• 6/12/2025
ALERTA

El Gobierno logró un triunfo en la Justicia frente a un laboratorio por la importación de vacunas

El de la vacuna contra la aftosa es un negocio millonario que implica la venta de 80 millones de dosis por año, por un valor cercano a los u$s150 millones
16/09/2025 - 18:06hs
Laboratorio Biogénesis Bagó

El ala política ultraliberal de la administración de Javier Milei, representada en la figura del ministro, Federico Sturzenegger, festejó en medio de las malas noticias electorales y financieras que ponen en tensión al resto del gabinete. Y lo hizo por un fallo de la Justicia Federal que le propinó un contundente revés al laboratorio Biogénesis Bagó, que pertenece a uno de los hombres más ricos de la Argentina, Hugo Sigman.

La información indica que Biogénesis Bagó, el laboratorio que, en los hechos, es prácticamente el único proveedor del SENASA de la vacuna contra la aftosa, un negocio que según fuentes agropecuarias mueve más de u$s150 millones que pagan los productores ganaderos, se presentó un mes atrás ante la Justicia federal para pedir que se detenga el proceso lanzado por el Gobierno para desregular la importación de productos veterinarios, incluyendo esa vacuna.

El Gobierno busca liberar la importación de vacunas: laboratorio, en alerta

El juez federal Enrique Lavié Pico rechazó la pretensión de la empresa de suspender los efectos de tres resoluciones del SENASA. Entre sus argumentos explicó: "En efecto, es dable señalar que, no obstante el contenido de las resoluciones que impugna de la plataforma normativa citada, se advierte, en principio, que el SENASA es competente para dictar toda la normativa relativa a autorizaciones de productos veterinarios por equivalencia y los procedimientos o requisitos que deben ser cumplidos a los fines de obtener esas autorizaciones", además, la firma había hablado de daño en su escrito judicial y el juez Lavié Pico, indicó: "No individualiza los productos que pudieran provocarlo".

De esta manera, Sturzenegger gana un primer round fundamental en su lucha abierta contra Biogénesis Bagó que viene desde el año pasado cuando, el llamado "Coloso" por Javier Milei, pronunció duras críticas al laboratorio por ejercer, según su visión, un monopolio en la venta de esa vacuna que produce más de 80 millones de dosis.

Si bien no es el único laboratorio radicado en el país que produce las dosis —también lo hace el laboratorio CDV—, Biogénesis Bagó mantiene el liderazgo de las ventas entre los productores y es un referente a nivel mundial en materia de vacunas contra la aftosa. Pero tanto dominio del producto ofrecido llevó a que el gobierno avance con su propuesta desreguladora, permitiendo la importación de otras partes del mundo.

Para Sturzenegger desarmar esa posición dominante del Grupo Sigman es vital y utilizó un hipotético ejemplo con el Grupo Clarín conducido por Héctor Magnetto. "Lo que me llama mucho la atención es que el productor piense que puede ganar esta batalla. Obviamente, tiene toda la estructura cooptada. Hay un convenio de cooperación entre Biogénesis Bagó y Senasa. Es como que dijéramos que Clarín tiene un convenio de cooperación con la Enacom", afirmó en la última edición de la exposición Rural en Palermo.

Además, explicó el modus operandi por el cual muchas empresas poderosas nacionales se quedan con el control del mercado ante la inoperancia de los estados. "El problema de los entes reguladores es la captura del ente regulador por parte de la empresa".

La prédica transformadora del Estado no se quedó en palabras y anunció que espera que la empresa Tecnovax importe vacunas antiaftosa desde Brasil a un precio menor. En el predio de la Rural explicó: "Esperamos para la próxima campaña ya tener la vacuna aftosa a mitad de precio. Eso generará un ahorro para el sector ganadero de 100 millones de dólares".

La apuesta por las vacunas importadas desde Brasil tiene sus claros y oscuros, porque el vecino país fue declarado libre de aftosa por la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) en mayo de 2023, por lo que ya no aplica más dosis a su ganado.

La OMSA señala, en su página oficial, que la fiebre aftosa es una enfermedad vírica grave "transfronteriza, que afecta gravemente la producción de ganado, alterando el comercio regional e internacional de animales y productos de origen animal". Se estima que la enfermedad circula en el 77% de la población mundial de ganado en África, Oriente Medio y Asia, así como también en un área limitada de América del Sur.

Los países actualmente libres de fiebre aftosa permanecen bajo amenaza constante del ingreso de la enfermedad. El 75% de los costos atribuidos al control y prevención de la fiebre aftosa son incurridos por países de ingresos bajos y de ingresos medianos-bajos. África y Eurasia son las regiones que incurren en los mayores costos, representando el 50% y el 33% de los costos totales, respectivamente. La tasa de morbilidad puede llegar al 100% en poblaciones de ganado susceptibles. Una estrategia global para el control de la fiebre aftosa fue aprobada en 2012".

La fiebre aftosa se caracteriza por fiebre y úlceras en forma de ampollas en la lengua y labios, en la boca, en las ubres y entre las pezuñas. Ocasiona graves pérdidas de producción y aunque la mayoría de animales afectados se recupera, la enfermedad a menudo los deja debilitados.

Mientras Argentina no sea declarada como un país libre de aftosa sin vacunación, el negocio de venta de vacunas continuará con viento de popa y la batalla que están librando el Grupo Sigman con el gobierno de Milei continuará, al menos, en este punto.

Porque hay otro combate de fondo que podría comenzar más pronto que tarde que es con la efectiva puesta en práctica de la desregulación de los medicamentos para consumo humano que podrían importarse desde el resto del mundo.

Un hecho que pone contra las cuerdas a los laboratorios nacionales reunidos bajo el sello de CILFA, la cámara industrial de laboratorios farmacéuticos, cuyos ingresos millonarios podrían ser amenazados por laboratorios de Asia, fundamentalmente de la India, considerado el laboratorio del mundo, que venderían al sistema de salud y a los consumidores finales a un precio mucho más bajo que el actual.

El precio de los medicamentos es una cuestión clave en la Argentina de Milei, que propone un fuerte ajuste a los ciudadanos y busca maneras de bajar los precios de los productos de un mercado que, en muchos nichos, se encuentra a merced de compañías beneficiadas por no competir con marcas del exterior.

Y, en ese sentido, se producen paradojas políticas. Opuestos que en algún punto se complementan como le gustaba pensar a uno de los primeros filósofos de la Humanidad de los que se tenga registro: Heráclito de Éfeso.

Al avanzar contra los laboratorios nacionales, ya sea en el terreno de la vacuna antiaftosa o en la importación de medicamentos del extranjero, Sturzenegger coincide, al menos dialécticamente, con Cristina Fernández de Kirchner que le pidió públicamente a Javier Milei, antes de caer en reclusión domiciliaria: "A ver Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos para que podamos tener medicamentos genéricos importados para reducir el costo de los presupuestos sanitarios, a ver si te animas", desafió Cristina.

Pues bien, parece que el Gobierno tomó el guante arrojado, como hacían los duelistas de antaño, y avanzó contra uno de los empresarios preferidos de todo político que se precie en el país, Hugo Sigman.