La escuela pública Tàber de Barcelona retiró de su biblioteca alrededor de 200 cuentos infantiles, al considerarlos "tóxicos" para los chicos porque "reproducen patrones sexistas".  "Caperucita Roja" y "La Bella Durmiente" fueron algunos de los relatos que quedaron sin un lugar en los estantes de la institución.

Esta decisión fue tomada luego de que la comisión de género del centro educativo junto a la Asociación Espai i Lleure (Espacio y Ocio) realizara un análisis de los libros que ofrecían a los niños, a partir de criterios como el número de personajes masculinos y femeninos y los roles que desempeñan o el grado de violencia.

Como resultado de ese análisis, un 30% de los cuentos fueron retirados de la biblioteca infantil y un 60% tenía algún estereotipo de género pero los mantuvieron para no dejar la biblioteca vacía, indicó La Vanguardia. De todos los libros que relevaron, solo encontraron un 10% que estaba escrito desde una perspectiva de género.

Ahora analizarán los libros que se dan en la primaria, aunque ya no se retirarían los libros, según informó El País.

Razones

Una de las conclusiones a las que llegaron fue que la mayoría de los personajes femeninos son secundarios y realizan tareas domésticas, de maternidad o roles relacionados con el amor mientras que los personajes masculinos salen en situaciones en las que demuestran su valentía o fuerza.

Anna Tutzó, una de los integrantes de la comisión, contó a El País: "Estamos muy lejos de unas bibliotecas igualitarias donde los personajes masculinos y femeninos aparezcan mitad y mitad, donde hagan el mismo tipo de actividades porque realmente las mujeres están muy encasilladas en un rol muy estereotipado".

Respecto al próximo análisis a realizar en primaria, Tutzó sostuvo que en esa etapa "los estudiantes ya tienen más capacidad crítica y los libros pueden ser una oportunidad para aprender, para que ellos mismos se den cuenta de los elementos sexistas".

Mirada local

Al respecto, la escritora, narradora y novelista argentina Perla Suez, dijo a Cadena 3 que es preocupante esta actitud de prohibir, censurar porque "eso vuelve discriminatorio a lo que entregamos a los niños".

"Yo creo que a la Caperucita hay que contarlo más que nunca, a pesar de que no hace falta contarla porque está en el consciente colectivo", remarcó.

"Es muy delicado el tema de la construcción literaria que hemos tenido que está en el inconsciente colectivo de la sociedades de prohibir. Me niego a la idea de prohibir libros, en democracia no se puede prohibir nada, todo lo contrario hay que disentir", afirmó.

"Llevaría la Caperucita para discutir con los niños cuánto hay de problemáticas violentas a la mujer y violaciones y cosas que no son nuevas a la sociedad, sino que han estado siempre", manifestó.

En esa línea, recordó que tanto "Caperucita Roja" y "La Bella durmiente", "no nacieron porque sí, sino que se nutrieron de las sociedades y de las problemáticas".

Para Suez, es "querer ignorar que los cuentos tradicionales tienen una función simbólica en la sociedad" por lo que recomendó tomar estos cuentos y "ver lo simbólico, los riesgos, miedos, peligros y prejuicios que tiene la sociedad".