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No parece que el duelo electoral vaya a poner fin a la crispación política ni a una crisis económica que avanza a ritmo de hiperinflación
21/05/2018 - 07:42hs

Aunque los venezolanos votaron este domingo en unos comicios presidenciales cuestionados y sin apoyo internacional, no parece que el duelo electoral vaya a poner fin a la crispación política ni a una crisis económica que avanza a ritmo de hiperinflación, señala Clarín.

Las elecciones fueron cuestionadas por la oposición tras la inhabilitación de Henrique Capriles, la ilegalización de dos partidos y el hecho de que fuera convocado por la Asamblea Constituyente, bajo control del chavismo, en lugar del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los dirigentes opositores denunciaron las irregularidades a la comunidad internacional. Como resultado la Unión Europea, Estados Unidos y el Grupo de Lima, compuesto por 14 países, advirtieron que no reconocerán la elección.

"‹Washington hizo llamados para que se suspendieran los comicios y anunció el viernes nuevas sanciones contra el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.

Estos movimientos adelantan nuevas y más agresivas sanciones después de este domingo. Estados Unidos podría reducir la compra de petróleo venezolano, señala el matutino.

Durante la campaña electoral, Maduro insistió en que, si resultaba elegido con una gran cantidad de votos, tendrá legitimidad para enfrentar con "mano de hierro" a las mafias económicas.

En lo económico, Maduro rechazó negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que señaló como "sicario del mundo". Además, dijo tener un plan para llevar al país a la prosperidad económica, aunque no reveló si piensa cambiar su política actual.

Con Maduro se agudizará la inestabilidad económica y el choque político. El analista Félix Seijas, de la encuestadora Delphos, alertó de que con un eventual nuevo mandato de Maduro es posible que se radicalice el modelo socialista.