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Mientras Milei firma proyectos y decretos, el peronismo de Cristina, Massa y Alberto "finge demencia": ¿podrá reinventarse?

Con el tridente de Unión por la Patria en silencio, el peronismo divaga. La premisa del "estado presente" ya no alcanza y los libertarios ganan terreno
20/12/2023 - 23:03hs
Mientras Milei firma proyectos y decretos, el peronismo de Cristina, Massa y Alberto "finge demencia": ¿podrá reinventarse?

Milei avanza. Ha decidido "usar la lapicera" presidencial poniendo el foco en aquello que posee -las atribuciones que le confiere la Constitución Nacional al Poder Ejecutivo- para poder así anabolizar los espacios donde no cuenta con grandes fuerzas, como el Congreso.

El ajuste de shock no se detiene y todos los días se traduce en medidas y/o proyectos que se enmarcan en la pura ortodoxia fiscal.

Para complementar el discurso económico de austeridad y libertad de mercados ha tomado también iniciativas de corte "manoduristas", para intentar regular el espacio público con protocolos y avisos emitidos desde las carteras de Seguridad y Desarrollo Social.

Milei convence a la clase política: "No hay plata"

Mientras se anuncian medidas desreguladoras para el sector privado, se pretende regular las manifestaciones públicas. No se trata de un combo novedoso, aunque destaca el apoyo que cuenta -al menos en el inicio- de vastos sectores de la opinión pública que aceptan el "no hay plata" con una mezcla de resignación y esperanza mientras sostienen que ya "no hay paciencia" con espacios y dirigentes que protagonizaron demandas sociales por dos décadas.

No hay equipo completo de gobierno, pero hay libreto, actor principal y elenco de reparto (o, mejor dicho, de recorte). Y el envión con que cuentan los ganadores en un contexto que exige liderazgo y cambio. Aunque no estén muy bien definidos los parámetros de lo uno y lo otro. Pero el camino se hace al andar y la política no es una práctica que venga con garantías.

Con Cristina Kirchner en silencio, el peronismo observa y divaga

Mientras tanto, del otro lado de la colina, prevalece el desconcierto. Las derrotas requieren de tiempo para ser debidamente interpretadas y, precisamente, el tiempo que ha transcurrido es muy poco.

Milei se reunió con los gobernadores
Milei se reunió con los gobernadores, quienes se mostraron de acuerdo con llevar adelante un "ajuste" fiscal.

De los tres principales referentes del gobierno del Frente de Todos (Unión por la Patria fue la marca de fantasía para maquillar el fracaso de una gestión) Alberto Fernández y Sergio Massa mantienen un perfil muy bajo y Cristina Kirchner regresó de visita a las oficinas del Instituto Patria pero no mucho más.

Ella es -sin dudas- quien tiene un discurso prefabricado para encarar la segunda versión de la resistencia con aguante, pero su narrativa es eficaz solo ante su reducido mercado interno. Difícil imaginar que sea un producto de exportación más allá del kirchnerismo.

Quizás los treinta y tres senadores peronistas sientan la influencia inercial de la ex vice, pero resulta muy improbable que sus palabras alcancen a ser persuasivas en los ciento un diputados de UxP.

Dice el refrán que la necesidad tiene cara de hereje y si sobre algo no existen dudas es respecto a que las necesidades abundarán en los próximos meses. Particularmente en las provincias, que requerirán de todo aquello que les permita pasar el verano.

Algunos ya adelantaron el abandono de los dogmas recitados hasta el cansancio respecto del "estado presente" y se han sumado a implementar el ajuste en sus territorios además de abjurar de leyes a las que votaron con mucho entusiasmo como la eliminación de Ganancias a la cuarta categoría. Lo que hasta ayer nomás se presentaba como un acto de justicia para con los trabajadores y un necesario estímulo al consumo hoy es reinterpretado a la luz de una fe renovada en la disciplina fiscal.

Lo cierto es que, como el coronel del cuento de García Márquez, el peronismo no tiene quien le escriba una narrativa para enfrentar lo que viene. Más allá de los reparos y las reservas de algunos de sus dirigentes sobre los riesgos del proyecto libertario que empieza, resulta difícil presentarse ante la sociedad sin una explicación adecuada de las causas del fracaso reciente.

El peronismo de Cristina Kirchner
El peronismo de Cristina Kirchner aun no se recupera de la derrota y se mantiene sin un propósito claro.

Esta cirugía mayor sin anestesia que se aplica sobre la sociedad argentina es consecuencia de la anestesia mayor sin cirugía de la administración que acaba de finalizar, calificada sin exageración alguna como de las peores entre los cuarenta años de democracia.

Endilgarle la responsabilidad del fiasco exclusivamente al ex presidente Alberto Fernández es una exageración, tan cómoda para aplacar conciencias como inútil frente al conjunto de la sociedad. Pretender refugiarse en consignas progresistas gastadas para enfrentar "las crueldades del ajuste neoliberal de derecha" exige más capacidad de fingir demencia que de honesta reflexión.

Independientemente del resultado del experimento que comienza, el ciclo anterior está agotado, y no por exitoso. Si el peronismo es fiel a su historia, deberá reinventarse a partir del diálogo sincero con la realidad que, al final de cuentas, de acuerdo con la máxima peronista más preciada, es la única verdad.