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ALERTA

Asma: causas, diagnóstico y tratamiento de una enfermedad que no se transmite

Aunque se presenta más frecuentemente en niños pequeños, la mayoría de las defunciones se da en adultos mayores
18/07/2017 - 17:56hs
Asma: causas, diagnóstico y tratamiento de una enfermedad que no se transmite
El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles. Es una patología crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones.

Alrededor de 235 millones de personas en el mundo sufren asma, que es, a su vez, la enfermedad no transmisible más frecuente en los niños. Anualmente, 383.000 personas mueren a causa de esta enfermedad, de las cuales la mayoría son adultos mayores, según cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de estas defunciones ocurren en países de ingresos bajos y medianos bajos.

Los síntomas del asma se presentan, según el paciente, varias veces al día o a la semana. Se caracteriza por ataques recurrentes de disnea (dificultad para respirar) y sibilancias -un sonido chillón durante la respiración, que ocurre cuando el aire se desplaza a través de los conductos respiratorios estrechos en los pulmones-. Las características de estos eventos permite establecer el diagnóstico, ya que no es una enfermedad relacionada a algún marcador que permita identificarla. Existen, además, métodos complementarios como la espirometría, que ayudan a orientar la causa.

Los ataques de asma recurrentes son causa frecuente de insomnio, cansancio diurno, disminución de actividad y absentismo escolar y laboral.

Las causas de la enfermedad no están claramente determinadas, pero sí los factores de riesgo. Son una combinación de una predisposición genética con la exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias -alergenos presentes en las viviendas, alergenos que estén fuera de las viviendas, humo de tabaco, irritantes química en el lugar de trabajo, contaminación atmosférica, etc.-.

Existen, además, otros factores que pueden desencadenar asma, como el aire frío, las emociones fuertes -miedo o ira- o el ejercicio físico. Asimismo, algunos medicamentos también pueden provocar ataques de asma, como la aspirina, algunos antiinflamatorios o los betabloqueantes.

El tratamiento del asma permite al paciente alcanzar una buena calidad de vida, aunque es una enfermedad que no tiene cura. Los síntomas se pueden aliviar con medicamentos de corto plazo. Además, para reducir las reagudizaciones y controlar la progresión del asma grave, se administran medicamentos tales como los corticosteroides inhalados. El acceso insuficiente a estos medicamentos, así como a los servicios de salud en general, se presenta como la causa principal del deficiente control del asma en algunos lugares. Puede ser mortal si no se utilizan los medicamentos adecuados o si el paciente no respeta el tratamiento indicado por un médico.

El tratamiento farmacológico contribuye a la mejoría de los síntomas de la enfermedad, pero también es importante que cada persona que la padece evite los factores de irritación e inflamación de las vías respiratorias.