Las ventanas de los aviones son muchas veces motivos de peleas entre parejas, amigos o familiares que viajan juntos: todos quieren ver el paisaje a través del vidrio. Pero quizás, no se preguntan por qué son casi circulares.

El diseño con esquinas redondeadas no son un fruto de una elección estética, por el contrario, permiten que la nave pueda volar de manera segura. De tener una forma cuadrada, el avión podría desintegrarse en el aire.

Por qué las ventanas de los aviones son redondas y no cuadradas

A mediados del siglo pasado, las aerolíneas lograron que sus naves volaran a mayor altura, o que les permitió ahorrar costos: una menor densidad de aire significa menor arrastre en el avión, lo que deriva recortar el gasto de combustible, a la vez que torna a la experiencia más placentera.

Pero esto requirió varios cambios. En primer lugar, presurizar la cabina, para que los pilotos puedan respirar. En segundo lugar, la nave debía tener una forma cilíndrica para resistir la presión interna que se incrementaba a medida que ascendía.

Por qué las ventanas de los aviones son redondas y no cuadradas

Pero tres aviones se estrellaron en la década de 1950 porque el fuselaje se rompió en pedazos. El problema fue que las ventanillas eran cuadradas. Esto presenta problemas en vuelos altos, ya que la ligera diferencia en la presión atmosférica y de cabina provoca que se ejerza mayor presión sobre los marcos de las ventanas.

La tensión se acumula más en las esquinas agudas que en las de forma ovalada, y cuando la fuerza se vuelve demasiado grande, se produce el estallido y rotura de la ventana. Sin embargo, con forma oval, la presión fluye más suavemente alrededor de la cristalera cilíndrica, de modo que se evita una acumulación de presión potencialmente destructiva.