Video: Aranguren contó cómo fue la reunión en la que casi se agarró a trompadas con Guillermo Moreno
El exministro de Energía, Juan José Aranguren, analizó la mega causa judicial que investiga el pago de coimas en la concesión de obra pública durante la gestión kirchnerista.
"Veo esto con la esperanza de que en Argentina nos podamos sanar y que esto no vuelva a ocurrir, porque terminó en pobreza para los argentinos y no en obras", sostuvo el exfuncionario de Cambiemos y ex CEO de Shell.
Por otro lado, recordó experiencias poco gratas sobre su relación con el exministro de Planificación, Julio de Vido, y el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno: "Las anécdotas son hasta escatológicas con él, por cómo hablaba de la reina de Holanda. Esas formas eran parte de ese poder mal ejercido. Había reuniones en las que Moreno nos convocaba y escuchábamos una arenga, y cuando uno opinaba nos decía que no veníamos para opinar en contra".
Aranguren contó que, en algunos de esos encuentros la tensión subía, al punto de quedar al borde de incidentes: "Me he ido de dos o tres reuniones con Moreno cara a cara pidiéndome que me vaya. Quedamos a cinco centímetros, pero no nos fuimos a las trompadas".
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Las situaciones de este tipo eran habituales, al punto que "había colegas que tomaban como una medalla haber recibido una puteada de Moreno, era un masoquismo flagrante", contó Aranguren durante una entrevista con Luis Novaresio en A24.
Al repasar la causa de los cuadernos y la cantidad de empresarios involucrados, aseguró que durante los años kirchneristas "no había forma de hacer negocios en un marco de ética".
En cuanto a lo que a él le correspondía como presidente de Shell, afirmó: "Nunca me pidieron coimas. Alguien sabe a quién le tienen que pedir una coima. Nosotros teníamos principios de negocios muy firmes".
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El exfuncionario macrista también recordó cómo eran sus reuniones con quien fuera ministro de Planificación: "De Vido era chabacano, no era agradable para conversar. Nunca me atrajo como personalidad. En su propia inseguridad quería alardear algo que no era".
Por otro lado, subrayó que su salida del Gobierno se produjo en buenos términos: "Yo no renuncié, el Presidente decidió que mi gestión terminó. El radicalismo y la Coalición Cívica consideraron que había que generar las condiciones para cambiar algunas figuras. Y con Mauricio Macri teníamos un entendimiento claro de lo que había que hacer".
También reivindicó a Elisa Carrió, a pesar de sus cuestionamientos a las políticas tarifarias: "La voté tres veces para presidenta. Tengo dudas de que hubiera podido administrar pero la voté por sus principios y no me arrepiento, es muy valiosa".
Finalmente, apoyó una eventual reelección de Macri: "Si se presenta, lo voy a votar".