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¿Tu mente es flexible o rígida? Averigualo con este test psicológico

Cada una de las imágenes revela un perfil sobre la elasticidad mental que tienen las personas; solo hay que elegir una de las cuatro y leer la respuesta
13/10/2020 - 16:49hs
¿Tu mente es flexible o rígida? Averigualo con este test psicológico

Un proverbio chino dice "cuando sopla el viento del cambio, unos construyen muros, otros construyen molinos de viento" Flexibilidad, por tanto, no significa rendición, sino capacidad para explotar la nueva situación a favor.

Cuando el camino por delante se vuelve incierto y difícil, es inevitable sentirse perdido y vacilante sobre qué hacer. Pero tené en cuenta que la única solución real es aceptar el cambio. Y esto no significa necesariamente tener que empezar siempre desde cero. Cambiar, de hecho, no sólo significa dar forma a algo completamente nuevo sino que, en la mayoría de los casos, implica reelaborar lo que ya existe o poseemos, dándole un nuevo uso, una nueva ubicación o un nuevo escenario. Recuerda cómo funciona el árbol: se dobla pero permanece firmemente anclado al suelo.

Utilizar una mentalidad más flexible, por tanto, nos ayuda a responder a las dificultades diarias de forma más eficaz. En definitiva, la vida es un cambio. Cada desafío nos ayuda a tener una mente elástica, dinámica y creativa.

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¿Qué tan flexible sos mentalmente?

En la foto hay cuatro cerebros; cada uno de los cuales con particularidades bien definidas. Observá las cuatro imágenes y, espontáneamente, identificá el cerebro que primero te llama la atención. Intentá no confundirte: necesitás identificar la imagen que primero te llame la atención y no la que más te guste.

Perfil # 1

Tenés suficiente elasticidad mental para poder aprender de las experiencias, pero tu fluidez no te permite hacer predicciones a largo plazo. Tal vez sea una cuestión de temperamento: primero tenés que atravesarlo con los pies para saber realmente cómo resultará.

Tu elasticidad mental es efectiva en algunas áreas pero menos efectiva en otras: tenés pocos prejuicios pero no siempre estás dispuesto a dejarlos de lado. No es seguro que las ideologías que ya tenés sean mejores que las de los demás.

Si querés entrenar tu elasticidad mental, tratá de limitar tu propensión a dejar poco espacio para el pensamiento de los demás: una comparación puede ayudarte a enriquecer y modificar tus ideas.

Perfil # 2

Tu mente no sigue patrones rígidos y generalmente estás relajado en tus elecciones; sin embargo, la flexibilidad que expresas no siempre se corresponde con la elasticidad mental: tenés una buena dosis de seguridad que te lleva a ser más libre mentalmente. En momentos de incertidumbre, sin embargo, la "libertad mental" falla. La inseguridad te endurece y te lleva al cierre…. Tratá de enfrentar los riesgos a los que te sentís expuesto más de frente.

En momentos de inseguridad, te vendría bien volver a encontrar algo de espontaneidad, intentá liberar tus energías poniéndolas a disposición de todos tus impulsos mentales, incluso los más inesperados.

Perfil # 3

Llevás con vos una buena cantidad de esquemas mentales preconstruidos: ¡no hay forma de cambiar de opinión si está profundamente arraigada! Estos esquemas responden a tu necesidad de certeza y seguridad.

Probablemente no te sientas preparado para reaccionar adecuadamente ante cualquier evento inesperado: son tus inseguridades las que te atrapan en ciertos patrones y hasta que no seas capaz de deshacerte de ellas, saliendo de tu zona de confort, no podrás trabajar adecuadamente en tu autoestima.

Al liberarte de ciertas "creencias mentales" te darás cuenta de que tus inseguridades no están justificadas: no te falta nada, ¡solo tenés que aprender a creer en vos mismo! Para romper el molde, probá algo nuevo, incluso un deporte que nunca hayas practicado.

Perfil # 4

Estás dispuesto a escuchar a los demás, siempre y en todo caso, en la superficie parecés un verdadero conformista porque necesitás afirmarte, sin embargo en vos hay una mente muy elástica, dispuesta a aceptar y afrontar los cambios.

Te subestimás y quizás no sos lo suficientemente consciente de todos los recursos que has usado en el pasado para salir adelante: reconocé tus méritos y habilidades analizando tu historia de vida de manera más objetiva. Comparate con los que te conocen bien; descubrirás lo bien que has sido capaz de afrontar algunas situaciones que hasta ahora creías haber superado por factores externos más que intrínsecos.

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