Científicos podrían haber hallado una nueva forma de diagnosticar el autismo
Un grupo de investigadores estudia esta posibilidad en el campo de una enfermedad que afecta a uno de cada 160 niños
27/04/2018 - 15:00hs
Un equipo internacional de científicos ha desarrollado nuevas pruebas de sangre y orina que buscan daños en las proteínas y que podrían conducir a una detección más temprana de los trastornos del espectro autista (TEA) en niños.
Los investigadores que llevaron adelante el estudio seleccionaron 29 niños y 9 niñas diagnosticados con TEA y un grupo control de 23 niños y 8 niñas sanos, con edades entre 5 y 12 años. A todos ellos les tomaron muestras de sangre y orina con el objetivo de determinar si había algún tipo de anomalía o diferencia entre ambos grupos.
Así, refieren haberse aproximado a la conclusión de que pueden existir diferencias químicas en las muestras tomadas en los integrantes de ambos grupos. Los autores encontraron ciertas discrepancias que mostrarían un claro vínculo entre el TEA y el daño a las proteínas en el plasma sanguíneo por dos procesos específicos: la oxidación y la glicación. En ambos procesos las especies reactivas del oxígeno y las moléculas de azúcar modifican espontáneamente las proteínas.
A su vez, realizaron estudios más profundos con el objetivo de obtener resultados más confiables y certeros. Para alcanzar esa meta examinaron las proteínas presentes en el plasma sanguíneo. En ese aspecto hallaron que los niños con TEA tenían niveles más elevados del marcador de oxidación ditirosina -un indicador que mide el nivel de oxidación de esta sustancia- y ciertos compuestos modificados con azúcar, los denominados “productos finales de glicación avanzada”.
En conclusión, los científicos plantean que se “confirmó la creencia anterior de que las mutaciones de los transportadores de aminoácidos son una variante genética asociada con TEA”, según señala el estudio publicado en Neurología.com, una revista especializada en el área.
Si bien parece escaso la cantidad de pacientes reclutados como para realizar una afirmación de las caracteristicas planteadas por el estudio, el descubrimiento puede impactar en forma positiva en el campo de esta patología, ya que facilitariá el proceso de diagnóstico. Así, los pacientes podrán acceder al tratamiento en forma más temprana, lo cual mejorará la calidad de vida personal y de sus familias.
De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños sufre un trastorno de estas características. Los TEA suelen comenzar en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.
Los investigadores que llevaron adelante el estudio seleccionaron 29 niños y 9 niñas diagnosticados con TEA y un grupo control de 23 niños y 8 niñas sanos, con edades entre 5 y 12 años. A todos ellos les tomaron muestras de sangre y orina con el objetivo de determinar si había algún tipo de anomalía o diferencia entre ambos grupos.
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A su vez, realizaron estudios más profundos con el objetivo de obtener resultados más confiables y certeros. Para alcanzar esa meta examinaron las proteínas presentes en el plasma sanguíneo. En ese aspecto hallaron que los niños con TEA tenían niveles más elevados del marcador de oxidación ditirosina -un indicador que mide el nivel de oxidación de esta sustancia- y ciertos compuestos modificados con azúcar, los denominados “productos finales de glicación avanzada”.
En conclusión, los científicos plantean que se “confirmó la creencia anterior de que las mutaciones de los transportadores de aminoácidos son una variante genética asociada con TEA”, según señala el estudio publicado en Neurología.com, una revista especializada en el área.
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De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños sufre un trastorno de estas características. Los TEA suelen comenzar en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.