La crítica situación económica y la interna del Gobierno se convirtieron en un cóctel explosivo para la estrategia electoral del Frente de Todos. Frente a este panorama, los diferentes espacios sindicales comienzan a sondear a los potenciales candidatos y no solo del oficialismo. A pesar de los magros resultados en materia inflacionaria, los máximos referentes gremiales siguen apostando a la candidatura de Sergio Massa mientras algunos prefieren ser previsores y, ante una derrota del peronismo, buscarán atemperar los "daños colaterales".

En la anterior experiencia de Juntos por el Cambio, dirigentes como el fallecido Gerónimo "Momo" Venegas, titular del gremio de los peones rurales (UATRE) se erigió como un aliado electoral y acercó a algunos de los pares a las mesas de negociaciones con Mauricio Macri y (sobre todo) la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

Las promesas electorales y el rechazo de cierta dirigencia con Cristina Kirchner fueron suficientes para apaciguar los reclamos laborales y salariales. Hoy, el panorama es diferente. Desde la oposición ya no disfrazan su discurso y declaran que es imprescindible encarar reformas del tipo laboral, previsional y de salud. Para el gremialismo eso significa la quita de derechos en el trabajo, un sistema de salud mixto (público y privado) y el desguace de las obras sociales. 

Con una palpable atomización electoral que no se sabe cómo va a terminar, un par de gremialistas mantienen reuniones con colaboradores muy cercanos a Horacio Rodríguez Larreta. Sostienen que el jefe de Gobierno porteño es "el más peronista" del amplio menú de precandidatos de la oposición y con el que "se puede llegar a un acuerdo a través del diálogo". Afirman que "en líneas generales, no hay grandes conflictos en la Ciudad con los salarios de los docentes o profesionales de la salud… aunque es cierto que con lo que se recauda podrían tener más presupuestos…".

Diálogo con los referentes de Larreta y Bullrich

Hoy por hoy, el vínculo del sindicalismo es el subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio porteño, Ezequiel Jarvis, quien viene cultivando una muy buena relación con los sindicatos a través de programas de registración, capacitación y prevención. El funcionario explica que en caso de que Larreta llegue a la presidencia no se piensa en una reforma laboral "a pleno". Y amplia: "Quizás eso es muy tentador para otras fuerzas, ponernos en el lugar de que vamos a hacer una reforma laboral agresiva, y no es lo que estamos pensando, estamos trabajando en cómo podemos modernizar la dinámica laboral Argentina con todos adentro".

Quien se ha convertido en el referente laboral de Patricia Bullrich es Marcelo Peretta, secretario General del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos y titular de la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE), una suerte de central obrera con la que pretende ir sumando gremios a medida de que se consolide la candidatura la jefa del PRO. La CTE cuenta con el aval de Miguel Angel Pichetto, un peso pesado con excelentes relaciones con la dirigencia gremial. Peretta admite que ya mantuvo encuentros con varios de sus pares y asegura que "queremos trabajo, reemplazar los planes sociales por empleo genuino y mayor productividad; Patricia no viene por los derechos de los trabajadores…".

os diferentes espacios sindicales comienzan a sondear a los potenciales candidatos y no solo del oficialismo

Para los sindicalistas (en general), el límite son Javier Milei y José Luis Espert con quienes directamente no hay contactos para establecer algún tipo de relación. Allí vuelven a encenderse las alertas gremiales, haciendo referencia a esa atomización de los partidos políticos.

Un histórico gremialista relató a iProfesional: "Las alianzas perjudicaron a los partidos políticos como el radicalismo y el peronismo que, si bien siempre fue frentista, también tenía la verticalidad del líder que conducía y el resto acompañaba. Hoy están todos enfrentados y les abren la puerta a estos personajes rupturistas que, si manejan el país, lo chocan en 48 horas. Eso es lo peligroso de esta elección, que volvamos a una suerte del "que se vayan todos" ". 

CGT no apoya a Alberto e insiste con su propio espacio

Más allá de alguna charla con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien pretende jugar con una especie de peronismo "republicano", la mesa chica de la CGT le prende velas a la gestión del ministerio de Economía con la esperanza de un Massa que podría tener chances en una segunda vuelta. 

Lo que ya está descartado es un respaldo a la reelección de Alberto Fernández. Su amigo personal y cotitular de la central obrera, Héctor Daer, prefiere que ni le pregunten sobre el tema o lo elude con su habitual elegancia. Otro de los pesos pesados del mundo laboral como Víctor Santa María tampoco se lo ve muy predispuesto a acompañar al jefe de Estado y se lo ve más abocado a cómo sostener su conglomerado de medios de comunicación.

