Según estudio clí­nico, fumadores que migran a glo bajan significativamente su exposición a sustancias tóxicas

Un estudio clí­nico realizado por cientí­ficos de la compañí­a British American Tobacco reveló que, cuando los fumadores dejan el  cigarrillos por completo y cambian por glo (producto de calentamiento del tabaco diseñado para calentar el tabaco, en lugar de que éste entre en combustión), su exposición a ciertas sustancias tóxicas del cigarrillo baja significativamente, en algunos casos, a niveles comparables a los observados en los fumadores que dejan de fumar por completo.

Estos resultados se suman a los datos cientí­ficos que sugieren que glo podrí­a tener la capacidad de tener riesgos sustancialmente reducidos en comparación con fumar cigarrillos convencionales.

glo es un producto de calentamiento del tabaco (THP, por sus siglas en inglés) diseñado para calentar el tabaco, en lugar de que éste entre en combustión. Esto significa que no produce humo y que ciertas sustancias tóxicas asociadas con la combustión del tabaco están significativamente reducidas. Estudios previos demostraron que la concentración de sustancias tóxicas en el vapor de tabaco calentado proveniente de glo es aproximadamente 90% a 95% menor que la que se encuentra en el humo de cigarrillo.

"Los productos como glo son sumamente nuevos, y es comprensible que tanto los consumidores como los legisladores deban recibir la mayor cantidad de información posible. Comprender las diferencias entre el vapor de glo y el humo de cigarrillos es, por lo tanto, un componente esencial de nuestra investigación cientí­fica", manifestó el Dr. James Murphy, Director de Reducción de Riesgos de British American Tobacco.

"Los ensayos clí­nicos, que son estudios en los que participan personas reales, son un componente sumamente importante con este fin", explicó.

Debido a que el vapor de glo tiene niveles más bajos de sustancias tóxicas que el humo de cigarrillos, en principio, deberí­a exponer a los consumidores a muchas menos sustancias tóxicas. Los resultados de este estudio indican que efectivamente es así­.

Los resultados de este estudio fueron presentados en el congreso mundial de la Society for Nicotine and Tobacco Research, realizado en Baltimore, Maryland, EE.UU.

El ensayo clí­nico
El ensayo clí­nico se desarrolló en Japón, ya que es uno de los paí­ses que mas consume este tipo de dispositivos. Participaron ciento ochenta personas en el estudio, que se desarrolló durante ocho dí­as en una clí­nica. Todas ellas habí­an fumado durante al menos tres años antes de ingresar en el estudio.

Durante los primeros dos dí­as, los participantes del ensayo continuaron fumando habitualmente y se les tomaron muestras de orina para medir la concentración de ciertas sustancias quí­micas. También se tomaron muestras de sangre y de aliento para análisis.

Durante los siguientes cinco dí­as, se asignó aleatoriamente a los participantes a continuar fumando, a cambiar por un THP, o a dejar de fumar. Se volvieron a tomar muestras de sangre, orina y aliento para analizarlos.

Se determinó la exposición a ciertas sustancias tóxicas del humo a través de la medición de la concentración de ciertas sustancias quí­micas en la orina. Estas podrí­an ser las mismas sustancias tóxicas o sus metabolitos, es decir, las sustancias en las que las convierte el organismo, que se conocen como biomarcadores de la exposición. Las sustancias tóxicas medidas incluyeron las identificadas por la Organización Mundial de la Salud como sustancias de inquietud en el humo de cigarrillo.

Los resultados muestran que la concentración de ciertas sustancias quí­micas en la orina se redujo en los fumadores que cambiaron a glo. En algunos casos, estas reducciones fueron iguales a las observadas en los fumadores que dejaron de fumar. Esto sugiere que los fumadores que cambiaron por glo estuvieron expuestos a menos sustancias tóxicas. En algunos casos, su exposición fue igual a la de los fumadores que dejaron de fumar por completo.

El siguiente gráfico muestra los resultados de la disminución de sustancias medidas en productos glo, glo con mentol, iQOS y quienes dejaron de fumar (cessation).

"Estos resultados son muy alentadores", explica Murphy. "El siguiente paso será determinar si esta reducción de la exposición se traduce en un efecto biológico reducido y, a su vez, en una reducción de los efectos adversos para la salud para los fumadores que cambian completamente a glo", dijo.

Ensayos clí­nicos futuros analizarán los marcadores de los efectos biológicos, como los niveles de colesterol o la frecuencia cardí­aca (es decir, las medidas de una indicación de salud general). La reducción de los biomarcadores con efectos biológicos podrí­a sugerir que una reducción en la exposición tiene un impacto positivo en la reducción de los riesgos adversos para la salud de los fumadores que cambian totalmente a los THP.

"Los resultados del análisis son importantes", dijo Murphy, "pero la combinación de los resultados de muchos análisis diferentes nos comenzará a dar un panorama real del contexto más grande y de la posibilidad de que glo tenga riesgos reducidos en comparación con los cigarrillos convencionales".

Hacia los productos de nueva generación
British American Tobacco invirtió más de u$s2.500 millones en los últimos 6 años para desarrollar y comercializar una cartera de productos de la categorí­a de productos de nueva generación (NGP, Next Generation Products) lí­der en el mundo.

Actualmente British American Tobacco tiene NGP en 17 mercados, y planes de duplicar la cantidad de mercados en los que tiene presencia para fines de 2018. BAT tiene la ambición de obtener más de 5.000 millones de libras de ingresos por NGP hacia 2022.