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Luego de más de 50 años como accionista y CEO de IMPSA, Pescarmona deja de liderar su holding

Renunció a su cargo de presidente del grupo mendocino que había asumido en 1965. Su salida forma parte de un acuerdo para reorganizar la sociedad
06/04/2018 - 10:46hs
Luego de más de 50 años como accionista y CEO de IMPSA, Pescarmona deja de liderar su holding

Luego de 53 años ininterrumpidos al frente del holding creado por su abuelo en 1907, Enrique Pescarmona deja de ser el número uno de IMPSA, cargo que ocupa desde 1965.

No se trata de una decisión personal o de su jubilación, a pesar de tener ya 76 años. Se trata de una renuncia obligada por el proceso de reestructuración del holding mendocino que en el 2014 entró en default y que debió encarar un plan para recomponer sus operaciones y hacer frente a un pasivo superior a los u$s1200 millones.

En este marco, el grupo ofreció una propuesta de Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que, entre otros aspectos, implicó para el empresario ceder el control y aceptar una gran cantidad de condicionamientos impuestos por sus acreedores. De hecho, en una reunión llevada a cabo esta semana en la localidad mendocina de Godoy Cruz, se aceptó la renuncia de todo el directorio, incluyendo la del propio Pescarmona como presidente y CEO del holding cuyas siglas significan Industrias Metalúrgicas Pescarmona.

Además, se decidió convocar a una asamblea extraordinaria de accionistas para el próximo 25 de abril en la cual, entre otros puntos, se designará a las nuevas autoridades que tomarán el control operativo de IMPSA por los próximos años. Los nuevos directores reflejarán los cambios organizacionales de la sociedad en el marco del proceso de reestructuración de la deuda que debió llevar a cabo durante los últimos tres años.

Se trata de un proceso de APE que ya fue homologado por el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de la provincia de Mendoza el 2 de octubre del año pasado y que abarca tanto a IMPSA como a su sociedad controlante, Venti. Por ese motivo, sus actuales ejecutivos decidieron llamar a esta asamblea extraordinaria en la cual asumirá un nuevo directorio que mayoritariamente estará compuesto por representantes de los acreedores del grupo mendocino.

Como paso previo, tanto Pescarmona como el resto de los directores actuales ya presentaron sus cartas de renuncias, aunque se mantendrán en sus cargos hasta el día de la asamblea extraordinaria. Es decir, hasta el próximo 25 de abril, cuando también se tratará la reforma parcial del estatuto de IMPSA. Además de Pescarmona, dejarán sus cargos de directores titulares Pedro Osvaldo Mayol y Jaime Alberto Aguiló, y Francisco Rubén Valenti, como director suplente.

Mientras tanto y como parte del proceso de reorganización societario y de la implementación del plan para pagar la deuda reestructurada en el marco del APE, la empresa designó a un ex ejecutivo como una especie de CEO temporal que liderará este procedimiento. Se trata de Juan Carlos Fernández, quien ocupó varios cargos relevantes en IMPSA hasta el 2014, cuando se retiró de la compañía, tras haber ingesado en 1979.

Antes de abandonar sus actividades, fue presidente de IMPSA Asia, IMPSA Port Systems e IMPSA Malasia, entre 1990 y 2007. Desde ese año y hasta el 2014, actuó también como responsable de IMPSA Energy Luego pasó a ocupar el cargo de CEO del grupo hasta el 2016, cuando se retiró.

Ahora, el comité de acreedores de IMPSA aceptó su regreso como "Acting CEO" para liderar la etapa de reordenamiento societario y financiero del holding mendocino. "Entendemos que la conclusión exitosa del proceso de reestructuración de su deuda colocará a la sociedad en mejores condiciones para aprovechar las oportunidades de negocio que puedan presentarse a futuro", asegura el comunicado de designación de Fernández.

