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Negocio del vino: Molinos compra 50% de bodega Viña Cobos

Con esta operación, la familia Pérez Companc, que ya controla Nieto Senetiner y Ruca Malén, pretende mejorar su presencia en el mercado de Estados Unidos
11/05/2016 - 22:56hs
Negocio del vino: Molinos compra 50% de bodega Viña Cobos

El negocio vitivinícola argentino continúa concentrándose

El gigante de la industria alimenticia, Molinos Río de la Plata, anunció que acaba de adquirir el 50% de la prestigiosa bodega Viña Cobos. 

La operación -que se llevó a cabo por poco más de u$s12 millones- involucra a uno de los establecimientos más renombrados de Mendoza y de la Argentina

Viña Cobos fue fundada por el reconocido flying winemaker estadounidense Paul Hobbs junto con sus ahora ex socios locales: Andrea Marchiori y Luis Barraud

A partir de su bodega ubicada en Luján de Cuyo, Viña Cobos alumbró en los últimos años algunas de las etiquetas mejor puntuadas por la crítica internacional. En la actualidad, un ejemplar de Cobos Corte Único, cosecha 2008, puede llegar a cotizar por encima de los $4.000. 

Según trascendió, las acciones que adquirió Molinos son las que estaban en poder de Marchiori y Barraud. Hobbs ahora pasó a ser socio de la familia Pérez Companc con un 50%. 

"Confiamos en que a través de la complementariedad de esta asociación entre Molinos y el Sr. Paul Hobbs, uno de los enólogos de mayor prestigio y reconocimiento a nivel global, se potenciará el crecimiento y consolidación de bodega Viña Cobos como el ícono argentino global en vinos de alta gama", destacó la compañía a través de un comunicado.

En busca del mercado estadounidenseCabe destacar que Molinos Río de la Plata es propietaria de la bodega Nieto Senetiner desde el año 1998. 

En diálogo con iProfesional, una fuente cercana a las negociaciones afirmó que "a esta bodega le está llendo muy bien en el mercado nacional, donde destina la mayor parte de su producción, gracias a que tienen toda la red comercial y logística armada, con fuerte presencia en los supermercados". 

Sin embargo, el motivo por el cual Molinos decidió adquirir el 50% de Viña Cobos es que a Nieto Senetiner "no le está llendo muy bien en el mercado estadounidense".

De este modo, la estrategia de la compañía fue asociarse con un enólogo con mucha prédica en ese país, como Hobbs. 

"Entre crear una compañía nueva o comprar una marca con prestigio para consolidarse en EE.UU., optaron por esta segunda opción", agregaron las fuentes.

Acto seguido, aseguraron que "Viña Cobos es una bodega sana en términos financieros, que da ganancias y no pérdidas como sucede hoy con muchos establecimientos en una industria que venía de padecer varios años con problemas de competitividad en el plano externo y con un mercado saturado de etiquetas en el mercado doméstico". 

Esta operación se suma a la que Molinos realizó en 2015, cuando adquirió -por u$s8,8 millonesotra bodega prestigiosa como es el caso de Ruca Malén, que había sido fundada por la familia de bodegueros franceses Thibaud, también en Luján de Cuyo. 

Ruca Malén no sólo es reconocida por sus etiquetas del segmento premium. También cobró fama en 2013 cuando fue distinguida por tener el mejor restaurante de bodega del mundo, en el marco del concurso Global Best of Wine Tourism. 

La estrategia de la familia Pérez Companc de ganar presencia en la alta gama también la llevó a adquirir un pequeño establecimiento en Mendoza para comenzar a elaborar y fraccionar su línea ícono Cadus, con el objetivo de ir separándola de la marca Nieto Senetiner y darle así independencia. 

Fusiones y adquisicionesEn el sector vitivinícola esperan que las fusiones y adquisiciones no terminen aquí. En diálogo con iProfesional, el economista Pablo Rojo aseguró que los alimentos y la agroindustria "van a ser las ramas más dinamizadoras en materia de M&A"

La novedad en este nuevo ciclo –bajo la óptica del analista- es que “no sólo habrá espacio para la llegada de capitales extranjeros, sino que seguramente veremos un paulatino proceso de renacionalización de activos”. 

Sucede que, durante los últimos años, las bajas tasas que se conseguían en el exterior "favorecían a los que podían fondearse afuera y esto había desplazado de la pelea a las compañías locales". 

“Con el fin del cepo y del conflicto con los holdouts, sin dudas se abre un nuevo capítulo para la entrada de inversores. Pero, a medida que los tipos de interés domésticos vayan confluyendo, también vamos a asistir a un proceso de recompra por parte de empresas nacionales, que durante un largo período habían quedado relegadas”, concluyó Rojo. 

Un arranque intenso

Este primer cuatrimestre fue muy prolífico en materia de inversiones y nuevos proyectos vitivinícolas, dado que muchas de las inversiones que se habían activado en el sector se terminaron concretando ahora, en coincidencia con el mejor clima de negocios. 

Un caso emblemático es el de Familia Zuccardi, que acaba de inaugurar una bodega con tecnología de punta en Valle de Uco y capacidad para producir 800.000 litros de vino de alta ama, previo desembolso de u$s15 millones. 

Tapiz es otro de los establecimientos que está en plena fase de expansión: está construyendo una segunda planta, también en Valle de Uco, y acaba de adquirir otra finca. 

Las instalaciones que está levantando –y que estarán listas a principios de 2017- tendrán capacidad para elaborar 1 millón de litros de vinos premium. Demandó una inyección de cerca de u$s2,5 millones. 

Paralelamente, un grupo de empresarios extranjeros acaba de presentar en la Argentina el proyecto Blanchard & Lurton.

Para este emprendimiento prevé invertir unos u$s2 millones para la construcción de una bodega que se destinará exclusivamente a la producción de vinos blancos tope de gama. 

El arranque del año también trajo como novedad la adquisición por parte de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita) de una bodega que pertenecía a la elaboradora Huarpe Wines y que tiene una capacidad de producción y almacenamiento de 95 millones de litros. 

Como parte de esta ronda de inversiones se destaca el surgimiento de un nuevo proyecto en Junín, en la zona este de Mendoza, donde desde hacía años no había un anuncio de importancia. 

Como parte del mayor ritmo de actividad que se espera en la industria, la subsidiaria en la Argentina de la fabricante de corchos sintéticos más grande del mundo, Nomacorc, anunció recientemente la ampliación de su planta ubicada en la provincia de San Juan, previa inversión de u$s2,7 millones. 

La compañía planea abastecer desde la Argentina al mercado de Uruguay, Chile y Bolivia, de la mano de una capacidad de producción que este 2016 alcanzará los 200 millones de tapones, lo que arroja un promedio de casi 23.000 unidades por hora.