Nada pareció casual: un impactante informe sobre el deterioro en la calidad del sistema educativo coincide con el momento más tenso del conflicto salarial docente, y deja lugar a las especulaciones sobre las estrategias que cada una de las partes está eligiendo para influir sobre la opinión pública. Hoy por la tarde se espera una amplia movilización docente hacia la Plaza de Mayo. Se trata de la Marcha Federal que comenzó a bajar de diferentes provincias el 20 de marzo y convergerá frente a la Casa Rosada para reclamar por la apertura de la paritaria nacional y un “justo” aumento a los maestros. 

En pos de atenuar el impacto que tendrá la jornada de protesta, el Gobierno intentó ganar la agenda el martes con la difusión de los resultados de la prueba “Aprender”, que se realizaron el año pasado y, según informó el propio presidente Mauricio Macri, arrojaron resultados “dolorosos”.

La evaluación revela una caída del rendimiento escolar en diversas áreas: el 70% de los estudiantes terminan el secundario sin entender elementos básicos de Matemática y el 46,4 por ciento obtuvo calificaciones debajo del nivel básico en Lengua. Por su parte, el 40% de los alumnos de sexto grado del primario público no comprenden texto (ese número se reduce en un 20% en las escuelas privadas, lo que evidencia la inequidad entre el registro público y el privado).

La puesta en escena del Presidente no fue azarosa. Macri decidió dar a conocer los resultados de la prueba “Aprender” -tomadas en octubre a todos los alumnos de 6° grado y 5° o 6° año del secundario- en conferencia de prensa desde la Casa Rosada en medio del paro nacional docente que se inició el mismo martes.

En ese marco, Macri anunció el envío al Congreso de una “Plan Maestro” para debatir la calidad educativa con “todas las fuerzas políticas”. 

El programa cuenta con 108 objetivos como garantizar la cobertura universal del nivel inicial desde sala de 3 años pero también pone la mirada sobre la formación docente: para 2021, por caso, pretende crear un nuevo sistema nacional de carrera docente y lograr que el 100% de los directivos y Supervisores en ejercicio hayan realizado una actualización de formación específica en liderazgo educativo. 

El tema se instaló con fuerza en la agenda mediática y puso al ministro de educación, Esteban Bullrich, en un rol protagónico en las pantallas de televisión.

Y la respuesta de los dirigentes gremiales docentes no se hizo esperar. “Ahora parece que los problemas de la Educación son exclusivamente de los docentes”, criticó Sergio Romero, secretario gremial de UDA, uno de los seis gremios que integran el Frente Gremial Docente en territorio bonaerense. 

Aunque Macri no haya hablado del conflicto durante la conferencia de prensa, la sensación que quedó en el ambiente fue la de una crítica velada: al marcar el deterioro del sistema educativo y la necesidad de mejora en la capacitación docente, de alguna manera buscó una forma de restar legitimidad moral a la protesta del gremio.

Es cierto que la postura oficial de los funcionarios -repetida muchas veces por María Eugenia Vidal- es que los docentes merecen mejor salario, pero lo cierto es que la presentación de estos resultados justo en pleno conflicto implica el mensaje contrario: desde el punto de vista del Gobierno, los mismos que están reclamando son los que llevaron a los malos resultados educativos.

Macri expuso un cuadro crítico de la Educación buscando provocar un efecto en la opinión pública. Y lo hizo promediando la tercera semana de conflicto con los docentes, que en la provincia Buenos Aires ya llevan casi 15 días de paro en algunas escuelas.

Lo cierto es que la prueba “Aprender” revela un problema estructural en el sistema educativo argentino que, como opinan los gremios, se agrava si un docente tiene un salario que lo deja por debajo de la línea de pobreza.  

“Después del paro nacional vamos a volver a las aulas hasta el 6 de abril, el día del paro nacional de la CGT, esperando que el Gobierno tenga un gesto similar al nuestro y nos convoque a la paritaria nacional”, aseguró Romero. “Si después del 6 no nos convocan volveremos a las medias de fuerza”, añadió referente de UDA e integrante de la CGT.

La decisión e ir a una huelga o no en la Provincia ya se transformó, lógicamente, en un tema de discusión dentro del Frente Gremial Docente.

"Este Frente Gremial lleva 15 años. Claro que hemos tenidos diferencias pero es natural y lógico que así suceda. Que eso signifique la ruptura o el quiebre, no, para nada", dijo la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirtha Petroccini, quien salió así al cruce de las versiones que indicaban que podría darse un resquebrajamiento de la unidad docente en la Provincia. 

"Se restableció el diálogo. En realidad nosotros nunca estuvimos esquivos al diálogo, reclamábamos el espacio de discusión en los términos que se dio ayer (por el lunes) en la Comisión Técnica Salarial", dijo la dirigente en referencia a la convocatoria que realizó el gobierno de María Eugenia Vidal.

Se espera que tras la movilización del miércoles, gremios docentes y gobiernos retomen ese camino para encontrarle una salida al conflicto.

La Marcha Federal

El miércoles por la tarde se espera que miles de docentes que partieron desde sus provincias rumbo a Buenos Aires converjan en la Plaza de Mayo para reclamar la apertura de la paritaria nacional, algo que el Gobierno se niega a ceder. 

La marcha fue convocada por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y contará con la participación de gremios de provincias, que estiman concentrar unos 100.000 maestros.  

La Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica) anunció que se sumará a la marcha, al igual que el Frente Gremial Docente Bonaerense (integrado por AMET, FEB, SADOP, SUTEBA, UDA y UDOCBA).

En pleno paro nacional de 48 horas con matices en la adhesión según cada provincia, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, afirmó que "sin paros" el Gobierno retomará "el diálogo inmediatamente" con los docentes. 

Así las cosas, no habría novedades en el avance de las negociaciones, al menos, hasta el jueves.