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Se recomienda tomar ciertos recaudos para evitar que el embarazo se desarrolle con dificultades y tenga repercusiones
02/08/2017 - 17:34hs
Los defectos de nacimiento que puede sufrir el feto son anomalías estructurales o funcionales presentes desde el nacimiento. Pueden deberse a diversos factores, entre los que se encuentra la carencia de micronutrientes. Una de las malformaciones más comunes son los defectos del tubo neural, que pueden causar, por ejemplo, una patología conocida como espina bífida.

La mayoría de las personas conoce que el estado nutricional de las mujeres embarazadas es crucial en el crecimiento y desarrollo del feto. En consecuencia, si la mujer embarazada tiene un estado nutricional deficiente en el período previo a la concepción y al comienzo del embarazo -las primeras 12 semanas- es probable que aumente el riesgo de que el embarazo sufra desenlaces adversos.

Estimativamente, alrededor del 40% de las embarazadas del mundo sufren anemia - un síndrome que se caracteriza por la disminución anormal del número o tamaño de los glóbulos rojos que contiene la sangre o de su nivel de hemoglobina-. Según la OMS, por lo menos la mitad de ese número se debe, en principio, a la carencia de hierro.

Por ese motivo, es conocido que las mujeres embarazadas deben consumir cantidades extra de hierro y ácido fólico con el objetivo de satisfacer sus propias necesidades, además de las del feto en crecimiento. La carencia de hierro y ácido fólico puede impactar de manera negativa en la salud de la madre, así como también en la gestación y el desarrollo del feto. Existen estudios que demuestran que la administración de suplementos de hierro y ácido fólico está asociada con un menor riesgo de carencia de hierro y de anemia en la mujer embarazada. Tanto solos como asociados con otros suplementos de vitaminas o minerales, pueden ser efectivos para prevenir los mencionados defectos en el tubo neural. Durante el período previo a la concepción y las primeras 12 semanas del embarazo, es importante que la mujer se someta a intervenciones que promuevan su salud, con el objetivo de aumentar las posibilidades de que el embarazo tenga un desenlace favorable.

¿Qué consecuencias son prevenibles a través de la administración de suplementos?

La anemia materna, la sepsis puerperal -infección generalizada que se produce alrededor del momento del parto-, el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro, considerado antes de las 37 semanas.

Además, algunos estudios sugieren que el ácido fólico podría ayudar a reducir el riesgo de que el bebé tenga otros defectos, como el labio leporino, fisura palatina y ciertos tipos de defectos del corazón. También podría reducir el riesgo de sufrir preclampsia -una afección grave de la presión-, que afecta aproximadamente al 5% de las mujeres.