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Las etapas de la inflación

Las etapas de la inflación
01/10/2007 - 14:01hs

Las etapas de la inflación son las siguientes:  

Inflación baja

Como los precios son relativamente estables, la gente confí­a en el dinero:
  • Mantienen el efectivo porque, dentro de un mes o de un año, tendrá casi el mismo valor que hoy.
  • Firman contratos a largo plazo porque confí­an en que los precios de los bienes no se alejarán demasiado.

Es que la inflación, si es menor al 5% anual y está controlada, puede incluso llegar a estimular la actividad económica de varias formas:

  • La sensación de que el ingreso personal está creciendo por encima de la productividad puede estimular el consumo.
  • La inversión en viviendas puede crecer, al anticiparse la suba futura de los precios.
  • La inversión de las empresas en fábricas y maquinaria puede aumentar, porque los precios se incrementan más que los costos.
  • Los que piden prestado, tienen mayor propensión a endeudarse.

Media y altaUna vez que la inflación comienza a crecer y, en especial, cuando supera el techo de 15-20% anual, surgen graves distorsiones:

  • Los contratos se ligan a un í­ndice de precios o a una moneda extranjera, como el dólar.
  • El dinero pierde su valor muy rápido: el público no tiene más que la cantidad de dinero mí­nima indispensable para realizar las transacciones diarias.
  • Los mercados financieros tienden a desaparecer: el capital vuela a otros paí­ses.
  • La población acumula bienes, compra viviendas y no se presta dinero a tasas de interés nominales bajas.
  • Lo sorprendente es que economí­as que tienen una inflación media o alta consiguen crecer, en perí­odos relativamente cortos, rápidamente.
  • De todos modos, el ajuste es inevitable: tarde o temprano, se complica el motor del crecimiento.

Mega

El siguiente escalón es la llamada mega inflación. Con tasas que van del 50% al 100% anual, los sí­ntomas empeoran:

  • Se frenan las actividades normales de la economí­a: los consumidores compran bienes y servicios para evitar los precios futuros.
  • Crece la especulación sobre los precios de las propiedades.
  • Las empresas se centran en inversiones a corto plazo.
  • Los incentivos para ahorrar son menores porque la suba de precios erosiona la rentabilidad futura.
  • El gobierno aumenta sus gastos corrientes, anticipándose a menores ingresos en el futuro.
  • El paí­s pierde ventajas competitivas en el comercio internacional, lo que lo obliga a emprender medidas proteccionistas y controles de cambios.

Hí­per

Aunque parezca que las economí­as sobreviven con una inflación galopante, cuando golpea el cáncer de la hiperinflación se afianza una mortí­fera tensión.

No es posible decir nada bueno de una economí­a en la que los precios suben un millón o más por ciento al año:

  • Desaparece la moneda como unidad de cuenta.
  • La gente se refugia en la moneda extranjera o en bienes (especialmente, en alimentos no perecederos).
  • La salida sí­ o sí­ implica un cambio de signo monetario y un paquete de medidas heterodoxas y ortodoxas.
  • El gobierno que la provocó cae y es reemplazado por otro capaz de controlarla.
  • Desaparece el sistema financiero, los depósitos y el crédito.