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Tras respaldar a Evo, Alberto Fernández le hizo un pedido a Macri por la crisis en Bolvia

El presidente electo condenó este domingo lo que consideró un "golpe de Estado" en Bolivia y pidió que se "vuelva al sendero de la democracia"
10/11/2019 - 21:06hs
Tras respaldar a Evo, Alberto Fernández le hizo un pedido a Macri por la crisis en Bolvia

El presidente electo, Alberto Fernández, condenó este domingo lo que considera un "golpe de Estado" en Bolivia, que calificó de "lamentable", pidió que el país vecino "vuelva cuanto antes al sendero de la democracia" a través de "elecciones libres" y le sugirió al Gobierno de Mauricio Macri que colabore "preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo.

"El compromiso de la Argentina con la institucionalidad y contra cualquier forma de golpe de Estado en el continente debe ser total", remarcó Fernández.

Y agregó que tiene expectativas en que "las actuales autoridades actúen bajo ese mismo principio preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo y colaboren hasta el 10 de diciembre con la recuperación de la democracia en Bolivia".

El pedido al Gobierno de Mauricio Macri tiene que ver, entre otras razones, con la versión de que Evo Morales e integrantes de su Gobierno podrían pedir asilo político en el país.

A su vez, también se relaciona a la preocupación de Fernández para que en Bolivia se desarrollen prontamente "elecciones libres" y "sin proscripciones" que restauren el orden democrático en la nación sudamericana.

"El quiebre institucional en Bolivia es inaceptable. El pueblo boliviano debe escoger cuanto antes, en elecciones libres e informadas, a su próximo gobierno", enfatizó.

Al respecto, agregó: "Defenderemos firmemente la democracia en toda América Latina. Después de este quiebre institucional, Bolivia debe volver cuanto antes al sendero de la democracia a través del voto popular y sin proscripciones".

El Grupo de Puebla denunció "violencia y humillaciones"

El Grupo de Puebla repudió también el "golpe de Estado" en Bolivia que forzó la renuncia del presidente Evo Morales, responsabilizando a "la oposición que optó por la intransigencia, la radicalización y la ruptura democrática", y expresó su "solidaridad con el pueblo boliviano" y con el mandatario dimitente.

"Una vez más, la Constitución y el Estado de derecho de Bolivia fueron violados interrumpiendo un mandato constitucional", dijo el grupo integrado por dirigentes y mandatarios de países de América Latina que deliberó el sábado y domingo en Buenos Aires.

"Los graves hechos ocurridos en los últimos días se intensificaron en Bolivia. Fuerzas de la oposición desencadenaron movilizaciones políticas acompañadas de actos de violencia, humillación de autoridades democráticamente elegidas, invasión, saqueo y quema de casas, secuestro y amenazas de familiares para llevar a cabo un golpe de estado y forzar la renuncia del presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García-Linera, legal y democráticamente elegidos", añadió en un comunicado.

La organización había emitido un documento con sus conclusiones poco antes de conocerse la renuncia de Morales y, previamente, otro de apoyo a Morales, por lo que debió efectuar un nuevo debido a la novedad de la dimisión.

Explicó el Grupo que "todas las iniciativas de diálogo y negociación ofrecidas por el Gobierno del presidente Evo Morales fueron rechazadas. Las recomendaciones de la OEA de una nueva contienda electoral fueron aceptadas por el Presidente Morales, dirigidas al Parlamento boliviano, incluso con la recomendación de una renovación completa de los órganos electorales y la posibilidad de contar con nuevas candidaturas".

"Pero la oposición optó por la intransigencia, la radicalización y la ruptura democrática, abriendo un grave antecedente de un nuevo golpe de estado en la larga historia de interrupciones democráticas en el país". Particularmente grave fueron los comportamientos ilegales e irresponsables de las fuerzas policiales y, finalmente, de las propias fuerzas armadas que acompañaron al golpe", alertó.

En este contexto, el Grupo de Puebla expresó "su solidaridad con el pueblo boliviano, su presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García-Linera y con todos los funcionarios que impulsaron políticas públicas de inclusión social, reducción de la pobreza y la desigualdad y de participación ciudadana".

Y al mismo tiempo exigió "el respeto a la integridad física de todos y cada uno de los miembros del Gobierno, autoridades locales, militantes, líderes sociales y sus familiares. Es inaceptable la violencia a la que ya muchos fueron sometidos".

"Nos solidarizamos con el pueblo hermano de Bolivia en estas horas de sufrimiento y reclamamos la continuidad del proceso electoral transparente y sin restricciones", dijeron los dirigentes, y agregaron que "exigimos a los Órganos Internacionales de Derechos Humanos garantizar el esclarecimiento de los actos de violencia cometidos, el juicio y castigo a los responsables, y el restablecimiento del orden, la paz, la convivencia social y la democracia en Bolivia".

El documento fue firmado por Celso Amorim, Karol Cariola, Julián Domínguez, Marco Enríquez-Ominami, Camilo Lagos, Clara López, Esperanza Martínez, Alejandro Navarro, Aloizio Mercadante, Carlos Ominami, Gabriela Rivadeneira, Carlos Sotelo, Jorge Taiana y Carlos Tomada.

Bolivia, un caos institucional

Bolivia quedó al borde de un vacío de poder luego que toda la línea sucesoria presidencial renunciara y denunciara un "golpe de Estado", lo que abrió una lluvia de rumores sobre quién asumirá el poder en las próximas horas.

"En caso de impedimento o ausencia definitiva de la presidenta o del presidente del Estado, será reemplazada o reemplazado en el cargo por la vicepresidenta o el vicepresidente y, a falta de ésta o éste, por la presidenta o el presidente del Senado, y a falta de ésta o éste por la presidente o el presidente de la Cámara de Diputados", señala la Constitución.

En las últimas 24 horas renunció el presidente Evo Morales, su vicepresidente Alvaro García Línea, la presidenta del Senado Adriana Salvatierra y, antes que todos ellos, el presidente de la Cámara de Diputados, Victor Borda.

Todos son miembros del partido hasta ahora oficialista, Movimiento al Socialismo (MAS).

Pese a que la línea de sucesión formal termina en Borda, existe el antecedente de la crisis de 2005, cuando, tras la renuncia del entonces presidente Carlos Mesa -el mismo que el mes pasado disputó la Presidencia en las urnas-, asumió el presidente de la entonces Corte Suprema.

Hace 14 años, la clase política intentó que el Poder Legislativo designara a un sucesor en una votación. Pero cuando la sesión se suspendió por la escalada de la crisis política en las calles, entonces, asumió el presidente de la Corte Suprema.

A diferencia de los otros dos Poderes del Estado, el titular del Poder Judicial, el presidente de la Corte Suprema, José Antonio Revilla Martínez, sigue en el cargo.

Poco se sabe de él y de sus posiciones políticas e ideológicas. La única certeza es que fue elegido para el cargo el año pasado y, desde entonces, evitó tener un perfil político.

Por su parte, Mesa, el líder opositor más votado en las elecciones del 20 de octubre pasado, propuso ante los medios que el parlamento elija al sucesor presidencial para "evitar una ruptura constitucional".

En cambio, medios bolivianos informaron que el otro líder opositor que salió fortalecido de la jornada de hoy, el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y el hombre que ingresó a la sede de gobierno tras la renuncia de Morales, Luis Fernando Camacho, apuesta por crear una suerte de "gobierno de notables" para dirigir la transición hasta las próximas elecciones, que aún no tienen fecha.