carvalho.

“La misión es darle a los clientes finales la posibilidad de comunicación donde no haya fronteras entre la red móvil, la fija o  sea la red que sea: fibra óptica, Wi-fi, 3G o LTE”, dijo el ejecutivo de este gigante del mercado de provisión de equipos de infraestrucra de redes de telecomunicaciones.

“Los problemas de conectividad no son exclusivos de la Argentina, pasa en muchos mercados”, reparó Carvalho, quien adjudicó los inconvenientes a “un crecimiento grande de usuarios, y a la complejidad natural de gestionar tres redes en simultaneo, con tecnologías que  en muchos casos están en decadencia”.

Para el ejecutivo, “la Argentina es muy interesante porque siempre está en el  tope como uno de los que más conectividad tiene. Desde hace más de  diez años, y siempre que se lanza una tecnología nueva hay una  adopción muy rápida por parte de la gente”.

Carvalho estimó que el país “arrancó más tarde con LTE pero creemos que se va a recuperar muy pronto ya en 2016. El indicador que usamos es el de las conexiones LTE respecto del total de conexiones: en América latina el promedio es del 7%; en Brasil el 8%; México en 7%; y la Argentina en 4%”.