Alertan que en la industria silenciosa se destruyeron 5.000 puestos de trabajo
En la Argentina, hay una industria silenciosa y sin chimeneas conformada actualmente por más de 60.000 puestos de trabajo y que genera una facturación superior a los 1.500 millones de pesos anuales.
Su crecimiento fue explosivo: con el impulso inicial de un tipo de cambio ultra competitivo generado tras el fin de la convertibilidad y apoyado también en el alto nivel de los recursos humanos, en apenas ocho años logró multiplicar por diez la cantidad de empleos.
Específicamente, se trata de actividades vinculadas con los centros de contacto y outsorcing de procesos de negocios. Es decir, toda la industria generada alrededor de los servicios de help desk para empresas tecnológicas, de telefonía y entidades financieras.
En diálogo con este medio, Mario Miccelli, vocero de la Agrupación de Centros de Atención al Cliente de la Cámara Argentina de Comercio, destacó que "el espectro de los servicios que brindamos desde la Argentina es muy completo, y abarca desde la asistencia por problemas de software hasta la gestión de transacciones con tarjetas de crédito, que requieren autorizaciones".
Y uno de los puntos fuertes de esta industria es la exportación. De este modo, cuando un usuario de un sistema operativo en España tiene un problema, o se realiza una compra con plástico en California, es muy probable que sea un empleado argentino el que esté detrás de la solución.
El negocio de exportación, que representa entre el 40 y el 50% de las operaciones del sector, está bastante concentrado en Europa, con una participación de casi 60% en el total. Dentro del Viejo Continente, España acapara el 80% de los servicios brindados desde la Argentina.
Le siguen en importancia Estados Unidos, con un 29%; América latina, con el 11% y Japón, con un 1por ciento.
Sin embargo, desde la entidad, que agrupa a 14 empresas de primera línea como Teletech o Teleperformance –de las 40 que operan aproximadamente en el país-, ya pusieron el grito en el cielo por el complejo escenario que enfrenta el sector para operar en la Argentina, a raíz de la fuerte presión de los costos, en un contexto donde el tipo de cambio prácticamente se mantiene inamovible y dinamita las ventajas frente a otros mercados.
"La ecuación del tipo de cambio es muy complicada para nosotros. Estamos viendo que, después de la crisis, tras la caída de Lehman Brothers, las monedas de muchos países competidores se fueron devaluando. En cambio, el dólar en la Argentina se mantuvo clavado. Esto significó una fuerte pérdida de competitividad en relación a los mercados con los que peleamos la radicación de nuevos puestos de trabajo", disparó Miccelli.
Con respecto a la constante presión salarial y de costos en general, el directivo se quejó de que "el nuestro no es un sector que pueda trasladar la inflación. Un servicio que sí puede hacerlo es el supermercado que, ante un aumento determinado en los sueldos o las tarifas, remarca los productos. Como empresa no pierden, simplemente trasladan".
En cambio, "los centros de contacto son los que más sufren la inflación, porque ninguna compañía puede plantarse ante empresas como Microsoft o American Express y renegociar un aumento del contrato del 23% simplemente con el argumento de que en la Argentina todos los años se ajustan los salarios".
Miccelli recalcó que "esto es inadmisible en los negocios de exportación. Los ajustes que se manejan apenas son del 1 al 2% anual. Nadie puede hablar de renegociar una suba de dos dígitos".
En este contexto, Martín Sucari, CEO de Teletech para la Argentina y responsable para América latina, destacó que "estos incrementos salariales del 17 al 20% que se están manejando, asustan".
El directivo ratificó que "nadie puede trasladar estas subas a las tarifas porque estamos operando en mercados donde hay poca inflación y donde todavía viven en crisis. Así es como hace cinco años nos estamos comiendo la utilidad".
Consecuencias: menos empleos
Frente a este complejo escenario, desde la entidad adelantaron en exclusiva un informe que muestra a las claras cómo la Argentina va perdiendo puestos en el ranking regional de esta industria sin chimeneas.
