Animado por su triunfo electoral y por la pelea interna dantesca en Juntos por el Cambio, el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, buscará moderar su discurso, mostrarse dialoguista, evitar fotos comprometedoras, y buscar seducir al votante de clase media y del centro político con una fuerte campaña del miedo a su oponente de La Libertad Avanza, Javier Milei.

"Lo primero que tenemos que hacer como estrategia es dejarlo hablar a Milei", dijo a iProfesional con ironía uno de los diputados del Frente Renovador que le responden a Massa y que descuentan que los altibajos emocionales del libertario pueden jugar en favor del peronismo.

Si bien el ministro de Economía, tiene una relación inmejorable con la vicepresidenta Cristina Kirchner y el diputado Máximo Kirchner, sus asesores de campaña Antoni Gutiérrez Rubí, catalán, y los brasileños Edinho Silva y Ottavio Antunes, le aconsejaron que evite las fotos con ellos y con los sindicalistas "gordos" de la CGT.

Si bien ahora existe una perfecta sintonía con el gobernador, Axel Kicillof, que fue reelegido el domingo último con el 45% de los votos en Buenos Aires, el massismo presume que Kicillof se convertirá en el primer adversario político interno en el peronismo desde el 10 de diciembre, porque comenzará su proyecto presidencial para 2027.

"A partir del año próximo empezará el trabajo de esmerilar a Kicillof", dicen algunas fuentes del peronismo, para el caso en que Massa le gane el balotaje a Milei el 19 de noviembre.

Por ahora, el ministro candidato anticipó que buscará el voto de la "clase media de centro" y el de izquierda que tengan aversión por la postulación de Milei.

Balotaje: Massa ya puso en marcha su estrategia para vencer a Milei el 19 de noviembre.

Massa sale a buscar votos: cómo lo hará

Buscarán así en la "pecera de votos" que el domino último obtuvieron Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, 23,8%; Juan Schiaretti, de Hacemos por Nuestro País, con 6,8%; y Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y de Trabajadores, con 2,7%. Un dirigente del massismo señaló a iProfesional que Massa quiere captar un tercio de los votos de Bullrich, con votantes radicales y algunos de Horacio Rodríguez Larreta; dos tercios de Schiaretti, y todos los votos de Bregman que huirán espantados de Milei.

Las herramientas de Massa para conseguir ese objetivo son algunas ideas fuerza básicas:

• Convocar a un "gobierno de unidad nacional".
• Convocar "a los mejores" y "sin acuerdos de cúpulas".
• Hacer acuerdos de políticas públicas con instituciones y organizaciones.
• Tener acuerdos parlamentarios con partidos afines.

Para este fin no escatimará en recursos del Estado y en difundir el miedo a Milei. En el bunker massista descuentan que la campaña por el boleto de colectivo y de tren de la última semana, en la que Massa dijo que Milei y Bullrich lo llevarían a 1.100 pesos, surtió efecto en los sectores populares. Los candidatos opositores no tuvieron tiempo y herramientas para contrarrestarla.

Peleas en la oposición y un Massa que se ubica en el centro

En las tiendas de Massa descuentan que muchos legisladores y concejales provinciales electos de las listas de Javier Milei se están volviendo al peronismo de a poco.

En tanto, Massa festeja el estallido de la pelea dantesca que se abrió en Juntos por el Cambio por el acuerdo entre el ex presidente Mauricio Macri y Bullrich con Milei a espaldas del resto de la coalición. Descuenta que esa división lo ayudará a ganar el balotaje con votos radicales y de la Coalición Cívica descontentos con el giro a la derecha de Macri.

En el espacio de Massa creen que la alianza Macri-Milei le permitirá ganar votos radicales.

Por eso mismo, Massa se correrá hacia el centro político en su discurso y en sus actos oficiales para seducir a los votantes que desconfían de los extremos.

En forma personal, Massa comenzó a hacer el punteo de cada municipio de la provincia de Buenos Aires. El cálculo que tiene es que necesita alcanzar un 55% de votos en ese distrito, el mayor del país, para garantizarse ganar el balotaje. Su fórmula con Agustín Rossi tuvo 42,87% en la provincia por lo cual debería sumar 13 puntos más y eso es lo que le pedirá a cada intendente.

"Esa es la clave. Si todos aumentan eso en los municipios se garantiza el 55% en la provincia", dijo a iProfesional un operador de Massa. También se estudian minuciosamente los números entre las PASO y la elección general para verificar quién se mantuvo, quien aumento y quien perdió votos.

"Ya se hizo la cuenta de los votos que faltan y de dónde hay que sacarlos. Todos los municipios de la provincia de Buenos Aires, atentos", señalaron las fuentes. Eso se conversó en la reunión entre Massa, Kicillof y los intendentes esta semana.

Lo mismo se conversó con los gobernadores del peronismo con quienes se reunió Massa anteayer en el Consejo Federal de Inversiones. Cada gobernador deberá estar atento a todos sus municipios y amentar lo necesario en cada uno.

Una muestra de poder de Massa fue el momento de la foto en que personalmente los ordenó a cada gobernador en su lugar tomándolos de los hombros y todos sonreían. "Buscó transmitir que él ahora es el jefe y ordena al peronismo", señalaron sus allegados a iProfesional.

El peronismo se prepara para una fiscalización "a cara de perro" en el balotaje.

Análisis de los resultados de las generales y el foco en la clase media

Como en las elecciones generales del domingo último, y tal como lo adelantó iProfesional, la clave en los comicios de noviembre será la fiscalización a cara de perro –tal como ocurrió- y el convencimiento casa por casa en cada barrio. El peronismo es una maquinaria de poder.

"Del análisis del voto del domingo se puede saber con exactitud cuánto nos falta y a dónde hay que ir a busca los votos", señalaron en el massismo puro. Además de Massa, ayudan en esta organización el jefe de campaña Eduardo "Wado" De Pedro, Juan Manuel Olmos y Malena Galmarini.

"Son datos públicos. Oficiales. Están publicados. Pero hay que saber leerlos", señaló un puntero massista del conurbano. En el ministerio de Economía aseguran que la estrategia del ministro será "diferenciarse de lo que Milei propone, que es una alianza con nombres específicos, como Macri y Bullrich. Nombres, además, a los que, hasta ayer, agredía e insultaba de forma muy violenta".

La reconciliación entre Milei y Bullrich será un ejemplo de incoherencia política para el relato massista. Massa propondrá "un gobierno de unidad nacional, no para encajar uno u otro nombre", sino para "hacer las políticas de Estado y llevar a cabo los consensos que Argentina necesita para recuperar su estabilidad".

Un allegado señaló a iProfesional que "el camino es el consenso en economía, seguridad, educación, donde necesitamos grandes consensos". Un gobierno de unidad, dicen, "donde estén los mejores con las mejores ideas, con las mejores propuestas". No solo convocará a políticos sino a técnicos y sectores de la sociedad, empresarios, trabajadores, productivos. Y grandes acuerdos parlamentarios con acuerdos nacionales donde participen partidos y organizaciones.

"Vamos por el voto de la clase media de centro", señalaron a IProfesional. Lo dijo en la reunión de gobernadores: "La gente no es ganado, elige libremente. No hay que caer en la trampa de acuerdos de cúpulas, sino elegir a los mejores". También dijo que "hay que traer al Gringo", en referencia a Schiaretti.

El gobernador de Córdoba declaró que no se inclinará por Massa ni por Milei. Tambien su compañero de fórmula, Florencio Randazzo, dice que no aceptará integrar un gobierno de Massa porque considera que será igual a los Kirchner y él quiere formar un frente peronista no K.