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Halcones, palomas, peronistas y libertarios, vistos desde la Casa Blanca: ¿a quién prefiere EE.UU. en la elección argentina?

Desde Washington se sigue la campaña argentina: más allá de candidaturas, se evidencia la preocupación por la agenda bilateral y alineamiento geopolítico
24/04/2023 - 14:05hs
Halcones, palomas, peronistas y libertarios, vistos desde la Casa Blanca: ¿a quién prefiere EE.UU. en la elección argentina?

En Washington también hay quienes se hacen las mismas preguntas que en Argentina: ¿Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich? ¿Qué impacto tendría una presidencia de Javier Milei? ¿El poder en el actual oficialismo irá a un peronismo moderado o a un kirchnerismo radicalizado? Y la nueva incerteza: ¿es posible una reconfiguración de las actuales coaliciones?

La fuerte combustión que generan la economía y la carrera electoral en Argentina quema muy rápido los papeles, algo que también repercute en una relación bilateral clave para el país, como lo es con Estados Unidos.

Hace solo un mes, Alberto Fernández lograba ser recibido en la Casa Blanca por Joe Biden, en lo que significó un gesto de apoyo al gobierno argentino para las negociaciones con el FMI. Esa cumbre casi puede verse ahora como una despedida para lo que viene, ya que Alberto confirmó que a fin de año dejará la presidencia sin intentar la reelección. No hay paper que aguante.

En política suelen gobernar las urgencias. Y ante un presente indescifrable, los ojos ya se posan sobre el futuro incierto. Tras haber dado el prometido apoyo a las negociaciones con el Fondo Monetario, al establishment político de Washington le preocupa la estabilidad actual, pero también buscan determinar cuál puede ser a partir de diciembre el escenario más conveniente para su agenda.

Esas preguntas iniciales tienen por ahora pocas y disímiles respuestas, sobre todo porque la campaña está atada a una economía que transforma el escenario cada día (y porque los cisnes negros pueblan la fauna local).

Pero basta ver lo ocurrido en las últimas semanas para entender que es una prioridad de la administración demócrata en Estados Unidos que haya en Argentina una transición lo más estable posible y que la situación económica y social actual no derive en explosiones institucionales, a tono con lo que necesita para la región.

La reciente cumbre de Joe Biden y Alberto Fernández dejó en evidencia el renovado interés estadounidense por el rol geopolítico de Argentina en la región
Cumbre de Joe Biden y Alberto Fernández: interés estadounidense por el rol de Argentina en la región

La mirada electoral

Si de radar electoral se trata, luego de una de las reuniones clave que tuvieron lugar recientemente entre funcionarios argentinos y estadounidenses, surgió la versión de que el crecimiento de la figura de Milei había empezado encender alarmas en el Departamento de Estado. Y que incluso consultaban sobre un posible parecido con Donald Trump. Preocupa, según esa versión, que en caso de ganar el libertario termine abriendo un escenario político de ruptura que termine desestabilizando el sistema.

Ante la consulta, en el entorno del candidato niegan que esa sea la visión desde Washington. Lo atribuyen a una operación política del oficialismo y, en todo caso, a la opinión de algunos analistas. "Somos aliados de Estados Unidos, ¿por qué les debería preocupar?", minimizan.

Si faltaba algo en el radar, la propuesta de dolarización de Milei –que se instala en la campaña al compás del aumento de la cotización- agrega una razón para llamar la atención.

Una relación en fase hiperactiva

Para entender qué se puede esperar de la relación bilateral a partir del actual escenario, conviene repasar lo sucedido en las últimas semanas. 

"Un puente", es la definición más usada como lectura política de lo que se construyó luego de una cargada agenda de reuniones entre funcionarios de la Argentina y los Estados Unidos. Lo que muchos pueden preguntarse, y seguramente los protagonistas de esta historia lo estén haciendo, es hacia dónde lleva hoy ese puente.

Pudo haber sorprendido la seguidilla de encuentros que se dieron a distintos niveles, pero el terreno no está para descuidos. Aunque disímiles en contenido y tamaño, hay urgencias tanto en la Casa Rosada como en la Casa Blanca. En Buenos Aires la vulnerabilidad, que se acrecentó estas últimas horas, tiene nombres claros: dólares y FMI.

Una explicación simple para un cambio de rumbo que llevó a Alberto Fernández, en poco tiempo, de ofrecer a Rusia una puerta de entrada para América Latina a saludar a Biden en la Casa Blanca, tomándole el codo además del clásico apretón de manos.

Aunque con diferente tenor, en ambas agendas figura la preocupación, como se decía, por la transición –pre y post- hacia el recambio presidencial del 10 de diciembre. Un tránsito que ese "puente" debería ayudar a aliviar. Señales de apoyo que llegaron un momento crítico, pero que aún no despejan la incertidumbre y reclaman acuerdos políticos.

El ministro Sergio Massa presume de sus conexiones en EE.UU. mientras se aboca a la misión urgente de conseguir dólares del FMI
El ministro Sergio Massa presume de sus conexiones en EE.UU. mientras se aboca a la misión de conseguir dólares del FMI

Visitas no tan inesperadas

Después de un largo tiempo de suspenso, Biden finalmente recibió a Alberto en la Casa Blanca el 29 de marzo pasado. Quienes conocen de cerca los modales políticos de estas citas, destacan como punto alto que no es usual que un mandatario estadounidense reciba a algún líder político en medio de un proceso electoral, como es el caso argentino.

El Departamento de Estado no estuvo ausente. Su número dos, Wendy Sherman, visitó Buenos Aires y además de reunirse con el canciller Santiago Cafiero se interesó en un encuentro con la CGT para poner el termómetro en el escenario local. En una escala previa en República Dominicana, habló con el ministro de Economía, Sergio Massa, a quien en el oficialismo se lo suele señalar por una buena sintonía con EE.UU.

