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Por la disparada del dólar, la CGT pidió un aumento salarial y blinda a Alberto Fernández hasta octubre

La mesa chica exigió una suba urgente del salario mínimo. El temor por la gobernabilidad y el dilema sindical ante una eventual reapertura de paritarias
14/08/2019 - 07:03hs
Por la disparada del dólar, la CGT pidió un aumento salarial y blinda a Alberto Fernández hasta octubre

La CGT pedirá este miércoles a Macri la convocatoria urgente del Consejo del Salario para aumentar el mínimo y no descarta la reapertura de paritarias para proteger el poder adquisitivo de los ingresos del impacto de la devaluación. Esos son algunos de los reclamos que analizó la mesa chica de la central obrera, como parte de un plan más amplio para garantizar la gobernabilidad y blindar a la vez al Alberto Fernández de la reacción negativa de los mercados, tras su triunfo aplastante en las PASO.

La cúpula sindical barajó esas alternativas durante la reunión que mantuvo este martes a las 17 en la sede del gremio estatal UPCN, encabezada por el dueño de casa Andrés Rodríguez. Allí, el ala dialoguista acordó exigirle al gobierno la adopción de medidas "urgentes" para contener el impacto del dólar, que el lunes trepó un 30%. La de mayor consenso fue el pedido de que se fije la fecha del Consejo del Salario, previsto por el Ministerio de Producción para después de las primarias, de modo de actualizar el valor del piso salarial, hoy de $12.500, y aliviar a los sectores excluidos de los convenios laborales.

El encuentro de la jefatura gremial fue el primero luego de la derrota casi irreversible sufrida por el Gobierno en las primarias del domingo, en las que Fernández se impuso por un 47% contra un 32%. Si bien la reunión estaba prevista de antemano, la decisión de Macri de culpar a la oposición por los temblores en la city convenció a los hombres de Azopardo de intervenir en la crisis de manera preventiva y presionar al Ejecutivo para que acelere las medidas que, según trascendió en las últimas horas, anunciaría entre el miércoles y el jueves.

"Hay que valorar el papel de las instituciones en toda su dimensión. Y por eso es vital el poder adquisitivo de los salarios ante el aumento de precios de la canasta familiar", dijo a iProfesional el líder del gremio de la construcción, Gerardo Martínez, tras participar de la cumbre en UPCN.

La preocupación de la mesa chica giró en torno a la creciente incertidumbre económica, que ya empezó a reflejarse en un incremento de los precios en góndolas y la suspensión de ventas en algunas empresas. En ese escenario, el cotitular de la central obrera, Héctor Daer, acusó este martes al gobierno de "correr el valor del dólar" al considerar que el Banco Central no intervino con fuerza el lunes sobre el mercado de cambios, pero descartó la posibilidad de lanzar un paro ante la fragilidad política del Gobierno, una percepción compartida por estas horas por los analistas financieros del exterior.

Algunos de los gremialistas sugirieron incluso que "hay que rediscutir salarios", como señaló en declaraciones a la prensa el otro líder de la CGT, Carlos Acuña, antes de ingresar al cónclave. Muchos de los acuerdos firmados este año se ajustan directamente con los índices de inflación, como ocurre en la construcción, los docentes bonaerenses y bancarios. Pero otros prevén instancias de revisión que deben ser convocadas por las partes. "Las paritarias están todas relacionadas a los niveles de inflación y abiertas a ser autoconvocadas", dijo el dirigente de un gremio importante que participó de la reunión.

En pleno proceso electoral, los popes sindicales sostienen que el Gobierno debe estabilizar la economía sin sacrificar reservas, ya que de lo contrario complicaría aún más una eventual gestión de Alberto Fernández. Para contener el dólar, el Banco Central ya vendió entre el lunes y el martes u$s250 millones. Los sindicalistas también se mostraron preocupados por garantizar la gobernabilidad hasta octubre y evitar que un agravamiento de la situación social repercuta sobre su candidato. "Alberto no tiene que involucrarse en este crisis ahora, no es el presidente y no debe desgastarse", advirtió el lunes Daer en una entrevista con radio El Destape.

Luego de celebrar el domingo en el bunker de Fernández, el sindicalista de Sanidad fue uno de los que participó de la cumbre de este martes, que además contó con la presencia de Acuña (Estacioneros), Gerardo Martínez (Albañiles), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Sassia (Ferrovarios), Omar Maturano (Choferes de tren) Omar Viviani (Taxistas), Jorge Solá (Seguro), Carlos Frigerio (Cerveceros), Roberto Fernández (Colectiveros), Abel Frutos (Panaderos) y Antonio Caló (Metalúrgicos). De esa manera estuvieron representados los "gordos" (grandes gremios de servicio), "independientes" (de buen diálogo con el gobierno) y los poderosos gremios del transporte, que respaldan a Alberto.

Del otro lado de la interna, el sindicalismo duro liderado por el bancario Sergio Palazzo y el camionero Hugo Moyano también busca apaciguar los ánimos. Palazzo, uno de los elegidos el domingo para hablar ante la prensa desde el comando electoral del Frente de Todos, vinculó en las últimas horas la suba del dólar con una acción deliberada para condicionar a Fernández y alertó por el impacto de la devaluación. La paritaria bancaria incluye una cláusula gatillo por la cual se debe actualizar una vez que la inflación supere el 30%, por lo que advirtió que aquellos que no tienen esa garantía deberán buscar la forma de recomponer sus salarios.

Los estatales porteños seguirán ese camino. En una carta a Macri y el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta, el titular de ATE Capital, Daniel Catalano, solicitó este lunes la reapertura "urgente" de la paritaria en respuesta a la "brutal depreciación de la moneda", sin descartar la posibilidad de acciones gremiales y legales. De igual modo, un sector de los metrodelegados aprovechó el paro anunciado por el sindicato del subte para este miércoles entre las 5.30 y 7.30 de la mañana, y exigió la indexación de los salarios. "Por cada punto de suba de precios, un punto de aumento salarial", reclamaron. Mientras que los aceiteros discuten por estas horas una nueva actualización salarial.

La sacudida cambiaria puso así a la CGT en un dilema: el de garantizar una transición pacífica o el de impedir que la devaluación se coma los ingresos de sus afiliados. La decisión tomada ayer por la cúpula apuntó a transitar por la delgada línea del medio, mostrando iniciativa pero sin utilizar su poder de fuego. "La mayor parte de las conducciones gremiales no quiere hacer nada que pueda ser usado como excusa en una campaña electoral que se esta ocupando de enrarecer la Casa Rosada, pero hay que cuidar un poco los salarios", reconoció el dirigente de un sindicato industrial afiliado a la central.

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