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Oportunidad: cuánto hay que invertir en una franquicia de estética y en qué plazos se recupera

Baja barrera de entrada, alta demanda y rápida amortización: por qué las franquicias de uñas, cejas y cuidado integral lideran la expansión del sector
27/05/2025 - 18:20hs
Oportunidad: cuánto hay que invertir en una franquicia de estética y en qué plazos se recupera

El rubro de la estética y el bienestar personal se posicionó como una de las opciones más activas dentro del mercado de franquicias en Argentina. Servicios como diseño de cejas, uñas, depilación, tratamientos faciales o cuidado integral hoy combinan tecnología, cercanía y experiencia de marca.

La fórmula despierta interés entre inversores que buscan emprender con respaldo, rapidez de instalación y una rentabilidad mensual clara.

Según Marcelo Bernardini, socio consultor de Franquicias que Crecen, montar una franquicia de estética y belleza integral en Argentina hoy requiere una inversión inicial estimada entre u$s25.000 y u$s45.000, en función del equipamiento a incorporar. "A mayor tecnología, mayor será el monto necesario.

Pero ese valor incluye todo: diseño del local, cartelería, aparatología, mobiliario, instalación, capacitación inicial, marketing, derecho de marca y acompañamiento durante la apertura", explicó. Se trata de un modelo llave en mano y llave en marcha.

La propuesta es cada vez más profesional, y eso explica su crecimiento sostenido. Marcas internacionales como D-Uñas (España) y Solo Cejas (Brasil) ya operan en el país bajo el sistema de franquicias. A nivel local, Nilki Beauty Bar sigue expandiéndose: su reciente inauguración en Puerto Madero marca una apuesta por zonas con alto poder adquisitivo y gran visibilidad.

La clave del negocio radica en su demanda constante, baja estacionalidad y fuerte potencial de fidelización. Es un rubro que no requiere grandes superficies ni habilitaciones costosas, lo que reduce los tiempos de puesta en marcha frente a otros sectores. "No estamos hablando de gastronomía ni de procesos industriales. La estética se apoya en atención, tecnología y experiencia, no en logística compleja", señaló Bernardini.

Locales ideales para una franquicia

En cuanto a la superficie, los locales típicos oscilan entre 40 y 70 m2, según del tipo de servicios y la marca. Espacios más amplios permiten sumar cabinas y turnos, lo que incrementa el volumen de atención.

Sin embargo, el factor más determinante es la ubicación. El modelo de negocio requiere alto tránsito peatonal: zonas con al menos 8 personas por minuto circulando frente al local aseguran visibilidad constante.

Además de los locales tradicionales, muchas franquicias optan por islas en shoppings, corners en peluquerías, gimnasios, farmacias o centros de estética preexistentes. La lógica del rubro se apoya en la cercanía: estar donde está la gente, sin depender de grandes estructuras.

Otro diferencial es la evolución del concepto de belleza. "Ya no se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien", explicó Bernardini. En esa línea, las franquicias más actualizadas integran tres pilares: tecnología no invasiva con respaldo médico-estético; sustentabilidad ambiental (productos cruelty free, packaging biodegradable, eficiencia energética); y una experiencia centrada en el bienestar, que combine confort, personalización y vínculo emocional.

"Los consumidores valoran cada vez más marcas que no solo los cuidan, sino que también cuidan el entorno", agregó. Desde la atención hasta el ambiente físico, todo contribuye a una vivencia que el cliente quiera repetir. El resultado visible importa, pero la fidelización se construye con empatía, coherencia y diseño de experiencia.

Las zonas de mayor expansión en la Ciudad de Buenos Aires incluyen Palermo, Recoleta, Belgrano, Caballito y Villa Urquiza, mientras que Puerto Madero se consolidó como punto aspiracional por su visibilidad premium. A nivel nacional, Córdoba, Rosario, Mendoza y Mar del Plata concentran el desarrollo fuera del AMBA.

La demanda sostenida, combinada con un consumidor más informado, estimula el crecimiento de marcas que puedan ofrecer estándares altos con precios competitivos.

El perfil del franquiciado también evolucionó. No se necesita experiencia previa en estética ni formación técnica. "Quien adquiere la franquicia no es quien realiza los tratamientos, sino quien lidera el negocio desde un rol gerencial", explicó Bernardini. El candidato ideal es alguien con visión emprendedora, capacidad de gestión operativa y compromiso con la marca. Según el especialista, hay un factor que incide directamente en el rendimiento del punto de venta: "Las franquicias que mejor funcionan son aquellas en las que el franquiciado cree en la propuesta. No se trata solo de números, sino de representar un concepto con convicción".

Plazos para recuperar la inversión en una franquicia

El negocio resulta atractivo también por sus plazos de recuperación. Con una inversión promedio de u$s35.000, se estima una ganancia mensual neta de alrededor de u$s2.000. Esto permite recuperar el capital inicial en un plazo de 18 meses, dejando margen operativo para expandirse o consolidar el local. Los contratos de franquicia suelen extenderse entre 4 y 5 años, con posibilidad de renovación sin costos adicionales. Para muchos, el siguiente paso es abrir una segunda unidad.

Entre las marcas activas en el país, D-Uñas se destaca por su enfoque en manos y pies, con estética moderna y formato adaptable. Solo Cejas prioriza la especialización, con servicios de alta rotación centrados en diseño de cejas. Por su parte, Nilki Beauty Bar propone una experiencia integral orientada a público joven-adulto, con protocolos de atención diferenciados y fuerte presencia digital.

La superficie mínima exigida por estas franquicias ronda los 40 m2, aunque el diseño del local y la circulación interior son aspectos igual de relevantes que el metraje total. La ventaja competitiva de este rubro reside en su bajo costo de infraestructura y rápida habilitación, lo que acelera los tiempos de puesta en marcha y reduce trabas operativas.

Según Bernardini, lo que diferencia a las marcas que lideran no es solo el diseño o el equipamiento, sino la capacidad de crear una experiencia replicable y coherente con su identidad. "El bienestar es el nuevo lujo. La estética no se vende con promesas, se construye con consistencia", concluyó.

El modelo combina lo mejor del negocio físico con la solidez de una marca probada. Para quienes buscan emprender en un rubro en expansión, con bajo riesgo y retorno tangible, el universo de la estética profesional aparece como uno de los caminos más concretos. Un negocio donde lo que más importa no es solo cómo se ve, sino cómo hace sentir.