Entre sus gestiones en Washington ante funcionarios y organismos internacionales de crédito, Massa –ya apuntado en su momento como potencial candidato del Frente de Todos- fue recibido por Juan González, asesor de Biden para América Latina, conocedor de la región y muy cercano a los oídos del presidente de los Estados Unidos.

De todo ese intercambio, quedó claro el apoyo de Washington a "las negociaciones y conversaciones de la Argentina con el FMI". Un gesto de respaldo necesitado, aunque –si se mira bien- tampoco es un cheque en blanco. De hecho, por estas horas las negociaciones de Buenos Aires con el staff del Fondo para conseguir  más dólares son cruciales y aún tienen escollos complicados. 

La última semana paso también por Buenos Aires la jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson. En rigor, es usual que cada año esa autoridad de una unidad del Pentágono visite la región, pero su paso se agregó como un hito más al apretado calendario bilateral del último mes, sobre todo si se tiene en cuenta también la visita realizada a principio de mes por una delegación de representantes del Capitolio.

Los candidatos se muestran

Aunque la agenda externa no suele ser prioridad en los debates electorales de Argentina, los candidatos de la oposición se han ocupado de mostrar un perfil internacional y Estados Unidos ha ocupado un lugar importante.

Horacio Rodríguez Larreta estuvo en Washington en diciembre pasado para reunirse con funcionarios y empresarios. "El mundo necesita de nuestra energía, nuestro litio y nuestros alimentos", dijo durante su gira, en sintonía con temas que busca instalar también la actual administración estadounidense.

Javier Milei, una incógnita para los observadores estadounidenses, que perciben preocupantes coincidencias con el estilo de Donald Trump
Javier Milei, una incógnita para los observadores estadounidenses, que perciben coincidencias con el estilo de Donald Trump

Activa, Patricia Bullrich pasó más de una vez por EE.UU. el año pasado en busca de respaldo para su plan presidencial. Pudo mostrar sus fotos en Miami, por ejemplo, con referentes del Partido Republicano.

Menos afecto a las movidas tradicionales de la política, Javier Milei tuvo su foto en Buenos Aires junto al embajador de EE.UU. en Argentina, Marc Stanley.

Desde el inicio de la gestión de Stanley, la Embajada se ha preocupado por mostrar un diálogo multisectorial y activo. Sorprendió incluso en marzo de 2022 cuando el diplomático fue recibido por Cristina Kirchner en el Senado.

Estabilidad y seguridad

¿Cuáles son los temas que están juego? Es conocida la disputa geopolítica que Estados Unidos mantiene con China por su creciente influencia en la región, y lo mismo ocurre en un nivel similar con Rusia. Y ese interés estratégico se cruza en la agenda bilateral, mientras Washington monitorea el acercamiento del gobierno brasileño de Lula da Silva con Beijing.

Pero, como se dijo, la atención está puesta también en escenario político local. Lo más relevante es la esperanza de la estabilidad: cualquier crisis grave en esta latitud, estiman en Washington, sería beneficioso para quienes le disputan el liderazgo en la región. La conocida trampa argentina de la gobernabilidad trasciende fronteras.

En el plano internacional, Biden impulsa la Iniciativa para la Renovación Democrática, una idea que tiene por objetivo rescatar los valores y la consolidación de ese sistema y que reunió recientemente a varios líderes del mundo y la región en una nueva edición de la Cumbre de la Democracia. Otra muestra de que una búsqueda de la Casa Blanca es mantener la estabilidad, de no hacer olas, en varios enclaves de un mundo con notorias inestabilidades.

La producción de litio, uno de los temas centrales en la agenda bilateral de EE.UU. con el próximo gobierno
La producción de litio, uno de los temas centrales en la agenda bilateral de EE.UU. con el próximo gobierno

Grabado en piedra

Claro que en esta relación bilateral que ha conocido serias tormentas, también hay constantes y no solo urgencias. La defensa de los derechos humanos y la seguridad regional han sido algunas de esas constantes en el respaldo mutuo, con Estados Unidos como uno de los principales inversores en la Argentina. A ello se le han agregado otros temas, y en la agenda reciente Washington ha dejado en claro cuáles son las áreas prioritarias para la "consolidar la relación estratégica" con la Argentina: 

-Alimentos y proteínas.

-Energía y seguridad energética global.

-Minerales críticos.

En las burocracias estables, esas apuestas estratégicas no suelen quedar en fotos de ocasión. Puede haber variaciones en el recambio de una administración a otra, pero tienen el sustrato de intereses comerciales y geopolíticos que necesitan persistencia.

¿El futuro ya llegó?

Quiso el calendario que cuando asuma el nuevo gobierno en Argentina, Estados Unidos estará pisando el ingreso a un año de definición electoral para el futuro de la Casa Blanca, etapa en el que se deben mostrar logros y legados.  La pregunta que vuelve es: ¿hacia dónde lleva el "puente" 2023? O mejor, ¿qué gobierno sucesor de Alberto Fernández puede garantizar mejores avances en esa agenda?

En medio de estas últimas gestiones bilaterales, desde Washington se remarcó la vitalidad actual de la relación. Ante los conocidos vaivenes de la política externa argentina y de la necesidad de mantener un delicado equilibrio con los principales actores globales, un observador local atento a las recientes conversaciones deslizó por lo bajo: "Lo que Estados Unidos seguramente esperará del próximo gobierno es un posicionamiento estratégico más claro".

Menuda esperanza para un país agobiado por las confusiones.  

(*) Jorge Sosa es periodista y licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales.