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Salarios 2010: estos son los reclamos que vienen y meten miedo a los empresarios

Ya se cerraron ocho acuerdos y aún faltan 10 más, entre ellos empleados de comercio. ¿Cuál es el cronograma de ajustes y qué incrementos están en juego?
11/05/2010 - 10:16hs
Salarios 2010: estos son los reclamos que vienen y meten miedo a los empresarios

En tan sólo dos semanas, las negociaciones paritarias entre empresas y gremios se vieron sacudidas por una escalada en los reclamos y la explosión de conflictos, con impacto directo sobre la producción. Preocupados por la creciente inflación y con pedidos de subas salariales de hasta un 50%, los gremios paralizaron plantas alimenticias y el mercado de hacienda, quitaron colaboración en el sector de los neumáticos, y anunciaron que en las próximas semanas apuntarán a los comercios y las estaciones de servicio, encendiendo la alarma en el mundo empresarial.

"Hace 40 dí­as pedí­an el 19% y después pasaron al 33%. ¿Qué pasó en ese lapso para que el reclamo casi se haya duplicado? Son las expectativas inflacionarias", advirtió a iProfesional.com, José De Mendiguren, uno de los principales dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Apenas dos meses después de que arrancaron las paritarias, que vení­an avanzando sin mayores dificultades, la cifra exigida por los sindicatos pegó un salto, dejando atrás el 20% que el año pasado era considerado como un techo en las negociaciones.

El conflicto de mayor envergadura estalló hace dos semanas en el rubro alimenticio, donde trabajan unos 80.000 empleados. Presionado por las bases, el sindicato liderado por Rodolfo Daer no acató la conciliación obligatoria y, en un endurecimiento de las medidas de fuerza, el jueves realizó un paro nacional de 24 horas en rechazo a la "polí­tica antisindical" del sector empresario.

"En Capital Federal, el paro fue total, tal como se manifiesta en el interior del paí­s", aseguró Daer.

El miércoles, el gremio y Arcor acordaron un aumento del 30% en Arroyito, una de las cuatro plantas que la compañí­a tiene en Córdoba. Sin embargo, los representantes de los trabajadores rechazaron la actitud de la firma por considerar que busca dividirlos y pasar por encima de la federación sindical.

Según informó a este medio el delegado de Lí­a-Bagley, Hugo Fernández, unos 5.000 trabajadores de Arcor reclaman "que el sueldo de la categorí­a inicial se eleve de $2.000 al costo de la canasta básica" que estiman en $3.000. Esto significa un aumento salarial del 50%, bastante lejos de la última oferta que hicieron las cámaras (20% de contado y 6% fraccionado en dos etapas).

"Tenemos mucha fuerza y hasta ahora podemos hacer que el sindicato se ponga a la cabeza de la lucha", dijo Fernández.

En tanto, los empleados de las fábricas de Nestlé, GeorgalosOrieta, Solubles Montecristo, ParmesanoKraft, Fel Fort, Pepsico, Ice Cream, Dulcor, Genecor y Cartocor también se encuentran en estado de alerta y en algunos casos realizaron paros o protestas por aumentos salariales, que incluyeron cortes de ruta, ante lo que califican como un "ajuste por inflación".

La profundización de los reclamos y el incremento de la conflictividad despertó una fuerte preocupación entre los empresarios. En una de sus reuniones semanales, los dirigentes de la UIA evaluaron que las conversaciones de este año son de una considerable "complejidad" y advirtieron sobre las consecuencias que tales subas podrí­an tener para la "competitividad de la industria".

En la central fabril, sostienen que los reclamos gremiales dan por hecho cifras basadas en pronósticos "imprudentes" sin causas técnicas que los convaliden.

