Test visual: ¿Qué tan buen observador sos? Ponete a prueba con estas imágenes
¿Sos de los que creen que no se les escapa ni un solo detalle? Estos desafíos son ideales para vos.
Es innegable la importancia de la buena observación. Sin embargo, estos desafíos puntualmente no se tratan de identificar lo bueno o lo malo, sino de ver el mundo que nos rodea, de ver más allá de lo que percibimos.
El siguiente es un ejercicio de observación, que, si bien requiere un esfuerzo físico, también pone a prueba nuestro cerebro. Si logras descifrarlos rápido, es porque sos un gran observador.
Test del buen observador #1
En este primer desafío te proponemos encontrar los caballos que están ocultos en la siguiente imagen. ¿Cuántos caballos encontrás en esta escena nevada en la montaña?

Test del buen observador #2
¿Crees que encontraste todos los caballos? ¿Te resultó fácil el primer desafío? Veamos ahora cómo te resulta el próximo reto. Tu tarea esta vez es encontrar las caras humanas ocultas en el paisaje.

Test del buen observador #3
En el primer desafío te pedimos nos digas cuántos caballos hay ocultos en la imagen. En el segundo, te desafiamos a que encuentres los rostros en el paisaje donde pasean los caballos. Ahora, te pedimos que encuentres en la siguiente imagen el caballo oculto.

Soluciones correctas al test del buen observador
¿Estás listo para ver las respuestas? En total hay 5 caballos castaños ocultos en la imagen realizada por la artista, Bev Doolittle, quien es reconocida en todo el mundo por su arte camuflado. Ella pintó esta pieza que llamó "Pintos", en 1975.

¿Estás listo para la solución del test #2? En total son nueve rostros. Esta vez decidimos que no te la vamos a hacer tan fácil y sólo te vamos a mostrar 5. ¿Te animás a encontrar los que faltan?

Ahora sí, la solución al último desafío. Para nosotros el más difícil de los 3. A continuación te compartimos el resultado:

¿Cómo te fue? ¿Fuiste capaz de resolver los desafíos que te planteamos? ¿Sos realmente un buen observador? Ser un buen observador no sólo nos da buenas habilidades para ver y detectar cosas o situaciones en lo físico, también interfiere lo intelectual y lo emocional. Aunque no lo creas, nos ayuda a probar y validar lo que otros piensan, sienten o pretenden para nosotros.