Las icónicas cabinas rojas de Londres se convierten en minioficinas
El uso generalizado del teléfono móvil en todo el mundo marcó la fecha de vencimiento para las cabinas telefónicas que tradicionalmente se encontraban en la calle.
Las antiguas cabinas rojas de la ciudad de Londres, por caso, eran famosas a nivel global y los turistas que visitaban el Reino Unido se sacaban fotos con ellas, ahora transformadas sólo en una reliquia.
Cada cierto tiempo surgen nuevas ideas para explotar estos icónicos lugares asociados a la cultura británica -tanto como sus autobuses de dos pisos o los taxis negros- y salvarlos así de la extinción.
Hasta ahora, se propuso usarlas como centros de recarga para "smartphones", convertirlas en pequeñas bibliotecas, y hasta adaptarlas como punto de acceso wifi.
La última idea para sacar partido a dichas cabinas es de Bar Works, una empresa estadounidense que quiere reconvertirlas en minioficinas para trabajadores en movilidad constante que necesiten puntualmente un despacho, a modo de coworking.
Dichas oficinas incluirían pantallas de 25 pulgadas, escáner, impresora, mouse inalámbrico y conexión wifi, además de café gratuito, según explicó Jonathan Black, CEO de la compañía en la sede de Nueva York, en declaraciones a Reuters.
"Es una alternativa a Starbucks, pero con total privacidad", añadió.
Para poder usar estas cabinas adaptadas, habrá que hacerse socio, con un costo de unas 20 libras al mes. Black prevé que lograrán unos 10.000 socios este año.
Bar Works ha alquilado ya 15 cabinas en ciudades como Londres y Edimburgo, y esperan tener lista la primera en unas 8 semanas.
La compañía captó recientemente u$s1,5 millones en una ronda de financiación, y tiene previsto abrir 4 o 5 locales de coworking en Reino Unido el próximo año.