Para no dejar a nadie afuera, la mesa chica cegetista aceleró los contactos con el precandidato Daniel Scioli (otro que nunca desatendió su relación con los gremios), mientras el líder de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo, no se cansa de elogiar al ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, a quien considera el mejor cuadro del Gobierno. Amén de estas reuniones, tratan de consolidar el Movimiento Nacional Sindical Peronista con el que pretenden cubrir cargos legislativos a nivel nacional, provincial y municipal. Allí tallan fuerte el propio Barrionuevo, Daer y el otro cotitular de la central, Carlos Acuña. 

La CGT no apoya a Alberto Fernández e insiste con su propio espacio

La postura del Moyanismo: respaldo a la reelección de Kicillof

En tanto, el líder de los Camioneros, Hugo Moyano, reclama la unidad del Frente de Todos y hasta juega unas fichas por el Presidente, al que le reconoce ciertos méritos en la gestión. Por su parte, Pablo Moyano, trata de ponerle épica a la situación. "Una vez que tengamos el candidato o la candidata, si el peronismo se pone en marcha, es invencible", subrayó.

Como sus pares de CGT, considera que es el tiempo del sindicalismo. "Estamos llevando adelante reuniones con distintos candidatos para que los trabajadores tengamos voz y voto en el Congreso", declaró, ratificando que el Frente Sindical para el Modelo Nacional también propondrá sus referentes para los comicios. Consideró que "más allá de la bronca por la inflación y el aumento del precio de los alimentos, nosotros les decimos que peor va a ser si vuelve la derecha. Después no lloremos porque ya están diciendo lo que van a hacer".

Si para la mesa chica cegetista los vedados son Milei y Espert, los Moyanos rechazan de plano cualquier acercamiento con Bullrich, Ricardo López Murphy y compañía. Y vuelven a coincidir en el posicionamiento de Massa. Al respecto, Pablo subrayó: "Si Sergio puede ir bajando la inflación, el peronismo va a ser competitivo".

Donde parecen alinearse los planetas es en el respaldo a la reelección de Axel Kicillof. El camionero manifestó que el gobernador bonaerense "agarró una provincia devastada". Y enumeró: "Ordenaron las cuentas. Tenemos muchísimos trabajadores que dependen de la provincia de Buenos Aires, de los municipios y quedó demostrado en que se pudieron desarrollar paritarias libres, no hubo despidos, no hubo intentos de municipalizar los servicios de recolección. Eso quiere decir que está llevando una administración bastante prolija", y consideró que "seguramente va a ser reelegido".

En la reelección de Kicillof parece que hay unidad de criterios, porque en la apertura de la asamblea legislativa provincial se vio al secretario General del Sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer, hombre del riñón de la CGT, quien aplaudió el discurso del gobernador, al tiempo que resaltó tanto su gestión como la del ministro de Trabajo provincial, Walter Correa.

El el Moyanismo respalda la reelección de Kicillof en la Provincia de Buenos Aires

Movilizados por la candidatura de Cristina Kirchner

La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) se ha convertido en un sector importante del sindicalismo, bajo la conducción del bancario Sergio Palazzo, quién –más allá de las declaraciones de Cristina Fernández y los fallos judiciales- aseguró: "No voy a parar hasta convencer a Cristina de que sea nuestra candidata" y señaló: "Se creó una comisión para convencer a Cristina de que sea candidata. Alberto estuvo de acuerdo en la creación de la comisión y en hacer todo lo posible para que Cristina no sea prescripta".

Sobre las elecciones, dijo que "si Alberto quiere ser candidato sería inconveniente que haya PASO a Presidente" y añadió: "Si nos ponemos a discutir un plan b no vamos a estar concentrados en la candidatura de Cristina". Palazzo es acompañado por dirigentes como Héctor Amichetti (gráficos bonaerenses), Vansea Siley (judiciales) y Horacio Arreceygor (televisión), entre otros.

En el marco de acuerdos quien también juega la línea Cristinista es el titular del sindicato de Canillitas, Omar Plaini, hombre del moyanismo, quien sostuvo que el oficialismo "necesita una Cristina Kirchner que sea la que traccione votos" y consideró que si el Presidente confirma que se postulará, "ahí se entablaría una gran discusión en torno al proyecto, porque uno de los problemas que tiene el Frente es la discusión sobre el `volvimos mejores´ y propuestas que no terminaron de llevarse a cabo".

Plaini aseguró que "desde el único lado que nosotros podemos acumular es con Cristina Kirchner teniendo su protagonismo de conducir y ser. Se acumula a partir de su liderazgo" y subrayó: "Cuando caminás abajo, visitás un taller, una fábrica, una barriada popular, el nombre que surge es siempre el mismo: Cristina.