El ladrillo vuelve a despegar: así se reanimó el mercado inmobiliario tras el triunfo electoral de Milei
El resultado electoral que ratificó el respaldo al Gobierno encabezado por Javier Milei generó un clima de mayor previsibilidad en el mercado inmobiliario. La estabilidad cambiaria y la baja del dólar alentaron el regreso de compradores e inversores que habían postergado decisiones en los últimos días.
La reacción fue inmediata: inmobiliarias de la Ciudad de Buenos Aires y provincia registraron un incremento de consultas y visitas. El dato se suma al repunte de escrituras que ya marcaba tendencia antes de los comicios, con más de 21.000 operaciones registradas en septiembre, según los Colegios de Escribanos de CABA y la provincia de Buenos Aires, el mejor nivel en varios años.
La arquitecta e ingeniera civil Mariana Stange, titular de Mariana Stange Real Estate, sostuvo que el resultado electoral "reacomodó las expectativas y aportó previsibilidad en un contexto que venía trabado". Explicó que la baja del dólar y el repunte de los activos financieros "generaron un escenario de calma que se tradujo en movimiento dentro del sector".
Para Stange, el ladrillo vuelve a consolidarse como refugio frente a la volatilidad. "Cuando hay calma en el dólar se aceleran las compras y también las operaciones de alquiler. El inversor que había postergado su decisión reaparece y busca refugio en activos reales, sobre todo en proyectos consolidados o en pozo con buen respaldo", indicó.
El impulso se refleja también en el interior del país. Juan Pablo Baca, fundador de Red Tu Inmobiliaria, analizó que el resultado electoral "funcionó como un disparador para quienes tienen dólares guardados". Según el especialista, "el panorama se aclaró y el dólar, en términos reales, está en baja, lo que desincentiva quedarse con billetes y empuja la compra de propiedades".
Departamentos con precios estabilizados
En este contexto, los operadores coinciden en que el mercado atraviesa una etapa de transición ordenada, con precios que se estabilizan y una demanda que vuelve a activarse.
El último informe de Deinmobiliarios, correspondiente al tercer trimestre de 2025, confirma esa tendencia: fue el período con mayor cantidad de escrituras en dos décadas. El estudio, elaborado por Lucas Daniel Mazza, Santiago Magnin y Lola Suárez, indica que el precio promedio del metro cuadrado escriturado ronda los u$s2.449, aún un 15% a 20% por debajo de los valores históricos.
Magnin analizó que el mercado porteño "viene de una caída muy profunda entre 2018 y 2023, cuando los precios bajaron más del 50% en dólares reales". Esa corrección, explicó, "dejó espacio para un rebote que ya comenzó en algunos segmentos, sobre todo en departamentos sin balcón o unidades medianas en barrios intermedios".
Según Zonaprop, los precios de los departamentos registraron en octubre una variación de –0,1%, mientras que en lo que va de 2025 acumulan una suba del 5,4%. En comparación con octubre de 2024, los valores se ubican 5,5% por encima y se mantienen 13,9% por encima del mínimo de junio de 2023.
El informe de Deinmobiliarios agrega que el costo de construcción alcanzó los u$s882 por m2, en alza frente a los u$s748 por m2 del trimestre previo. Esa diferencia anticipa una presión alcista sobre los precios a mediano plazo, dado que construir nuevos proyectos se vuelve más caro. Aunque otros análisis como la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) o Reporte Inmobiliario sostienen que el valor del m2 supera los u$s1.300 por m2 y que ahora la buena noticia es que ya no sube con tanta fuerza como hasta inicios de 2025.
Qué se busca para comprar
La demanda actual se concentra en propiedades de menor tamaño y costo accesible. Los departamentos de hasta tres ambientes y los PH entre u$s80.000 y u$s120.000 son los más buscados. También crece el interés por unidades a reciclar, donde el comprador evalúa una inversión de corto plazo con posibilidad de reventa.
Los valores promedio se distribuyen de la siguiente manera, según Zonaprop:
- Un monoambiente ronda los u$s107.000
- Un dos ambientes, u$s129.000
- Un tres ambientes, u$s179.000
En el segmento medio-alto, las propiedades de más de cuatro ambientes parten de u$s300.000 y comienzan a mostrar signos de recuperación, especialmente en zonas consolidadas del norte de la Ciudad y en desarrollos premium del Gran Buenos Aires.
Baca remarcó que el comportamiento del interior presenta matices. "En Córdoba los precios seguirán estables por la sobreoferta, pero con expectativas de mejora a medida que el crédito hipotecario se reactive. En Buenos Aires el movimiento es más rápido; en Rosario y Mendoza, más gradual", afirmó.
El crédito aparece como la gran variable pendiente. Para Stange, "el sistema financiero será determinante para sostener la recuperación. Si los bancos vuelven a ofrecer líneas accesibles, el mercado podría duplicar su volumen de operaciones en 2026".
En paralelo, el sector espera señales concretas del nuevo Presupuesto 2026 y del marco regulatorio que podría definir incentivos a la inversión y mecanismos de crédito a largo plazo. La previsibilidad fiscal y monetaria es otro factor que influirá en la consolidación de la demanda.
Desde el análisis de Magnin, el comportamiento financiero acompaña al inmobiliario. "Existe una correlación directa entre el repunte de los activos financieros y la suba de las propiedades. Hoy comprar un departamento requiere la menor cantidad de salarios de los últimos diez años, lo que abre una ventana de oportunidad", detalló.
El especialista de Deinmobiliarios advirtió que "la volatilidad cambiaria debe seguir bajando para ofrecer previsibilidad al comprador de largo plazo", y destacó que el mercado "ya da un voto de confianza al contexto político y económico".
El sector prevé que los precios podrían mantenerse estables hasta fin de año y comenzar a subir en 2026, impulsados por la recuperación de la confianza, la reaparición del crédito y el encarecimiento de los costos de construcción.
Como síntesis, Stange señaló: "El mercado inmobiliario argentino está preparado para una etapa de crecimiento sostenido. Si se consolida la estabilidad, el ladrillo volverá a ser la inversión preferida de los argentinos".