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Macri refuerza alianza con CGT: ofrece más "diálogo" pero pide señales para inversión

El mandatario les agradeció por su rol en la negociación de los cambios en Ganancias y les hizo pedidos. Paritarias y convenios, en la agenda oficial
24/12/2016 - 06:04hs
Macri refuerza alianza con CGT: ofrece más "diálogo" pero pide señales para inversión

"Vamos a reforzar los canales de diálogo". Esa fue una de las promesas que Mauricio Macri le hizo este viernes a la cúpula de la CGT, al recibirla en la quinta de Olivos tan solo un día después de que la Cámara de Diputados aprobara la reforma a la Ley de Ganancias, gracias a la colaboración de la central obrera. También hubo pedidos a los gremios de cara al 2017.

Acompañado del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el Presidente agasajó desde las 12 hasta las 13.30 a la delegación sindical, integrada por los miembros del triunvirato Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Hector Dáer, y una delegación del consejo directivo de la central, quienes se tomaron fotos con el mandatario.

Durante la reunión a puertas cerradas, el mandatario les agradeció por su rol en la negociación de los cambios en Ganancias, lo que permitió al Gobierno presentar una propuesta mucho más austera que el proyecto aprobado en Diputados por el Frente Renovador y el Frente para la Victoria, e incluso que el proyecto original del oficialismo.

Los gremialistas escuchaban con atención y a corta distancia a Macri, debido a que el Presidente todavía se está recuperando, luego de que el jueves pasado fuera sometido a una operación de sus cuerdas vocales. "Fue un encuentro muy distendido y ellos vieron como positivo que podamos resolver lo de Ganancias con diálogo", explicó a iProfesional un funcionario que estuvo presente en el brindis.

Del consejo directivo, también estuvieron Antonio Caló (UOM), Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Comercio), Omar Maturano (La Fraternidad), Roberto Fernández (UTA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Oscar Rojas (Maestranza) y Rubén Sandoval (Perfumistas). En cambio, el secretario adjunto, Pablo Moyano, pegó el faltazo, uno de los promotores del paro de transporte por Ganancias.

Como parte del balance del año, el sindicalismo rescató la apertura de canales de diálogo por parte del Gobierno, después de haber sido relegado en los últimos años de gobierno de Cristina Kirchner. El gesto le permitió al Ejecutivo maniobrar frente a las amenazas de paro de la CGT por la ola de despidos y la reapertura de paritarias, así como extender su alianza con un sector del peronismo, que incluyó por momentos a los senadores del FpV y a Sergio Massa.

El acercamiento entre Cambiemos y la CGT se materializó en fondos a las obras sociales y en la convocatoria a una Mesa del Diálogo, donde junto a las principales cámaras del sector empresario (el Grupo de los Seis) pactaron primero un bono de fin de año a partir de los $2.000 con la finalidad de eludir la renegociación de salarios, y en segundo lugar, un acuerdo antidespidos, más simbólico que efectivo. En ambos casos, el Gobierno ganó aire frente a un clima laboral conflictivo.

Pero el agasajo también incluyó pedidos a la central obrera. "Pensemos en el futuro, en el trabajo en generar condiciones para que vengan las inversiones", les dejó como tarea el mandatario. Fue un mensaje que, sin hacer mención explícita, apuntó a la agenda que impulsa la Casa Rosada de cara al año próximo: las paritarias y la productividad.

En cuanto al primer punto, desde el entorno del Presidente explicaron que si bien "las paritarias no van a tener techo ni piso, la idea es que haya una inflación del 20% y que la pauta salarial anual se cierre en ese orden". El Gobierno apuesta a que los bancarios den el primer paso en ese sentido el próximo lunes, cuando se reúnan en el Ministerio de Trabajo.

Los convenios colectivos es el otro gran tema que los funcionarios ven inevitable para el impulso de la inversión privada y la creación de empleos. Sin embargo, hasta ahora, solo los petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa aceptaron resignar beneficios (como las horas taxi, entre otros), a cambio de la promesa de estabilidad laboral.

Con todo, el líder del gremio, Guillermo Pereyra, ya avisó que la adenda del convenio colectivo no se firmará hasta que no se resuelva el futuro de 1.200 despidos en YPF, tras la baja de equipos en diciembre. El sindicalista reclama subsidios de $20.000 mes por trabajador hasta que repunte la actividad y puedan ser reincorporados. La conciliación vence el próximo 6 de enero.

En Olivos, Macri les trasmitió a sus invitados que el momento es propicio para implementar cambios en materia laboral. "Tenemos una oportunidad, la economía en el mundo sufre turbulencias", señaló. Un diagnóstico optimista que puede ser leído a la vez como un llamado a flexibilizar posturas a aquellos que Macri bautizó como los "amigos" sindicalistas.