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ALERTA

Sin contactos ni fortuna, este magnate argentino transformó Miami construyendo torres de lujo

Su apellido aparece en más de 100 desarrollos de lujo en Miami. Así fue el camino de Edgardo Defortuna, el magnate argentino del real estate
10/08/2025 - 06:43hs
Este argentino se convirtió en magnate inmobiliario en la ciudad más deseada del mundo

El próximo 13 y 14 de agosto, el magnate argentino del sector inmobiliario Edgardo Defortuna regresará al país para participar como uno de los principales oradores en Expo Real Estate Argentina, el evento organizado por el Grupo SG en el Hilton Buenos Aires. Su historia merece ser contada: se trata de un empresario que, sin contactos ni fortuna, construyó desde cero Fortune International Group, uno de los grupos inmobiliarios más importantes de Miami (Estados Unidos).

"Arribé a Miami en 1983 como una visita temporal. Solo pensaba quedarme tres meses para acompañar a mi hermana", recuerda. Sin embargo, ese breve viaje se transformó en el primer paso de una vida nueva. "En tres meses comprendí que Miami tenía una energía que fusionaba diversidad, clima y cultura; una ciudad latina y global al mismo tiempo". A los 22 años, sin oficina ni estructura, comenzó a gestionar alquileres y ventas para conocidos. Poco después obtuvo su licencia inmobiliaria, trabajó con desarrolladores y, en 1986, fundó su propia empresa: Fortune International Realty.

"Desde los primeros años entendimos que no se trataba solo de vender propiedades, sino de construir relaciones, identificar tendencias globales y diseñar productos que realmente respondieran a las expectativas de un comprador sofisticado". Esa filosofía marcó la evolución de su empresa, que en los años 90 creció de forma orgánica: primero como representante de proyectos de terceros, luego como desarrollador de sus propias torres a través de Fortune Development Sales.

"Mientras muchos esperaban al mercado, nosotros salimos a buscar compradores en Argentina, Brasil y Colombia", cuenta. Esa actitud proactiva, junto con una estrategia de calidad antes que cantidad, cimentó el crecimiento de Fortune Inernational Group. Hoy, su compañía lleva vendidos más de un millón de metros cuadrados en torres residenciales de lujo y representa algunos de los proyectos más emblemáticos de Miami: Faena Residences Miami (junto a KAR Properties), ORA by Casa Tua, The Ritz-Carlton Residences Pompano Beach, The St. Regis Residences Sunny Isles Beach y Nexo Residences.

Pero su recorrido también está profundamente marcado por su historia familiar y sus valores. "Nací en Buenos Aires, pero mi infancia transcurrió en Córdoba, en una familia argentina tradicional donde valorábamos el esfuerzo, el estudio y el proyecto propio", comparte. La figura de su padre le transmitió disciplina; su madre, empatía. Y su hermana, médica, fue ejemplo de dedicación. "Córdoba me enseñó el valor de la comunidad y del trabajo constante. Desde muy joven, empecé a soñar con un camino propio".

Estudió ingeniería en la Universidad Nacional de Córdoba, una carrera exigente que completó en cinco años. Sin embargo, su verdadera formación en negocios ocurrió en Miami: "realicé un máster y aprendí desde el terreno cómo construir, negociar y liderar proyectos internacionales". En ese desafío lo acompañó Ana Cristina Defortuna, su esposa, socia estratégica y, vicepresidenta ejecutiva de la empresa.

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Fortune International Group lleva construidos más de un millón de metros cuadrados en Miami

"Ella representa el corazón humano de la compañía", dice. "Su visión ha sido determinante: aporta una sensibilidad única para comprender el comportamiento del consumidor, un criterio impecable para la toma de decisiones financieras, y una capacidad de liderazgo que ha sido esencial para guiar al equipo durante los momentos más desafiantes del mercado". Está involucrada en todo: desde el diseño de interiores hasta la experiencia del cliente. Proyectos como Faena Residences Miami, The St. Regis y ORA by Casa Tua llevan su impronta.

Sus tres hijos también se integraron a la empresa: "Desde pequeños los llevábamos a las obras, a reuniones con arquitectos y diseñadores, y compartíamos con ellos los primeros planos y conceptos. Hoy, son parte activa del equipo, aportando una perspectiva fresca, ideas digitales y una energía renovadora". Esa continuidad generacional es parte del legado que Defortuna busca dejar.

Un constructor de sueños

"Nuestro lema es 'we sell the dream'. No solo vendemos unidades, sino estilos de vida", define. En un mercado competitivo como el de Miami, la atención al detalle, la relación cercana con los brokers y el compromiso con el diseño y la arquitectura le dieron a Fortune una identidad propia. Alianzas con estudios de primer nivel y marcas globales completan una propuesta pensada para clientes internacionales que valoran el diseño, la ubicación y la experiencia.

"Creo que lo que realmente nos ha permitido destacarnos se sostiene en tres pilares: visión estratégica global, excelencia en la ejecución y una auténtica cultura de servicio al cliente". Y a eso se suma la capacidad de escuchar críticas, aprender y persistir. "Cuando escucho la palabra 'benchmarking', pienso en nuestra evolución: cultivar el legado de construcciones impecables, mientras aceptamos feedback incluso cuando nos dijeron que algo no funcionaría".

A pesar de haber hecho su carrera en Estados Unidos, Defortuna mantiene un fuerte vínculo con Argentina. "Mi estilo de liderazgo, basado en cercanía, integridad y trabajo en equipo, tiene raíces claras en mi infancia cordobesa", afirma. Y aunque muchas veces pensó en volver, comprendió que podía tener un mayor impacto desde Miami. "Mantengo conexiones personales y profesionales con Argentina: invierto allí cuando surgen oportunidades que encajen con nuestra filosofía".

Hoy, Fortune también mira hacia Argentina. "Sabemos que las condiciones macroeconómicas del país no siempre han sido las más favorables, pero sigo creyendo en el potencial de los argentinos como inversores globales", dice. Buenos Aires y Córdoba son dos plazas donde la empresa tiene proyectos en etapas preliminares, y la participación en Expo Real Estate forma parte de una estrategia para reforzar ese vínculo.

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El matrimonio Defortuna comparte liderazgo y decisiones en cada torre que levantan

"Mi esperanza es que podamos ayudar a que el talento y el potencial de la Argentina se conecten con el capital y la visión global que hemos cultivado desde Miami durante más de cuatro décadas". Su deseo es que Fortune sea recordada no solo por los rascacielos que construye, sino por la forma íntegra en que hace negocios y cuida a las personas.

A los 60 años, Edgardo Defortuna tiene una mirada serena pero ambiciosa. "Si pudiera hablar con el Edgardo de 22 años que llegó a Miami, le diría: 'Confiá en vos mismo, no tengas miedo de soñar y nunca dejes que la adversidad defina tu camino. Escuchá más de lo que hablás, y construí relaciones con ética y visión'". Esa mentalidad, dice, es la que todavía lo impulsa en Fortune International Group, y eso es lo que traerá a Buenos Aires: la historia de un magnate argentino que apostó por lo imposible y lo convirtió en legado.