Antes de la quiebra, Lehman defenestraba a la Argentina
El banco Lehman Brothers -que anunció su quiebra el lunes- era una de las entidades de Wall Street más críticas con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y antes de su estruendoso final, el economista jefe para América latina de la entidad financiera, Guilermo Mondino, le había puesto su firma a numerosos papers en contra de la política económica de la Argentina.
Un reporte de Mondino, que fue jefe de asesores de Domingo Cavallo durante el Gobierno de De la Rua, fue clave en la construcción de la visión negativa sobre la decisión argentina de pagarle al Club de París con reservas del Banco Central.
En la primera semana de septiembre, Lehman criticó la determinación oficial de no negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y reclamó que se avance en la confección de índices de inflación confiables. Ese día el riesgo país volvió a tocar un nivel récord para la poscrisis, consigna el diario Clarín en su edición de hoy.
En tanto, durante la pelea con el campo, los analistas de Lehman atacaron la estrategia del Gobierno y aseguraron: "Inmovilizada, frenada y helada aparece la administración argentina. El kirchnerismo tiene una manifiesta inhabilidad para resolver el conflicto".
Más tarde, el banco de inversión anticipó que el Gobierno terminaría "acordando con el campo", poco antes del voto "no negativo" de Julio Cobos en el Senado.
Según el matutino, los últimos reportes de Lehman versaron sobre las dificultades de la Argentina para afrontar las necesidades de financiamiento de 2009. Para Lehman, el acuerdo con el Club de París no despejaba el panorama de financiamiento del año que viene, en el que hay el doble de vencimientos que en 2008, porque aporta créditos de largo plazo para infraestructura y comercio exterior, pero no fondos frescos para un roll over de la deuda.