En efecto, el mix de subas salariales y un tipo de cambio que se mantuvo prácticamente inamovible, no pasó desapercibido para el sector: "La Argentina durante el último año perdió 4.000 puestos reales destinados a las exportaciones, a los que hay que sumar 1.000 más para el mercado local", disparó Miccelli.
De este modo, de los 66.000 empleos que había en junio de 2009 se pasó a 61.000 en el mes de diciembre del mismo año.
Al respecto, el directivo señaló que "esta pérdida de puestos tiene un impacto muy fuerte en el interior del país porque, a diferencia de la industria del software que tiene un 80% de las empresas concentradas en Capital y Conurbano, el 40% de nuestra actividad se desarrolla en el interior".
Así, se lamentó de que "provincias como Salta, Córdoba o Chaco perdieron empleos muy calificados".
Para completar el cuadro de situación, cabe destacar que la industria, además de destruir puestos reales, no pudo generar ninguno para compensar la contracción.
En efecto, según el informe de la Agrupación de Centros de Atención al Cliente de la CAC, durante todo 2009 se perdieron de ganar 15.000 nuevos puestos de trabajo que se localizaron en toda América latina en el área de servicios empresariales.
"Estos 15.000 empleos se crearon en toda la región y ninguno de ellos vino a la Argentina. Y esto, además, muestra que la destrucción de puestos en el país no obedeció a la crisis internacional, porque quedó en evidencia que el sector, a nivel mundial, siguió generando empleo", se quejó Miccelli.
Al respecto, Sucari consideró que es una consecuencia "totalmente predecible".
"Es lógico. ¿Por qué van a venir a la Argentina las multinacionales con las enormes subas de costos? Estamos perdiendo mucho terreno y lo cierto es que lo que se perdió no se recupera más", disparó el presidente de Teletech.
Al respecto, Miccelli se lamentó de la gran oportunidad que dejó atrás el país: "Se trata de puestos de trabajo que ingresan y que se ganan compitiendo con otros países, contra Chile, Irlanda, Canadá y la India, por ejemplo. Por eso, cuando una empresa consigue un contrato, implica que obtuvo un empleo en el mercado internacional para aplicarlo a la economía doméstica".
En este contexto, el directivo destacó que "la Argentina, hasta el año 2005 se perfilaba para ser el líder de América del Sur en la exportación de servicios. Esto lo conseguimos en 2006 y se consolidó en 2007. Pero no pudimos mantenerlo, ya que en 2008 perdimos el liderazgo en manos de Colombia. Y ahora Perú nos disputa el segundo lugar".
Críticas por la falta de apoyo gubernamental
La principal crítica que hacen desde esta industria es que, a diferencia de otros países, la actual administración no considera a este sector como un jugador estratégico.
"Durante años, las agencias de promoción de exportación de gran parte de América latina, como Colombia, Paraguay y Perú, lanzaron planes específicos y venían a la Argentina a ofrecer todas las condiciones necesarias para que las empresas se deslocalicen y se instalen en sus países. Esta estrategia dio resultados, porque muchos de esos puestos se destruyeron en la Argentina, pero se radicaron en otras economías", disparó Miccelli.
Sobre este punto, Sucari explicó que "países como México tienen otra visión", dado que "toda inversión que se haga dentro del sector, te la devuelven, así de simple. ¿Cómo competir con eso?".
Como contrapartida, aseguró que "en nuestro mercado las leyes laborales son inflexibles y cada vez más duras. Uno como empresa no puede cambiar de puestos de trabajo a los empleados, no puede modificar horarios y es muy difícil remover a alguien con causa justificada".
En este contexto, el directivo aseguró que "2010 va a ser muy complicado. La suba de costos continúa y las paritarias vienen muy duras. La desconfianza que hay sobre la Argentina crece y así es como día a día perdemos negocios que después van a ser muy difíciles de recuperar".
Juan Diego Wasilevsky
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