El documento, que lleva la firma de Hernán Iglesias, responsable de Relaciones con el Mercado de IMPSA, agrega que el objetivo del proceso es poder ser parte "del crecimiento que está experimentando nuestro país en inversiones en energía e infraestructura", y estima que la incorporación de Fernández "permitirá a IMPSA beneficiarse de la experiencia adquirida por el mismo a fin de fortalecer las oportunidades comerciales de la Sociedad".

El ejecutivo deberá liderar la concresión del APE, mediante el cual el grupo logró reducir su deuda en un 65%, después de haber atravesado momentos de fuerte crisis tras haber incumplido en el 2014 con el pago de u$s20 millones de intereses de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que vencían en 2020.  Los títulos correspondían a una emisión por u$s390 millones que había lanzado WPE International Cooperatief U.F, brazo financiero de WPE, a su vez controlada por Venti, holding creado por los Pescarmona ese mismo año para unificar sus ingresos en pesos y reales y que tiene sede en Luxemburgo.

A partir de su default, el directorio de la compañía y el propio Pescarmona diseñaron una estrategia para permitir la supervivencia de las operaciones y alcanzar un acuerdo de pago con sus acreedores, en su mayoría bancos o inversores de los mercados de capitales. También intentaron acordar un rescate con el entonces gobierno kirchnerista que no llegó a buen puerto, como tampoco lo hicieron las negociaciones con la administración de Mauricio Macri.

A partir de ese panorama, surgió un plan de repago de su pasivo mediante el APE, que le permitió alcanzar un acuerdo privado con la mayoría de sus acreedores y, previa homologación judicial, extenderlo como obligatorio al resto. De esta forma, redujo su pasivo a u$s470 millones. Y puso en marcha una compleja ecuación de emisión de nueva deuda y un bono que se lanzaría antes de fin de año aglutinando las distintas acreencias entre ON y préstamos bancarios; y desdoblado entre uno par y otro discount, según el privilegio de acceso de los acreedores medido por monto.

Además, los acreedores se quedarán con nuevos instrumentos de deuda, divididos en dos tramos. Uno de u$s150 millones equivalentes de Bonos Par sin reducción de capital. El restante, por u$S300 millones equivalentes de Bonos Discount con un factor de canje de aproximadamente 0.326 centavos de Bono Descuento por cada peso de deuda elegible, más la transferencia a un fideicomiso del 65% de las acciones de Impsa en beneficio de los acreedores. En todos los casos, el vencimiento de la deuda será en 2031.

Todo este proceso le dará el control de la compañía a los acreedores, lo cual se plasmará en la práctica con la designación del nuevo directorio el próximo 25 de abril y la salida de Pescarmona. El capítulo final le permitirá a los tenedores de la deuda que aceptaron el acuerdo tomar el control del 65% del capital de IMPSA, llevando a losPescarmona a tener el 35% restante. 

Además, el comité de acreedores tomará el control de la compañía mendocina. Entre los principales integrantes de este comité habrá miembros del Banco Nación, el BICE, el BID y el Export Development Canadá. También el banco brasileño Bradesco, además de varios fondos de inversión y cientos de pequeños ahorristas. Este grupo deberá estructurar un fideicomiso con sus acciones, mientras que los Pescarmona harán lo mismo también con sus tenencias accionarias. En ambos casos, el administrador fideicomisario designado es el Bank of New York.

Una vez organizada la estructura financiera de la deuda, se dará inicio a la búsqueda de un nuevo dueño para IMPSA, hecho ya acordado entre los acreedores y los Pescarmona y que busca ofrecer todo el capital o una mayoría accionaria a un grupo nacional o extranjero, con interés en los negocios que actualmente lleva adelante la compañía mendocina.

Según las fuentes de IMPSA consultadas por iProfesional, ya se le otorgó a un banco internacional el mandato de venta de la compañía. Aunque este proceso podría durar hasta cinco años. Aclararon que, antes de ceder el control buscarán incrementar el valor de la compañía de la mano de un plan comercial con el que buscarán recuperar negocios y desembarcar en nuevas actividades.