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Por fin, Carlos Tevez pudo disfrutar su Rolls-Royce en la Argentina
27/12/2017 - 17:27hs

La historia de Carlos Tevez y su Rolls-Royce Wraith Coupé parece una novela de desencuentros. El jugador lo encargó en Italia, cuando jugaba para la Juventus pero se lo entregaron en Europa, cuando ya se había instalado en la Argentina, para trabajar en Boca.

El auto llegó a nuestro país en diciembre de 2016, justo para su casamiento en San Isidro pero otra vez un obstáculo se interpondría entre Tevez y el vehículo. Una demora en la Aduana le impidió disfrutarlo en esa ocasión tan especial. Cuando el Rolls fue liberado, Carlitos ya había firmado contrato con el Shanghai Greenland Shenhua y viajaba rumbo a China, donde la automotriz oficial es Ford, publicó autoblog.com.ar.

Así, Tevez tuvo que pasar un año hasta poder manejar, por primera vez, su preciado Rolls. Ocurrió durante el reciente viaje de fin de año, para pasar las fiestas en familia. Y lo fotografiaron los paparazzi en el nuevo Starbucks de Martínez.

El Wraith es definido por Rolls-Royce con tres palabras: Power, style, drama.

Es el modelo más deportivo dentro de la actual gama de la marca británica. Está basado en la plataforma del BMW Serie 7, mide 5.2 metros de largo y tiene sólo dos puertas. Bajo el capot lleva uno de los motores más potente de los Rolls modernos: un V12 de BMW, con 6.6 litros de ciindrada, doble turbo y 624 caballos de potencia.

Tiene caja automática ZF de ocho velocidades y tracción trasera. Con un peso de 2.435 kilos, el Wraith se las arregla para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. Su velocidad máxima está limitada a 250 km/h.

Como todos los Rolls-Royce, el Wraith está fabricado en gran parte a mano, con terminaciones en madera de nogal y revestimientos en cuero de corderos criados en campos sin alambrados de púa.

A pesar de tener sólo dos puertas, el Wraith cuenta con asientos individuales para transportar a cuatro adultos. Para facilitar el acceso a las plazas traseras, las puertas se abren en el sentido opuesto al convencional. Es decir: las bisagras están colocadas atrás, en vez de adelante.

Es el método tradicionalmente llamado “suicide doors”. El brutal nombre surgió de la cultura popular, por los accidentes que ocasionaban cuando se abrían justo al venir un auto de frente. Rolls-Royce prefiere utilizar un nombre más elegante: “coach doors”, porque son similares a las puertas de los antiguos carruajes.

El Rolls-Royce Wraith tiene un precio 300.000 euros en Europa, sin opcionales ni accesorios personalizados. Con el agregado de detalles artesanales, su valor puede llegar a rozar el medio millón de euros. Para traerlo al país y nacionalizarlo, se estima que Tevez pagó más de 150.000 euros en impuestos y trámites, informó autblog.com.ar. Lo ingresó bajo el régimen de repatriación y la patente argentina aún está en trámite.

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