"Si uno ve las exigencias de los trabajadores de frigorí­ficos y de la alimentación, los aumentos no son fácilmente trasladables", reconoció a este medio Omar Pelliza, el vicepresidente de la Unión Industrial de Córdoba y empresario del plástico, un sector que a fines de mayo iniciará paritarias. En el sector del Comercio, las negociaciones siguen estancadas por lo que las partes volverán a reunirse entre este martes y miércoles, tras el paro de dos horas que el gremio llevó a cabo en algunos centros comerciales y supermercados de la provincia de Buenos Aires durante el fin de semana.

A principios de año, los mercantiles pedí­an un 20% y ahora exigen un incremento del 35% que lleve el sueldo mí­nimo de 2.052 a 3.000 pesos, pero las empresas consideran que "no están en condiciones de otorgarlo".

"Todaví­a no hicimos una contrapropuesta porque se está estudiando el reclamo, esto va para largo", dijo a iProfesional.com el secretario de prensa de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, Vicente Lourenzo.

Negociaciones abiertas

En medio de las conversaciones salariales, el Ministerio de Trabajo salió a presionar al sector privado para que acceda a los reclamos gremiales, al menos en algunas actividades. Desde la cartera laboral aseguraron que algunas compañí­as, en sectores importantes de la economí­a, estarí­an en condiciones de pagar sueldos mí­nimos de 3.000 pesos.

Según un portavoz del Ministerio, varios sindicatos reclaman cerca de un 35% de suba salarial debido a que tienen básicos muy atrasados. Entre ellos, se encuentran los trabajadores plásticos nucleados en la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.

No obstante, los jefes de la industria plástica se muestran tranquilos porque esperan que al final de las paritarias el gremio cierre en una cifra similar a la alcanzada por las organizaciones "fuertes" como la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) y los metalmecánicos (SMATA).

"Si todos cierran alrededor del 25% es coherente. En algunas empresas dicen que exigen 35 o 40%, pero oficialmente no hay un pedido y es normal que se pidan 10 o 15 puntos arriba", afirmó Pelliza.

El sindicato del neumático, que depende de CTA, también apunta a una recomposición del ingreso del 35 por ciento. Por ello, los trabajadores del sector se movilizaron la semana pasada a la cartera laboral para exigir a la dirección del sindicato que adelante las negociaciones por salario debido a que, según los delegados, "la inflación nos viene bajando el poder de compra" y trabajan hasta 12 horas bajo "condiciones insalubres".

Los empleados de las estaciones de servicio piden un aumento del 32% y advirtieron que, de no recibir la suma solicitada, realizarán en las próximas semanas medidas de fuerza que podrí­an afectar el abastecimiento de combustible.

Entre los gremios pesados, se encuentran los gastronómicos de Barrionuevo, que antes demandaban un incremento del 25% y ahora piden un 30%, la misma cifra que aspiran a conseguir los trabajadores de la carne desde que se dispararon los precios de los cortes en febrero.

El gremio que representa a los empleados de los frigorí­ficos está dividido. El sector alineado con la CGT oficial movilizó a mediados de abril a unos 10.000 afiliados al Ministerio de Trabajo, mientras que el Sindicato de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires y la Zona Sur bonaerense (Sicgba) vinculado a Barrionuevo inició la semana pasada un paro de comercialización de hacienda de 48 horas junto a la Mesa de Enlace.

Según Sicgba, la industria registró en los últimos meses 3.248 despidos y hay 3.800 contratos suspendidos a empresas de servicios. Asimismo, estiman que unos 14.000 trabajadores de frigorí­ficos cobran 800 pesos menos en sus haberes mensuales por la caí­da de faena y el cierre de las exportaciones cárnicas.

En este escenario, los empresarios del sector consideran que la negociación salarial "es complicada".

"Los trabajadores están pensando más en la estabilidad laboral que en el aumento de sueldo. Hoy difí­cilmente un industrial pueda pensar en una suba salarial cuando le exigen que no despida y subvencione a la gente que no necesita", remarcó a iProfesional.com el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carne de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti.

