No fueron suficientes los compromisos políticos asumidos ni el interés por mantenerse en la conducción de ARSAT hasta el final de la gestión, ni el respaldo obtenido por parte del sector privado. Rodrigo de Loredo, hasta ahora presidente y gerente general de la compañía estatal satelital, dejará su cargo luego de que esta mañana se conocieran los detalles del decreto 93/2018 que fija límites a la designación de familiares en la administración pública nacional. Y a él le cae el peso de la norma por ser el yerno del ministro de Defensa, Oscar Aguad.

De Loredo, en declaraciones a Cadena 3 en Córdoba, admitió a media mañana de este miércoles que dejaría la empresa. "Me parece mejor así. Una excepción no hubiera sido correcta ni saludable", dijo a ese medio.

Cuando ya cuatro familiares directos de ministros nacionales habían presentado su renuncia a su cargo trascendió, de fuentes de la Casa Rosada, que el caso de ARSAT resultaba particular. Había conformidad con la gestión realizada por De Loredo y, dada esa situación, se barajaba la posibilidad de extender la permanencia en el cargo durante seis meses más, según publicó el diario Clarín.

Casi en paralelo, comenzaron a escucharse algunas voces del sector privado pidiendo que el funcionario continuara al frente de la compañía estatal satelital, tal como informó iProfesional.

La Cámara Argentina de Cableoperadores e Internet pyme (CACPY), conducida por Marcelo Tulisi, expresó su apoyo a De Loredo en un mensaje dirigido al presidente Mauricio Macri a través de la red social Twitter. El directivo consideró que Arsat venía cumpliendo con su tarea como empresa pública: resultados positivos además de llegar con internet a localidades donde los privados no lo hacen.

El funcionario quería mantenerse en el cargo, pero decidió dar un paso al costado. La renuncia no será inmediata pero iProfesional pudo saber que la presentará en los próximos días. El decreto ordena a los familiares que estén en esta situación a dejar su función antes del 28 de febrero próximo.

Mientras esto sucede comenzó a circular la danza de nombres que podrían sucederlo, todos relacionados al mundo satelital aunque con perfiles distintos:

- Henoch Aguiar es uno de ellos por ser el vicepresidente de la compañía, además de ser experto en la materia. Radical, fue el secretario de Comunicaciones de la gestión de Fernando de la Rúa que terminó de desregular al sector en aquellos tiempos.

- Sergio Tarallo es el subgerente general de Arsat. Ingresó a la compañía en el último trimestre de 2017 luego de haberse desempeñado como country manager de Gas Natural Fenosa desde diciembre de 2014. Se lo vincula con el entorno del Ministro de Modernización, Andrés Ibarra.

- Emiliano Kargieman. Es el CEO de Satellogic, la empresa argentina que diseña nanosatélites y que ya lanzó al espacio vehículos espaciales identificados con nombres que refieren a la idisincracia argentina como Capitán Beto, Manolito, Tita, Fresco y Batata y Milanesat. De hecho, este viernes 2 de febrero lanzará otros dos satélites, Ada y Maryan, en honor a mujeres pioneras de la computación. Ellos forman parte de la constelación "Aleph 1". En el mercado aseguran que tiene vínculos con el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

- Raúl Martínez. Es director de Arsat, y secretario de País Digital, el área desde el que se impulsa la inclusión digital de los habitantes del país. Ex SOCMA, proviene directamente del riñón de Macri.

Fuentes oficiales aseveraron a iProfesional, sin embargo, que no hay un solo nombre definido para suceder a De Loredo.

Dentro del mismo gobierno también hay integrantes con experiencia en el mercado de las telecomunicaciones en general y del satelital en particular. Por eso, otras voces no descartaron que pueda mirarse en las filas existentes quién podría cumplir con las credenciales pertinentes.

Pero en este tipo de designaciones no sólo pesa el crédito del postulante sino también su universo de relaciones. Y qué partido se esté jugando en ese momento.

Al igual que los pequeños cableoperadores, desde otros sectores del mercado de las telecomunicaciones, incluyendo a jugadores del segmento satelital, también reconocieron la gestión de De Loredo al frente de la compañía estatal.

Uno de los puntos coincidentes es que, pese a que el cordobés no venía del mercado, no sólo se puso a tiro rápidamente de su funcionamiento sino que fue capaz de dar vuelta el rojo de Arsat en un año.

De Loredo asumió al frente de ARSAT con un pasivo de $315 millones, a finales de 2016 los ingresos fueron positivos en $75 millones y 2017 cerró con un saldo a favor $367 millones tras haber facturado más de $1.500 millones, de los cuales el 70% provino del sector privado.