Dos paritarias pendientes y con impacto sobre el resto de las actividades son las de camioneros y la construcción. En el primer caso, es probable que la cifra solicitada sea como mí­nimo igual a la del año pasado, cuando el gremio que dirige Pablo Moyano logró una suba del 19,5 por ciento. No obstante, las empresas señalan que el incremento habrí­a llegado hasta el 24%, si se cuentan sumas y adicionales, lo que posicionó al sindicato entre los que logró uno de los mejores convenios.

En la construcción, la UOCRA apuesta a cerrar un acuerdo durante mayo y ya pidió en las conversaciones preliminares un aumento de entre el 25 y el 27%, una suma similar a la que exigen los textiles. Por último, deberán iniciar negociaciones sanidad y administración pública, dos gremios también influyentes. Los aumentos que se dieronSi bien todaví­a es incierto el futuro de las negociaciones que se iniciaron en las últimas semanas, desde marzo ya se han cerrado ocho acuerdos que, en promedio, evidencian una suba salarial del 27,3 por ciento.

En comparación con los últimos pactos salariales, la primera ronda de aumentos parece moderada. Los bancarios fueron los primeros del sector privado en cerrar paritarias, con un incremento en sus remuneraciones del 23,5% (2 puntos menos que lo que reclamaban) que llevó la remuneración inicial con adicionales de unos 100.000 trabajadores a 4.495 pesos.

Luego, el sindicato de Luz y Fuerza le siguió los pasos al conseguir el 23% que solicitaban.

Sin embargo, lentamente, los gremios comenzaron a elevar sus expectativas salariales, empujados por la aceleración de los precios, los pronósticos privados que auguran una inflación anual del 25% y la suba del 23% que el Gobierno le otorgó a los maestros en lo que fue la primera negociación del año.

De este modo, la Unión de Obreros Metalúrgicos, el pesado sindicato que lidera Antonio Caló y representa a unos 250.000 trabajadores manufactureros, primero pidió una cifra cercana al 22%, pero rápidamente fue por más y, tras anunciar el lanzamiento de medidas de fuerza, obtuvo en abril un aumento de los sueldos en dos cuotas de entre el 25 y el 26,6%, dependiendo del sector.

Los petroleros fue otro de los gremios que depuso sus intenciones de parar y acordó un incremento del 25%, por debajo del 32% exigido inicialmente, pero por arriba del 18% que ofrecí­an las cámaras del sector.

Todas estas subas son menores si se las coteja con los sindicatos portuarios, azucareros y aceiteros, que marcaron un nuevo piso en las negociaciones al lograr en abril el aumento salarial más elevado de las paritarias de este año.

En el puerto, los trabajadores alcanzaron un acuerdo con las firmas exportadoras que sube las tarifas de estibaje y los sueldos de los trabajadores en un 27%, un porcentaje levemente superior al 25% ofrecido por las empresas. El arreglo puso fin a un conflicto que provocó millonarias pérdidas en las ventas externas de Argentina y que impulsó los precios globales de la soja, luego de que los estibadores bloquearan por 10 dí­as los accesos a dos de los principales puertos de Rosario, desde donde parte el 85% de los embarques agrí­colas del paí­s.

Por su parte, el sindicato de la industria aceitera y las compañí­as procesadoras de granos firmaron un nuevo convenio de trabajo, que contempla subas del salario de hasta el 36% y lleva el básico inicial del sector de $3.000 a 4.000 pesos.

En tanto, la Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera (Fotia) acordó con el Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART) un incremento del 37% para la categorí­a más baja que puso contra las cuerdas a las cámaras de Salta y Jujuy, y a otros sindicatos del sector que aspiraban a menos.

El ajuste lleva el ingreso a $2.500 e incluye un 8,7% no remunerativo ($218) que en el convenio del 2009 era del 17 por ciento.Juan Manuel Barca

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